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Las emociones en psicología: qué son y cómo gestionarlas

Las emociones en psicología: qué son y cómo gestionarlas

Escrito por Alejandra Sánchez Yagüe

Las emociones en la psicología juegan un papel fundamental en nuestro crecimiento personal. Es por esto que los coaches le ponen especial importancia a la inteligencia emocional.

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¿Qué son las emociones? Tipos que existen

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que todos los seres humanos experimentamos y que se expresan en nuestro cuerpo de forma espontánea y automática a través de gestos y microexpresiones faciales.

Las emociones se convierten en sentimientos cuando se prolongan en el tiempo y las validamos a través de nuestros pensamientos y de la interpretación que hacemos de lo que nos sucede. Nosotros no podemos decidir qué emociones sentir, pero, sin embargo, sí que podemos decidir qué sentimientos sentir, pues en los sentimientos sí que intervenimos a nivel cognitivo y decidimos de forma voluntaria nutrir o no nutrir los sentimientos que sentimos.

Es muy importante entender el mapa conceptual de las emociones y saber que la inteligencia emocional se basa en 5 capacidades: el autoconocimiento, la empatía, las habilidades sociales, la autorregulación emocional y la motivación.

¿Cuántas emociones existen? Todas las emociones que existen se pueden clasificar en primarias y secundarias, dependiendo de si las dos principales categorías:

  • Son emociones básicas que sentimos, tales como la ira, el miedo, la tristeza, el asco, la alegría y la sorpresa,
  • Emociones secundarias, las cuales son emociones derivadas de las emociones primarias, como por ejemplo el orgullo, la frustración, la envidia, la culpa o el amor.

Es importante que dediques tiempo a tu crecimiento personal y practiques sus técnicas y herramientas de crecimiento personal para poder gestionar de forma adecuada tus emociones.

También es relevante que no caigas en la dependencia emocional y consigas a lo largo de tu vida una independencia y autonomía propia.

Relación emociones — psicología: ¿cómo afectan?

¿Qué es la dependencia emocional? Es un problema psicológico en el cual una persona siente una dependencia hacia otra, ya sea amigo, familiar o pareja. En la dependencia emocional existe una necesidad de estar con la otra persona, además de recibir cariño y afecto de manera continua, pues todo gira en torno a él/ella.

Este tipo de relaciones suelen ser adictivas y suelen conducir a relaciones inestables, destructivas y anulativas, pudiendo incluso llevar al autoengaño y a la manipulación.

Los signos de la dependencia emocional afectan psicológicamente a las personas, esto es importante abordarlo, podemos agrupar todas las señales de la dependencia emocional siguiente lista:

  • Baja autoestima: la persona tiende a valorarse negativamente, no es capaz de apreciarse, de quererse. Solo tiene en cuenta aspectos negativos de su personalidad, no cree en su fuerza ni sus capacidades. Suele creer que es inferior que el resto, que los demás valen más que él.
  • Miedo a la soledad: la persona necesita sentirse acompañada y le es muy difícil estar sola. Tiene miedo a no poder compartir su vida con alguien, a no tener a alguien en que apoyarse día a día y durante el resto de su vida.
  • Necesidad de saber del otro continuamente: la persona dependiente emocionalmente quiere saber en todo momento qué está haciendo su pareja/amigo y necesita estar con esa persona a todas horas.  Se preocupa en exceso si la otra persona no responde cómo quiere y cuándo quiere.
  • Prioridad: su mayor prioridad es su pareja/amigo/familiar y lo antepone ante todo e incluso a sí mismo.
  • Autoanulación: las personas con dependencia emocional tienden a dejar de ser ellos mismos y hacen incluso cosas que no desean con tal de agradar al otro.
  • Ocupar un papel inferior en la pareja: creen que la otra persona es más importante que ellos mismos. Se entregan a él por completo y creen que ellos son peores, inferiores y no tienen derechos sobre el otro.
  • Deseos de exclusividad: este tipo de personas piensa que la otra persona les pertenece y que es el centro de su vida. Consideran que además la otra persona tiene que tener la misma visión que ellos y exigen reciprocidad.
  • Relaciones sociales deficitarias: las conversaciones suelen girar en torno al mismo tema: pareja/amigo/familiares y a veces carecen de habilidades sociales como la interacción, la empatía o la asertividad.
  • Estado de ánimo variable: son muy lábiles y suelen estar preocupados de manera continua por el otro. Suelen tener sentimientos de culpa, y sensación de vacío que solo creen llenar con su pareja/amigos/familia.
  • Necesidad de agradar: quieren gustar y están preocupados por el qué dirán, quieren caer bien y les preocupan las críticas y el rechazo de los demás.
  • Síndrome de abstinencia: cuando se produce la ruptura con el otro, se produce el “síndrome de abstinencia”: la persona se encuentra con síntomas de depresión, no acepta la ruptura y hace lo imposible por retomar la relación, aún a sabiendas de que es perjudicial.

Principales problemas relacionados con las emociones: cómo abordarlos

¿Qué hacemos si detectamos estos signos y emociones? La solución es la ayuda profesional a través de un psicólogo, psicoterapeuta o coach profesional que ayude a reconducir este tipo de comportamiento. Tú solo o con libros de autoayuda no podrás superar la dependencia emocional.

Debemos distinguir entre los grandes problemas relacionados con las emocionadas, para aprender a relacionarnos con nuestras propias emociones, tal como nos enseña la psicología.

Ansiedad

La ansiedad es una respuesta emocional ante la percepción de una amenaza. Puede ser adaptativa en situaciones de peligro, pero se convierte en un problema cuando es excesiva o injustificada. Para gestionarla se han desarrollado diferentes métodos:

  • Técnicas de relajación: prácticas como la respiración profunda y la meditación pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos.
  • Ejercicio regular: mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Depresión

La depresión es un trastorno emocional caracterizado por una tristeza persistente y la pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban. Para abordarla:

  • Terapia psicológica: la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal son efectivas.
  • Medicación: los antidepresivos pueden ser recetados por un profesional de la salud (solo pueden ser prescritos por médicos/as).
  • Apoyo social: mantener conexiones sociales puede proporcionar un soporte emocional significativo.

Ira

La ira es una emoción intensa que puede llevar a comportamientos agresivos si no se gestiona adecuadamente. Para controlarla hay que tomar medidas:

  • Técnicas de control de la ira: identificar los desencadenantes y aprender formas saludables de expresarla.
  • Mindfulness: ayuda a aumentar la conciencia de los pensamientos y emociones sin reaccionar impulsivamente.
  • Ejercicio físico: puede ser una salida saludable para liberar la energía acumulada por la ira.

Estrés

El estrés es una respuesta emocional ante demandas o presiones. Puede ser positivo en pequeñas dosis, pero crónico, afecta negativamente la salud. Para manejarlo:

  • Planificación y organización: gestionar el tiempo y las tareas puede reducir la sensación de sobrecarga.
  • Practicar hobbies: actividades placenteras pueden ayudar a relajarse y desconectar del estrés diario.
  • Terapia de apoyo: hablar con un terapeuta puede proporcionar estrategias para manejar el estrés de manera efectiva.

¡Crece con un Curso en Inteligencia Emocional!

¿Quieres ponerle freno a la ansiedad? ¿Necesitas salir de una depresión? La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, entender y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás. Desarrollar esta habilidad puede mejorar significativamente la calidad de vida y las relaciones interpersonales. Un curso en inteligencia emocional puede enseñarte a:

  • Reconocer y etiquetar emociones: identificar correctamente lo que sientes y por qué.
  • Regular emociones: aprender técnicas para manejar emociones intensas o negativas.
  • Mejorar la empatía: desarrollar la habilidad de entender y responder adecuadamente a las emociones de los demás.
  • Comunicación efectiva: expresar tus emociones de manera clara y asertiva.

Matricularte en un Curso en Inteligencia Emocional en Deusto Salud no solo te ayudará a gestionar mejor tus emociones, sino que también puede mejorar tu bienestar general y tus relaciones personales y profesionales.

Nuestro equipo docente enseñará a desarrollar tus destrezas y habilidades para tu propio crecimiento personal. Durante las 350 horas de programa formativo aprenderás a conectar con las emociones, consiguiendo superar un temario desarrollado por profesionales en psicología.

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