Aplicaciones de homeopatía en niños
Carente de efectos adversos, la homeopatía ha surgido como una alternativa complementaria a la medicina convencional, que cada vez va generando más confianza entre la población. Según los últimos datos ofrecidos por la Comisión Europea, actualmente 100 millones de europeos la utilizan y en los últimos años, su utilización ha aumentado casi un 4 por ciento. Además, se ha observado un claro aumento en el ámbito infantil, ya que cada vez son más los padres que confían en la homeopatía para las dolencias más frecuentes en lactantes y niños. Y es que esta terapéutica está muy bien valorada entre los papás ya que la perciben como un tipo de medicina segura, inofensiva y sin efectos tóxicos. Hasta incluso se puede administrar a bebés recién nacidos, previa consulta médica. No es raro observar tratamientos homeopáticos para alergias o diarreas infantiles, siempre con suficiente criterio para saber derivarlos al médico en caso de complicaciones.
La homeopatía es un sistema de medicina alternativa, que emplea remedios con ingredientes químicamente activos pero en dosis mínimas. Sus sustancias producen efectos semejantes a los síntomas de la enfermedad que se desea combatir, ayudando a activar así la respuesta metabólica.
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La consulta homeopática
La consulta a un médico homeópata debe incluir una extensa entrevista y una evaluación de los síntomas del niño. Además, otros aspectos como los problemas de salud anteriores, la historia clínica familiar, los patrones de sueño, las preferencias alimentarias, el temperamento y las pautas conductuales serán anotadas y estudiadas por el médico homeópata. A partir de estos datos, el éste podrá realizar un perfil del paciente y determinar el tratamiento más adecuado para su caso.
El tratamiento homeopático
Los tratamientos de homeopatía son efectivos no sólo en afecciones agudas, sino también en enfermedades recurrentes que se repiten en los niños, con frecuencia. La medicación homeopática funciona muy bien en el tratamiento de cólicos, cuadros gripales, conjuntivitis, asma, eczemas, alergias, etc.
En el mercado, podemos encontrar dos tipos de remedios: los medicamentos homeopáticos simples y los de fórmulas más complejas. Para las dolencias más comunes se suele utilizar el D6, D12 o D30, mientras que para las dolencias más complejas es recomendable la orientación de un profesional médico, ya que las fórmulas complejas son combinaciones de medicamentos homeopáticos orientados a patologías específicas. Estas fórmulas son de fácil manejo y carecen de efectos secundarios.
La utilización del medicamento homeopático requiere un buen conocimiento de la ciencia médica y del cuadro del paciente para su correcta aplicación. Los padres nunca deberán automedicar a los bebés y niños. Es común que algunos padres consulten a amigos y familiares, que tienen hijos que ya usaron la homeopatía, para curar lo que tiene su hijo. Cada niño es una realidad distinta y tiene que ser evaluada distintamente. No se puede utilizar la misma medicación homeópata de un niño a otro ya que los resultados del tratamiento puedes ser muy distintos entre individuos. Una medicación no orientada puede ser ineficaz y perjudicial para los niños.
En lactantes y en niños menores de 2 años, es aconsejable utilizar la homeopatía en glóbulos para que los chupen o los tomen disueltos en agua o leche, en el biberón. Las gotas homeopáticas están más indicadas para los niños mayores de 2 años, y se disuelven en agua, leche o zumo, debido a su contenido en alcohol. En un cuadro agudo, la acción del medicamento homeopático es rápida.
Un posible botiquín homeopático básico cuando tenemos pequeños en casa podría incluir los remedios siguientes:
- ANTIMONIUM CRUDUM 5CH: Muy útil en los empachos.
- ÁRNICA 15CH: Golpes y traumatismos de todo tipo, tanto en vía oral como tópica.
- BELLADONNA 5CH y FERRUM PHOSPHORICUM 5CH: Tres bolitas de cada uno de ellos, juntas en la boca o disueltas en agua, suelen ser suficientes para fiebre, molestias de garganta y oídos.
- ALOE COMPOSÉ: Este es un medicamento compuesto muy eficaz en las gastroenteritis. Tres gránulos cinco veces al día o una toma al ritmo de las deposiciones.
- ALLIUM CEPA COMPOSÉ: Un gran compuesto para los resfriados y las crisis de rinoconjuntivitis alérgica.
- STODAL (JARABE O GRÁNULOS): Catarros con tos y mucosidad.
- DROSETUX: Este jarabe para tos seca.
- COFFEA TOSTA 15CH: Muy útil en el nerviosismo y en el insomnio por hiperexcitación como suele ocurrir la víspera de algún acontecimiento importante.
- OSCILLOCOCCINUM: Como preventivo de los procesos víricos (gripes, catarros, bronquiolitis, diarreas, resfriados) tomando un tubo monodosis a la semana.
Conviene recordar que en caso de que el niño no presente mejoría en las primeras 24 o 48 horas, se debe buscar ayuda médica. En los cuadros crónicos, la homeopatía puede ser usada por períodos prolongados, ya que carece de contraindicaciones y de efectos colaterales tóxicos.
¿Qué te ha parecido? ¿Utilizas habitualmente homeopatía en las dolencias menores de tus hijos? Cuéntanos tu experiencia.
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