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La balneoterapia: «el agua, fuente curativa»

La balneoterapia: «el agua, fuente curativa»

Escrito por Ángeles Torres

La balneoterapia (del latín balneum, "baño") es un conjunto de terapias o tratamientos destinados a curar enfermedades o conservar la salud, que habitualmente se realizan en balnearios. Aunque se considera distinta de la hidroterapia (practicada normalmente en spas), hay varias coincidencias en su práctica y en sus fundamentos. La balneoterapia se puede realizar mediante inmersiones en agua caliente o fría, masajes con agua en movimiento, relajación o estimulación. Las aguas minerales de los balnearios suelen ser ricas en ciertos minerales (sílice, sulfuro, selenio, radio) que se pueden absorber a través de la piel. Se emplean también a menudo las arcillas medicinales, cuya práctica recibe el nombre específico de "fangoterapia".

Historia de la balneoterapia

La balneoterapia se inició en el siglo XVIII pero no fue hasta el siglo XIX cuando tuvo su mayor auge. Esto se debía a las deficiencias farmacomedicinales del momento, ya que casi todas las enfermedades sin tratamiento especifico se trataban con una cura termal. Sin embargo hay indicaciones de que esta técnica era practicada por los griegos y los romanos.

¿En qué se diferencian un balneario y un spa?

Muchas veces utilizamos indistintamente el concepto Spa o Balneario sin saber muy bien las diferencias principales de cada tipo de servicio. Un Balneario o Estación Termal es un lugar que posee aguas mineromedicinales declaradas de utilidad pública a través de análisis y estudios diversos. Además debe contar con instalaciones donde realizar tratamientos y que pueden ser prescribidos por personal médico. Un Spa en cambio es un centro que dispone de instalaciones de hidroterapia pero cuya agua no tiene ninguna característica especial y que generalmente es calentada artificialmente. También existen los centros de Talasoterapia, en este caso el agua empleada es agua de mar, y se emplean sus beneficios para ciertas afecciones. De nuevo no se puede considerar balneario al no ser un agua especial declarada de utilidad pública ni tener propiedades especiales mineromedicinales.

Algunas técnicas de balneoterapia

Algunas de las técnicas que se utilizan en los balnearios y centros spa, además de las piscinas termales, son baños con algas,

baños con fango, baños de piel de pomelo, inhalación de vapores, hidromasaje, chorros de agua o circuitos a contracorriente. En el caso de los balnearios marinos, el conjunto de técnicas hidrosaludables utilizadas se conoce como talasoterapia. Hay balnearios que emplean el método ayurvédico, un antiguo sistema de medicina india. En algunos balnearios europeos en vez de tomar baños se realiza inhalación de 

gases, ya sean naturales o bálsamicos, cuyo fin es el servir como terapia para personas con problemas respira

torios, de riñón o en las vías urinarias. Las instalaciones habitualmente se completan con otros servicios para el cuidado de la salud, como masajes, saunas, rayos uva, solarium, gimnasio, camas de agua o tratamientos de belleza. Cuando el lugar no posee agua termal, se utilizan albercas con agua calentada en calderas a gas u otro combustible. A efectos de entretenimiento, comúnmente se encuentran en estos lugares toboganes (o acuatubos), chapoteaderos, lagos artificiales para remo, piscinas con olas artificiales y ríos de diferentes corrientes generadas también de manera artificial.

Indicaciones de la balneoterapia

La balneoterapia está indicada en muchas áreas terapéuticas:

balneoterapia1

Patología reumática

• Artrosis de cualquier localización • Artritis en fase no aguda • Dolor de partes blandas: tendinitis, neuralgias, bursitis, contractura muscular, fibromialgia, etc • Hombro doloroso y recuperación de lesiones y cirugía traumática. • Lumbalgia y cervicalgia crónica • Mejora del dolor y de la capacidad funcional en la espondilitis anquilopoyética respecto al tratamiento antiinflamatorio. • Patología otorrinolaringológica y respiratoria: procesos crónicos otorrinolaringológicos como rinitis, poliposis nasal, sinusitis, laringitis, faringitis y otitis serosa. • Asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquitis crónica, bronquiectasia. En los pacientes con EPOC.

Patología renal y urinaria

• Infecciones urinarias recidivantes. • Litiasis urinaria. Reducción de la incidencia de cólicos renales18.

Patología digestiva

• Dispepsia. • Gastritis. • Úlcera gastroduodenal. • Estreñimiento. • Hemorroides. • Colecistopatia no litiásica. • Síndrome poscolecistomia

Patología metabólica y endocrina

• Sobrepeso y obesidad. • Dislipemias. • Diabetes. • Hiperuricemia. • Hipertiroidismo, hipotiroidismo.

Patología cardiovascular

• Rehabilitación postinfarto de miocardio y postaccidente vascular cerebral, angina de pecho estable. • Insuficiencia cardíaca estable. • Arteriopatía periférica de grado I y II, pies fríos. • Insuficiencia venosa crónica en cualquier fase, vasculopatía linfática. • Fenómenos de Raynaud. • Hipertensión arterial sin elevación aguda de las cifras.

Patología neurológica

• Secuelas de parálisis. • Cefalea tensional. • Distrofia simpático, neuropatías por atrapamiento, neuralgias.

Patología psiquiátrica

• Ansiedad generalizada y estrés crónico

Patología dermatológica

• Dermatitis • Urticaria crónica, psoriasis, rosácea. • Heridas y úlceras crónicas, cicatrices de quemaduras. • Prurito crónico, ictiosis. • La dermocosmética (limpieza, hidratación, filtro solar, envejecimiento de la piel, etc.)

Prevención de las infecciones

• Anemia ferropénica, pérdida de peso, anorexia. • Síndrome climatérico. • A nivel bioquímico: las aguas bicarbonatadas-sulfatadas y las sulfuradas tienen un efecto antioxidante efectivo o reductor de los radicales libres.

Contraindicaciones de la balneoterapia

• Patología crónica descompensada o insuficiencia grave: cardiovascular, respiratoria, nefrourológica, digestiva, hematológica, endocrina. • Infecciones de cualquier foco en fase aguda. • Inmunodeficiencias. • Caquexia. • Periodos de convalecencia después de traumatismos. • Brote psicótico. • Reumatismos en fase aguda, conectivopatías, osteomalacia, enfermedad de Paget. • Insuficiencia respiratoria no avanzada. • Neoplasias. Se debe estudiar cada caso. • Alteración de la sensibilidad. • Lesiones cutáneas, heridas abiertas. • Conjuntivitis virales, tímpanos perforados. • Neuropatía, disestesias. • Cólicos abdominales. • Incontinencia de esfínteres. • Trastornos de la coagulación. • Epilepsia. • Consumo alcohólico excesivo y otras drogodependencias. • Enfermedades psiquiátricas que impidan la convivencia en un balneario.

Los efectos secundarios de esta terapia

Los efectos secundarios son raros si se siguen bien los puntos anteriores y si la prescripción balneoterápicos la hace el médico hidrólogo. En el caso de las aguas calientes o sulfuradas o muy mineralizadas, puede aparecer una crisis termal entre el tercer y el octavo día. Se caracteriza por malestar general, cefalea, insomnio, diarrea, estreñimiento, febrícula y fenómenos locales, como la reactivación de la enfermedad crónica de base, cólicos biliares, digestivos, aumento de secreciones respiratorias y dermatosis. Para prevenirla, es necesario iniciar con cuidado los tratamientos que deben ser escalonados e individualizados. Si te interesa esta terapia y quieres saber más sobre ella para especializarte a nivel profesional en este campo, consulta nuestro Curso de Balneoterapia y Spa y pide información sin compromiso.