La pregunta es la herramienta más poderosa del coach. Con ella podemos recabar información, hacer pensar al cliente y ayudarle a ver la situación desde una perspectiva diferente. Aprender a plantear la pregunta de la manera adecuada en el momento adecuado es un arte.
En cualquier proceso de coaching, en la entrevista inicial es donde hacemos nuestra propia presentación, encuadre de quiénes somos y cómo trabajamos. Al terminar la explicación debe incluirse siempre, de forma implícita o explícita, la siguiente pregunta: ¿Qué te trae aquí?
Muchas veces, cuando hagas esta sencilla pregunta, verás que, aunque normalmente el coachee ha hecho un trabajo de introspección para acabar decidiendo que quiere un proceso de coaching, nos llega con dudas. Otras veces verás silencios y, otras, largas explicaciones con muchos argumentos contradictorios. A través de las preguntas deberemos indagar de dónde partimos y hacia dónde queremos ir.
Para trabajar con el estado actual podemos utilizar las siguientes preguntas genéricas:
Para indagar sobre el estado deseado puedes utilizar, a modo de ejemplo, alguna de las siguientes preguntas:
Existe un conjunto estructurado de preguntas poderosas basadas en los niveles neurológicos que tiene mucho sentido conocer y utilizar, al estar basadas en cómo funcionamos los seres humanos. Podemos probar a utilizarlas cuando el coachee no termina de aclararse o de conectar con lo que le ocurre. El modelo de niveles neurológicos explica cómo relacionamos los distintos niveles mentales y en el coaching nos interesan sobre todo porque los objetivos que crean cambio y evolución están más allá de los cambios de comportamiento.
La idea resumida de los niveles neurológicos es que, en un ambiente determinado, por ejemplo, un entorno laboral, adoptamos determinados comportamientos; estos, al ser repetidos muchas veces, crean una habilidad; esta, a su vez, hace nacer creencias, y de ellas, valores. A partir de ahí se crea la creencia del “yo soy”, que es la identidad. Finalmente, cada identidad pertenece a uno o varios sistemas.
Para empezar ya hemos formulado unas cuantas preguntas que, además de darnos mucha información, han hecho que tu coachee reflexione y en muchos casos tome consciencia de ciertos temas propios de manera mucho más profunda. Ahora vamos a ver más matices sobre qué preguntar y cómo debemos hacerlo.
Tal como hemos visto anteriormente, la PNL estudia cómo el lenguaje afecta a nuestros pensamientos, conductas y acciones. Aprovechemos el lenguaje para revisar el método para establecer y lograr nuestros objetivos. En general, cuando tu coachee declara que tiene problemas para lograr sus metas, normalmente se formula él mismo las siguientes preguntas:
Son preguntas que tanto si se hace el coachee como si las formulamos nosotros no nos dirigen a lograr la meta o el objetivo. Estas preguntas tienden a guiarnos hacia a quién culpar, qué está mal. Debemos tratar de no construir preguntas de este tipo ni que el coachee se las haga y se las responda él mismo.
Considera las siguientes preguntas de ejemplo para lograr una correcta formulación del objetivo:
El estrés es uno de los trastornos más comunes en las sociedades actuales, en el mindfulness puedes encontrar un gran aliado para superarlo.
El life coaching se enfoca en una de las ramas del coaching y se enfoca a nuestras habilidades propias, trazando estrategias hacia el cambio personal.
A través del mindfulness podemos aumentar la confianza en uno mismo y la autoestima, hecho que nos lleva también a desarrollar asertividad y mejorar nuestra comunicación.
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