Nutrición infantil por edades: conoce todos los detalles
La alimentación de los/as más pequeños/as de la casa es una preocupación habitual en los hogares. Sus necesidades nutricionales cambian a media que crecen, y tanto los/as progenitores/as como los/as profesionales del ámbito sanitario deben poder cubrirlas para asegurar un desarrollo saludable.
Si quieres garantizar unos menús adecuados para los/as menores, el Curso Superior de Alimentación y Nutrición Pediátrica de nuestro centro te proporcionará las claves para cada fase de su vida. La infancia es un momento esencial para implantar esos hábitos que les acompañarán en la edad adulta y evitar que establezcan una mala relación con los alimentos. ¡Descubre cuáles hay que proporcionarles!
Tabla de contenidos
Etapas de la nutrición infantil
Hacer cinco comidas al día, ofrecer alimentos naturales y no obligarles a comer sin apetito. Esas serían las bases fundamentales de una buena nutrición infantil. Como ves, no llega con saber cómo planificar un menú semanal saludable: hay que invitarlos/as a que escuchen a su estómago y dejar los alimentos procesados para ocasiones puntuales, sin demonizarlos para evitar el futuro desarrollo de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Aun siguiendo estas reglas, hay que tener presente un “pero”: y es que los “alimentos saludables” no serán los mismos en función del momento vital en el que se encuentren. Las necesidades de los/as menores suelen diferir entre el estadio preescolar, la Educación Primaria y la Secundaria. A continuación, explicamos esta división por edades, con la nutrición infantil que los/as niños/as requieren en cada una de las etapas.
De 0 a 6 meses: el reino líquido
Para explicar la nutrición infantil por edades, hay que empezar por el principio: el nacimiento. En sus primeros meses de vida, los/as menores se alimentan “a demanda”, fundamentalmente de leche.
Debido a la protección inmunológica que proporciona y a las vitaminas y grasas que contiene, se recomienda ofrecerles leche materna. Sin embargo, existe la opción de las leches de fórmula, algunas de las cuales están preparadas para evitar los molestos cólicos.
De 6 a 12 meses: primeras exploraciones
¿Cuándo pueden empezar a tomar sólidos los/as pequeños/as? Esa es una de las preguntas más frecuentes sobre nutrición infantil. Por edades, es precisamente entre los 6 y los 12 meses cuando deben empezar a interactuar con comidas más consistentes.
Aunque la leche sigue siendo el alimento principal, se toman entre uno o dos alimentos complementarios, normalmente en forma de papillas para facilitar la ingesta. Se puede comenzar con patatas, carne, cereales y frutas, evitando la sal y los alérgenos (las fresas, la soja…) y añadiendo un poco de verdura.
De 1 a 2 años: buffet libre
Las edades de 1 a 2 años, en nutrición infantil, significan toda una apertura a nuevas experiencias. De repente, el huevo ya puede aparecer en el plato (siempre cocinado), así como el pescado y la leche de vaca.
Alrededor de los 2 años es cuando se les invita a probar ingredientes más “especiales”, como los frutos rojos (arándanos, moras…), el embutido, el cacao y el marisco.
De 3 a 5 años: un momento crítico
En este momento, las criaturas deben ingerir entre 1.300 y 1.700 kcal diarias. El biberón ya debe haber pasado a la historia, siendo sustituido por la leche, el agua y los zumos (aunque es preferible la fruta con su fibra natural).
A los 3 años es el momento de introducir los grandes alérgenos: los frutos secos, siempre de uno en uno y en un momento que nos permita visualizar atentamente la reacción de su cuerpo a los mismos. Sin embargo, y a pesar de la “emoción” de la novedad, si hablamos de nutrición infantil por edades, es probable que esta sea una de las más complicadas: es común que los/as niños/as se nieguen a comer ciertos alimentos o que solo toleren comida fácil de masticar.
Hay que tener cuidado con los frutos secos: muchos/as tienen alergia a los mismos, por lo que deben darse a probar con cuidado
Dentro de lo posible, conviene insistir en que muerdan la fruta, consuman legumbres de grano entero y aumenten esa verdura que en los primeros meses de vida tenía poco protagonismo. Durante este periodo vital el organismo gasta una gran cantidad de energía, así que es habitual que tengan bastante hambre.
De 6 a 12 años: el deseo de azúcar
Por edades, la nutrición infantil en esta etapa ya es totalmente libre. Eso sí, conviene evitar que el menú se vea dominado por los tentadores dulces y ofrecerles snacks sanos para llevar y seguir su dieta.
También hay que aumentar la presencia de vitamina B12 y B6, proteínas y hierro. Las legumbres, las carnes, el pescado y los cereales pueden proporcionárselo, basculando entre las 2.000 y las 2.350 kcal diarias.
De 13 a 16 años: ¡permanece atento/a!
La autonomía de la pubertad puede jugar una mala pasada en los hábitos alimenticios. Por sus edades, la nutrición infantil no puede entenderse ya como tal en este nivel, porque son los/as propios/as adolescentes los que empiezan a decidir sobre su menú diario.
Eso no significa ni mucho menos que haya que desentenderse de su alimentación. Según el estudio Influencia de variables personales y familiares en los trastornos de conducta alimentaria, se trata del periodo con más riesgo para desarrollar un TCA, por lo que conviene estar pendiente de cualquier cambio que introduzcan.
La adolescencia es la edad en la que se desarrollan más trastornos de la conducta alimentaria
Además, se les puede enseñar reglas básicas para preparar recetas saludables, en el caso de que quieran empezar a preparar sus propios platos. Si vas a aleccionarlos/as sobre este asunto, recuerda que hay ciertas diferencias entre chicos y chicas: los primeros precisan más proteínas y las segundas más hierro.
Alimentos recomendados para niños
Ante todo, la alimentación debe ser variada, incluido algún capricho puntual para evitar que los/as niños/as desarrollen un deseo incontrolable hacia los mismos. Sin embargo, estos son los alimentos que deben predominar en cualquier menú que pretenda considerarse saludable:
- Lácteos: al menos dos al día. Puede ser leche, pero también yogur, queso fresco, en lonchas…
- Carne: mejor si no tiene grasa, como el pollo o el pavo.
- Legumbres: son un chute de nutrientes y energía. ¡Las lentejas y las alubias no pueden faltar!
- Frutas: intenta que sean de temporada y no les añadas azúcar. Puedes hacer macedonias para que les resulte más divertido, pero recuerda que la manzana y el plátano son los reyes de la fiesta.
- Cereales: pan, quinoa, avena, arroz… Si es integral, evitará el estreñimiento y ayudará a su sistema circulatorio.
Hábitos alimenticios saludables para niños
Hemos hablado de la nutrición infantil por edades. No obstante, no hemos mencionado lo más crucial: la propia actitud de los padres y madres frente a la comida.
Recuerda que, en sus primeros años, los niños absorben todo lo que escuchan y ven a su alrededor. Evita comentarios sobre el cuerpo de los demás o del/a propio/a menor, hablar de dietas o de peso y, si eres progenitor/a, sigue tú mismo/a un menú saludable. Además, debes:
- Escuchar su apetito: a veces tendrán más hambre y otras menos. Si les fuerzas en la infancia, de adultos no sabrán identificar cuándo están llenos/as.
- Evitar los dispositivos digitales: esta distracción suele llevar a comer en exceso. La charla en familia es mucho más conveniente.
- Dar a elegir entre opciones sanas: si desean un dulce y no se lo queremos dar, podemos presentarles dos alternativas saludables. Será más fácil que acepten una, al sentir que pueden escoger ellos/as mismos/as.
- Garantizar el desayuno: es importante que tengan la energía suficiente para afrontar la jornada.
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¿Sabías cómo debe ser la nutrición infantil por edades? Hablamos de las etapas clave del crecimiento de un ser humano, un conocimiento útil tanto si tienes pequeños/as a tu cargo como si te relacionas con ellos a nivel profesional.
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