Trastornos más comunes que trata la homeopatía
Primero vamos a recordar que la palabra homeopatía proviene del griego hómeos (similar) y páthos (enfermedad) y para definir el concepto utilizaremos la descripción que hace la Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH) y es una técnica terapéutica basada en una observación clínica completa y rigurosa que conduce a la prescripción de medicamentos homeopáticos cuyas indicaciones proceden de una farmacología fundamentada por una constatación experimental que es la similitud.
La homeopatía es una de las muchas medicinas denominadas alternativas, en algunos momentos su uso ha generado controversia ya que para determinados profesionales de la salud se considera una pseudociéncia. Algunos estudios muestran resultados positivos del uso de dicho tratamiento pero organizaciones internacionalmente reconocidas como la OMS desaconsejan su uso por falta de evidencia científica.
A pesar de las diferentes opiniones al respecto, este tipo de tratamientos tienen más de 200 años de historia (fue creado por el médico y químico alemán Samuel Christian Hahnemann el año 1808) y se han utilizado para tratar diferentes patologías, en algunos casos se atribuye resultados positivos por el efecto placebo. Sea por uno u otro motivo muchas personas lo utilizan para tratar sus afectaciones y les resulta efectivo o positivo para paliar algunos síntomas.
Uso de la homeopatía
Uno de los principales objetivos de la homeopatía es aliviar los síntomas de determinadas enfermedades además de buscar el equilibrio global del organismo. El tratamiento es individualizado y el homeópata controlará el paciente desde diferentes perspectivas. Una de las principales ventajas de la homeopatía es que no presenta contraindicaciones, interacciones con medicamentos ni efectos adversos es por ello que pueden ser un excelente complemento a tratamientos médicos específicos, siempre bajo supervisión profesional.
Un estudio que analiza el uso de la homeopatía en España (Percepciones sobre Salud y Homeopatía en la población española) se pone de manifiesto que en España un 32% de la población ha tomado medicamentos homeopáticos o se los ha dado a sus hijos en alguna ocasión. La homeopatía es un tratamiento utilizado para la prevención, alivio y curación de determinadas patologías.
Los profesionales de la homeopatía la utilizan en diferentes perfiles de pacientes ajustándolas a las diferentes vía de administración disponibles: líquida (gotas) o sólida (gránulos o glóbulos).
A continuación se detalla el uso de la homeopatía en diferentes enfermedades:
- Enfermedades agudas: aquellas que tienen una evolución rápida y de duración limitada con un principio y un fin claros. Se utiliza para tratar síntomas de enfermedades como la gripe, tos, diarrea o migraña.
- Enfermedades crónicas: es una afección duradera en el tiempo y cuya enfermedad tiene una progresión lenta por lo que la prescripción es más complicada. En muchos casos, los pacientes son personas polimedicadas, lo que requiere prestar una especial atención a las posibles interacciones que los medicamentos puedan tener entre sí. Es aquí donde los medicamentos homeopáticos presentan grandes ventajas para el paciente.
Se utiliza la homeopatía para tratar algunos casos de dermatitis, asma, afecciones reumáticas, ansiedad.
- Infecciones de repetición: básicamente en garganta, oídos, afecciones ginecológicas o urinarias
- Se utiliza también para tratamientos paliativos para abordar el dolor, náuseas o estreñimiento. Se ha visto que la homeopatía es una alternativa eficiente para aliviar dolor y puede ser un buen complemento para actuar a nivel psicológico para que el enfermo pueda afrontar el final de la vida. Además puede disminuir la necesidad de medicación reduciendo así sus efectos secundarios y mejorando su tolerancia.
Para tratar correctamente un paciente con homeopatía, se tiene que hacer un correcto diagnóstico, este diagnóstico es fundamental para valorar el pronóstico ya que constituye una orientación clave para que el terapeuta pueda elegir del remedio más adecuado. El paciente debe describir bien todos los síntomas para que ninguno de ellos pase desapercibido y el tratamiento sea más efectivo.
Las fases del tratamiento homeopático son:
- Administración del remedio.
- Controlar y jerarquizar los síntomas.
- Volver a priorizar los síntomas para precisar en el diagnostico.
A continuación se detalla algunos ejemplos de sustancias utilizadas en homeopatía y las alteraciones que pueden tratar:
- Aconitum napellus: para amigdalitis, otitis, bronquitis, tos seca y repentina, fiebre muy alta y súbita.
- Antimonium tartaricum: para afecciones respiraorias
- Apis mellifica: para irritaciones de piel causada por picaduras o quemaduras
- Árnica montana: para traumatismos, determinados estados febriles
- Arsenicum álbum: alteraciones del aparato digestivo
- Bryonia: gripe y dolores articulares.
- Calendula officinalis: para tratar diferentes heridas.
- Cocculus indicus: mareos y vértigo
- Ipecacuana: problemas digestivos y respiratorios.
- Rhustoxicodendrum: dolores musculares y articulares.
Hemos visto los aspectos más destacados de la homeopatía para tratar diferentes enfermedades y sus símptoas ¿Quieres aprender más sobre ello u otras terapias alternativas para mejorar la salud? Consulta nuestro Curso de Homeopatía o el Curso de Naturopartía e infórmate sin compromiso de todo lo que puedes aprender.