¿Cuándo ir a un Naturópata?

Se sabe que la Naturopatía engloba un variado número de terapias alternativas que tienen en común la aplicación de la medicina holística que, a diferencia de la medicina convencional, se centra en la recuperación de la salud del organismo de forma global y no centrándose solo en la parte afectada.
Estas distintas terapias intervienen, principalmente, de forma preventiva. Pero también sirven de ayuda en el tratamiento de diferentes problemas de salud.
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¿Cuándo se puede recurrir a la Naturopatía?
La Naturopatía se puede emplear en la prevención y tratamiento de diferentes problemas de salud. La aplicación de las terapias alternativas que forman parte de esta, tienen en cuenta a la persona en todo su conjunto, por lo que no es extraño que al acudir a una consulta de este tipo se requiera que los pacientes aporten diversa información, como por ejemplo:
- Sus hábitos y estilo de vida: alimentación, ingesta de agua, hábitos fisiológicos, práctica de ejercicio físico, horas de descanso, gestión del estrés, etc.
- Su historia clínica: antecedentes de enfermedad personal y familiar, intolerancias o alergias, toma de medicación, valoración de analíticas y otras pruebas diagnósticas, salud mental, entre otras.
Una vez tienen la suficiente información para poder pautar las medidas convenientes, los terapeutas pueden abordar diferentes problemas de salud.
Estos problemas pueden ser agudos o crónicos, como resfriados, afecciones respiratorias, cefaleas, afecciones músculo-esqueléticas, problemas digestivos, intolerancias y alergias alimentarias, hipertensión, diabetes tipo II, etc.
Además de estos, existen otros problemas de salud en los que el naturópata, dependiendo del caso, también puede intervenir:
- Menopausia, cuando se trata de aliviar los síntomas comunes en esta etapa de la vida se recurre al tratamiento de los sudores y sofocos nocturnos mediante el uso de la fitoterapia y del yoga.
- Post-operatorios, después de un proceso quirúrgico terapias como, la aromaterapia o la musicoterapia han mostrado ser capaces de ayudar a reducir el dolor o el estrés de los pacientes en recuperación. También los problemas de estreñimiento que se presentan en estos casos pueden aliviarse mediante terapia nutricional.
- Trastorno de estrés post-traumático, en estos casos se recurre al yoga o la acupuntura combinados con psicoterapia.
- Depresión y ansiedad, ante la desconfianza que muchas veces generan los tratamientos mediante el uso de la farmacoterapia para tratar estos problemas, muchas personas recurren a la búsqueda de terapias alternativas, como la meditación (Mindfulness), la acupuntura o la fitoterapia. En estos casos, el naturópata debe estar lo suficientemente preparado para saber indicar la terapia más adecuada, así como también, explicar la conveniencia de no abandonar el tratamiento médico en según que casos, pues no siempre la Naturopatía por si sola será de ayuda, pero si puede serlo de forma complementaria.
- Déficit de Atención e Hiperactividad, al igual que lo que ocurre con los tratamientos farmacológicos indicados para tratar la depresión y la ansiedad, los fármacos que se indican para tratar este problema también generan desconfianza, especialmente, cuando se prescriben a edades tempranas. La terapia nutricional con ácidos grasos Omega-3 y otros nutrientes es la que ha obtenido mejores resultados para complementar los tratamientos convencionales que se dan a este colectivo, siempre acompañados de psicoterapia. También la fitoterapia es empleada en estos casos, pero requiere de un buen control y seguimiento, sobre todo, si se combina con tratamientos farmacológicos.
¿Cuándo no podría ayudar el naturópata?
Debido a que las terapias que se incluyen dentro de la Naturopatía se basan en la autocuración del propio organismo, recibiendo estímulos de fuentes o medios naturales, su progreso a pesar de ser eficaz, es más lento.
Por este motivo, existen casos como las enfermedades infecciosas: infecciones urinarias, enfermedades de transmisión sexual (ETS), entre otras, que requieren de un tratamiento eficaz, pero de rápida acción como el que ofrece la medicina convencional, ya que actúa sobre los síntomas mostrados. Una intervención de la Naturopatía en estos casos sería de forma preventiva con el fin de evitar una posterior infección.
Se debe tener en cuenta que las terapias alternativas que se incluyen dentro de la Naturopatía son compatibles o complementarias a los tratamientos de medicina convencional, pues al ser variadas se puede optar por aquellas que no interfieran con los tratamientos médicos.
Tal como se ha mencionado, solo en ciertos casos que requieren de una respuesta eficaz e inmediata, su uso no sería el mas indicado.
Sabiendo cuándo ir a un naturópata y en qué casos optar de forma directa por un tratamiento de medicina convencional, evitará complicaciones y facilitará la solución a los problemas de salud. Por otro lado, si la intención es prevenir la aparición de enfermedades, la visita al naturópata no estará demás.
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