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Elementos que intervienen en el Mindfulness

Elementos que intervienen en el Mindfulness

Escrito por Joan Bertran

Podemos definir el mindfulness como la actitud de pres­tar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar. Se trata de una definición genérica que incor­pora sutiles procesos de autoobservación, motivación y capacidad de decisión. Para profundizar más, vamos a analizar los diferentes aspectos que intervienen en el mindfulness.

Aspectos centrales del Mindfulness

Para comprender mejor los mecanismos que se ponen en mar­cha con el mindfulness, veamos brevemente los elementos centrales que rigen su práctica:

  1. El momento presente: es el eje de la práctica del mindful­ness. Vivir el momento presente consiste en anclar la mente en la existen­cia, no en las especulaciones que hacemos sobre el futuro ni en los recuerdos y vivencias del pasado. El momento, en este sentido, es lo único a lo que podemos asirnos con seguridad. Esto se expresa de una manera muy simple en la frase «el pasado ya pasó y el futuro aún no ha llegado». Muchos de los pensamientos negativos que tenemos a diario son fenómenos mentales que nos impiden ver lo evidente: el momento presente es el único instante en el que podemos ser.
  2. Aplicar una intención: es la cualidad que caracteriza la elección consciente, decidida y voluntaria de prestar atención al momento presente. La intencionalidad no implica obligarse a hacer algo concreto o a lograr necesariamente un objetivo. Al contrario, se trata de fijarnos un propósito y una dirección hacia la cual movernos con delicadeza. Así, simplemente nos mar­camos el propósito de prestar atención al presente: una elección sencilla y firme que ayuda a cambiar hábitos y patrones mentales que no respon­den a nuestra necesidad de ser. Al expresar una intención tomamos cons­ciencia de que somos capaces de hacer elecciones positivas para cam­biar y mejorar nuestra calidad de vida y asumimos que los cambios implican cierto nivel de esfuerzo y compromiso.
  3. Aceptación: es la actitud adecuada para empren­der las prácticas. La negatividad, la autocrítica y el enjuiciamiento no son beneficiosos en el camino del mindfulness, por lo que arraigarse a ellos supone una carga innecesaria que podemos abandonar mediante una elec­ción activa. Lo que podemos esperar del mindfulness mediante la acepta­ción es la experimentación plena de lo que ocurre y tal y como ocurre. Y al aceptarlo de ese modo fluimos con la vida sin oponer resistencia. Si los patrones negativos aparecen, simplemente los aceptamos y los observamos con atención, amabilidad y curiosidad.

El entrenamiento en mindfulness

La práctica del mindfulness ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a tomar conciencia de cómo se relacionan con el momento presente. Al incentivar su capacidad de atención, momento a momento, son capaces de reducir el estrés, el miedo y la ansiedad que les genera el futuro o la tensión del día a día.

Al abrirse a la experiencia de estar atentos, los practicantes del mindfulness aprenden a detener la mente en un punto determinado, que es el aquí y aho­ra. Pero para llegar a experimentar esa sensación se necesita entrenamiento.

Cuando dirigimos la atención a nuestra propia mente nos damos cuenta de que está sometida constantemente a una enorme cantidad de estímulos inter­nos y externos. A nivel racional es muy difícil aceptar que no tene­mos ningún control sobre nuestros pensamientos, emociones, sensaciones, percepciones, intuiciones o recuerdos.

La atención plena es una manera de conocer que no se centra en la razón, sino en la experiencia. No queremos que las cosas cambien de la noche a la mañana. Simplemente nos observamos con una atención intencionada que, aunque divaguemos, nos devuelve siempre al momento presente, entrenando de esa forma el mecanismo que queremos poner en práctica.

La motivación principal que puede inspirarnos es que gracias al entrenamiento podremos comprender mejor lo que nos pasa, por lo que en lugar de dejar­nos llevar por el miedo, la cólera, la rabia o la indefensión, estaremos más preparados para hacernos cargo de nuestras emociones sin causarnos daño y sin sufrir.

Preparar la mente y enseñarla a reconocer y abandonar hábitos negativos para centrarse en aquello que le puede producir emociones positivas es un aprendizaje muy valioso. El mindfulness, en tanto que conjunto de técnicas de meditación, es la herramienta que nos permitirá una mejora notable de nues­tra intuición y nuestras capacidades perceptivas. Esto nos ayudará a gestionar mejor las experiencias que nos suceden en el día a día, renunciando a cambiarlas y eligiendo deliberadamente estar presentes. Se trata de técnicas muy sutiles que nos pueden ayudar a superar problemas cotidianos como el insom­nio, la falta de concentración, la ansiedad, el perfeccionismo o el pensamiento recurrente. Así mismo, es preciso comprender que el entrenamiento en mindfulness es un proceso gradual que nos ayuda a conocernos y a estar presentes con noso­tros mismos.

¿Has practicado mindfulness de manera regular? ¿Cuál de sus elementos piensas que te ha ayudado más en el proceso de trabajar la atención plena?

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