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Técnicas de hidroterapia para todos los gustos

Técnicas de hidroterapia para todos los gustos

Escrito por Gerardo Urbano

La hidroterapia hoy en día es uno de los recursos más utilizados en el tratamiento de enfermedades. Se trata de una disciplina alternativa para muchas dolencias. ¿Te interesa más sobre este tema? ¡Fórmate con un curso en Naturopatía!

Y ahora, vamos a descubrir todo sobre las técnicas de hidroterapia. ¡Vamos!

Origen de la hidroterapia

La hidroterapia hoy en día es uno de los recursos más utilizados en el tratamiento de enfermedades. En su significado etimológico encontramos el origen de la palabra en los términos griegos ‘Hydor’ (agua) y ‘Therapia’ (terapia).

El origen de la hidroterapia lo encontramos bastantes siglos atrás, en la antigua Grecia donde personas como Hipócrates (padre de la medicina moderna), utilizaba el agua como método terapéutico, ayudándose de los contrastes de aguas fría y caliente para generar efectos curativos en sus pacientes.

Qué es

La hidroterapia combina agua caliente y fría en el tratamiento del paciente. La inmersión del cuerpo en agua caliente provoca el aumento la temperatura corporal y, al mismo tiempo, la dilatación de los vasos sanguíneos, favoreciendo en un mejor aporte sanguíneo a la piel y al tejido muscular. El agua fría, en cambio, ayuda a la constricción de los vasos sanguíneos, disminuyendo el aporte sanguíneo a la piel y tejido muscular y aumentando, de manera refleja, la circulación a los órganos internos.

Al estar el cuerpo sumergido, se consigue una disminución del peso del paciente, puede variar dependiendo de las partes corporales sumergidas. Esto ayuda a conseguir una menor presión en las articulaciones y en los diferentes grupos musculares, ayudando al paciente a notar una pequeña sensación de relajación:

Inmersión total (3% peso real)

Sumergido hasta cuello (7%)

Axilas (20 %)

Tórax (33%)

Ombligo (50%)

Trocánteres (66%)

Mitad muslos (80%)

Piernas (95%)

Efectos sobre el organismo

Con agua caliente:

  • Disminución del dolor
  • Aumento de la temperatura corporal y vasodilatador
  • Efecto relajante
  • Efecto descontracturante
  • Mejora de la elasticidad

Con agua fría:

  • Descenso de la temperatura en la zona de aplicación
  • Vasoconstricción
  • Aumento del tono muscular
  • Puede retrasar los procesos de cicatrización (en aplicaciones prolongadas)

Indicaciones

La hidroterapia se recomienda en casos de inmovilidad del paciente por enfermedad, en los que ha habido una pérdida de masa muscular. También se utiliza para promover una mejor condición física.

Uno de los puntos claves es que alivia el dolor y contribuye a una relajación corporal. También se emplea en pacientes con patología de cuello y espalda.

En pacientes que han sido intervenidos. Durante el proceso de post-operatorio, es recomendable la utilización de la hidroterapia para reducir el tiempo de recuperación.

Deportistas profesionales también utilizan la hidroterapia para recuperarse de lesiones producidas durante la práctica deportiva.

Otro de sus usos más habituales en el personas con patología neurológica, tanto adultos como niños. Al tener el cuerpo sumergido dentro del agua, el paciente puede realizar movimientos que fuera no podría llegar a realizar. En niños con parálisis cerebral es muy útil, ya que mejora el control de la motricidad y puede facilitar la respiración.

Contraindicaciones y complicaciones

Dentro de las contraindicaciones de la aplicación de la hidroterapia encontramos los procesos infecciosos, puesto que la humedad y el calor ayudan a la proliferación de agentes patógenos (hongos).

Patología coronaria. La presión que ejerce el agua sobre los vasos sanguíneos, ya sea para dilatar o constreñir, puede provocar efectos sobre el sistema cardiovascular. También puede afectar a personas con hipertensión.

De la misma manera, personas con alguna patología orgánica importante, pueden sufrir alguna agravación de su enfermedad.

Una complicación es la hidrocución, que es un desmayo provocado por la permanencia prolongada dentro del agua (sobre todo en agua con temperatura elevada) con la posibilidad de ahogarse.

Aparición de alergias, urticarias o eczemas en la zona de aplicación de la hidroterapia por exceso del tiempo de aplicación.

También hay que tener precaución en su aplicación en mujeres embarazadas.

Técnicas de hidroterapia utilizadas

Dentro de los métodos hidroterapéuticos encontramos gran variedad de aplicaciones, desde paños húmedos, piscinas (tanques) o duchas y chorros:

  • Compresas y vendajes: se impregnan de agua fría, ayudan a reducir la fiebre, estimulan la irrigación sanguínea a nivel cutáneo y relajan el sistema nervioso. Las aplicaciones con agua caliente, alivian los dolores y eliminan contracturas.
  • Baños: dentro de este apartado podemos encontrar dos tipos de baños: los de inmersión (permite sumergir casi todo el cuerpo) y los baños localizados. En los baños de inmersión se introduce la mayor parte del cuerpo dentro del agua, la cual es facilitada por medio de una camilla que está fijada a un sistema de transporte que permite elevar o descender al paciente. Puede proporcionar calor y facilitar el ejercicio suave, en especial si hay patología neurología o problemas poliarticulares. Los baños localizados permiten la inmersión de una extremidad o ambas al mismo tiempo. Puede ser aplicado en patología de extremidades superiores (brazos, manos) o inferiores (piernas, pies). Normalmente, este tipo de aplicación utiliza aguas calientes o contrastes de agua (combinación de agua fría y agua caliente).
  • También encontramos piscinas terapéuticas, con agua caliente y chorros a presión o cascadas de agua y, en algunos casos, pueden disponer de una zona de jacuzzi. Suelen ser típicas de spas y centros deportivos con zona de aguas.
  • A nivel deportivo existe un sistema llamado Hydrotrack. Es la combinación de tanque con agua (hasta la cadera, normalmente) y una cinta de correr. Ayuda a descargar peso en articulaciones y músculos que se recuperan de una lesión.
  • Las duchas se emplean tanto con agua fría como caliente, dependiendo del objetivo del tratamiento. También puede variar la presión del chorro. El paciente puede estar tumbado o permanecer de pie, mientras los chorros se aplican en la zona a tratar.

Bibliografía