Los riesgos que puede haber en el proceso de coaching
El cualquier acto humano, por el simple hecho de serlo resulta hasta ceirto punto impredecible y encarna ciertos riesgos. El proceso de coaching no es ajeno a estos riesgos, pero tampoco debemos asustarnos y partir de una posición defensiva. Simplemente, si conocemos de antemano los riesgos, cuando aparezcan podremos tener más posibilidades de aplicar soluciones efectivas.
Evolución habitual en el proceso de coaching
Es evidente, por lo tanto que en la práctica del coaching se dan una serie de riesgos que pueden dificultar la armonía del desarrollo del proceso.
Uno de estos riesgos, y quizás el principal, aflora en el momento en el que el coachee, después de conocer sus necesidades de mejora y las técnicas para su realización, comienza a albergar la falsa seguridad de que con eso ya es suficiente. Pensará que una vez detectados los problemas y las posibles soluciones, será un juego de niños cambiar las cosas y hacerlas bien desde el principio, prescindiendo del proceso de coaching y, por consiguiente, del apoyo del coach.
Para evitar esta situación puede ser de gran ayuda, explicar al cliente la evolución que se suele realizar en el proceso de coaching. En la mayoría de los casos, la persona que recorre el siguiente itinerario: empezamos con una relación de dependencia del proceso de coaching en general y el coach en particular, acto seguido puede que rechacemos esta dependencia o su necesidad, para después ir la independencia y finalmente autonomía de acción.
Estas cuatro fases de la evolución del proceso de coaching se podrían detallar de la siguiente manera:
Factores para evitar riesgos
Diferentes autores han llegado a la conclusión que existen tres factores fundamentales que se pueden considerar los requisitos para sortear los riesgos y alcanzar el éxito durante el proceso de coaching. Estos factores son:
El coaching, como sabemos, es un proceso en el que intervienen al menos dos personas, encarnadas en las figuras del Coach o profesional y el Coachee o cliente. Como en cualquier relación humana, existen factores que se escapan de nuestro control y entrañan ciertos riesgos de que el proceso no siga el curso esperado. Por ello, desde la naturalidad, debemos ser conscientes de estos riesgos, prepararnos para afrontarlos e incluso verlos como una oportunidad en lugar de como un problema.
¿Cuál crees tú que es el mayor riesgo en un proceso de coaching? ¿Qué soluciones aportarías?
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