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El concepto de Discapacidad: discapacidad, deficiencia y minusvalía

El concepto de Discapacidad: discapacidad, deficiencia y minusvalía

El concepto de Discapacidad se define como la condición que impide o limita a la persona en su vida diaria. Es un concepto muy amplio, y actualmente hay cierta tendencia a utilizar el término diversidad funcional en lugar de discapacidad. Actualmente existen 650 millones de personas con discapacidad en el mundo.

Estas personas con discapacidades pueden verse limitadas en situaciones del día a día. Es por ello, que debemos conocer los conceptos de discapacidad, deficiencia y minusvalía, para poder saber en qué se diferencian. Teniendo claro estos conceptos podemos intervenir sobre ellos y satisfacer las necesidades específicas de las personas que presentan este tipo de limitaciones y favorecer su integración en la sociedad.

Entendiendo el concepto de Discapacidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Por tanto para que exista una discapacidad, tiene que haber una deficiencia.

Deficiencia

Es toda pérdida o anormalidad, permanente o temporal, de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. La deficiencia supone un trastorno orgánico, que  produce una limitación funcional que se manifiesta objetivamente en la vida diaria. Deficiencia se relaciona con déficit o “falta de algo”. Existen diversos tipos de deficiencia:

  • Física: es aquella que limita o impide el desempeño motor de la persona. Las causas de la discapacidad física muchas veces son congénitas o de nacimiento. También pueden ser causadas por lesión medular en consecuencia de accidentes (paraplejía) o problemas del organismo (derrame cerebral).
  • Psíquica: son trastornos que llevan a la persona a no adaptarse completamente a la sociedad. Puede ser debido a otro tipo de enfermedades mentales como la depresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar o el autismo.
  • Sensorial: afecta a los órganos de los sentidos y por tanto pueden llevar a problemas de comunicación (ceguera, sordera).
  • Intelectual o mental: es un término utilizado cuando una persona no tiene la capacidad de aprender a niveles esperados y funcionar normalmente en la vida cotidiana. Un ejemplo sería el Síndrome de Down.

Cada uno de estos tipos de deficiencia, puede llevar a una discapacidad. Por ejemplo, si existe deficiencia visual (como la ceguera), existe discapacidad visual.

discapacidad

Discapacidad

Es una limitación funcional, consecuencia de una deficiencia, que se manifiesta en la vida cotidiana. La discapacidad se tiene. La persona “no es” discapacitada, sino que “está” discapacitada. La discapacidad, al igual que la deficiencia, puede ser congénita o adquirida, temporal o irreversible y, además, progresiva o regresiva.

Las discapacidades se pueden aglutinar en tres troncos principales: de movilidad o desplazamiento, de relación o conducta y de comunicación. En la actualidad, se está redefiniendo el término discapacidad como falta de adecuación entre la persona y su entorno, más que como una consecuencia de la deficiencia de las personas.

Minusvalía

Minusvalía es la situación desventajosa en que se encuentra una persona determinada, como consecuencia de una deficiencia o discapacidad que limita, o impide, el cumplimiento de una función que es normal para esa persona, según la edad, sexo y los factores sociales y culturales.

Una persona es minusválida cuando se le niegan las oportunidades de que se dispone en general en la comunidad y que son necesarios para los elementos fundamentales de la vida.

Diferenciando conceptos

Pondremos ahora dos ejemplos para acabar de aclarar estos tres conceptos:

  • Una persona sin piernas por un problema al nacer (deficiencia motora) tiene problemas para andar (discapacidad motora), y por tanto puede tener problemas de independencia física (minusvalía).
  • Una persona con una enfermedad mental como la esquizofrenia (deficiencia psíquica) tiene problemas en su conducta (discapacidad psíquica), y por tanto puede tener problemas de integración social (minusvalía).

Aunque no siempre estos 3 conceptos tienen que estar relacionados.

Veamos un ejemplo:

  • Una persona sufre una miopía (deficiencia) pero con el uso de gafas no le impide realizar ninguna actividad en su vida cotidiana. Por lo tanto, esta persona no tiene ninguna minusvalía.
  • Una persona sufre una miopía pero a pesar de llevar gafas, le impide ver con normalidad: esto representa una discapacidad. Se puede considerar que esta persona tiene una minusvalía sólo en caso de que su posibilidad de integración social se vea afectada.

Así, vemos que no todas las personas con una deficiencia sufren una discapacidad ni todas las que tienen una discapacidad tienen una minusvalía.

La discapacidad en la actualidad

A lo largo de la historia y hasta no hace demasiados años, las personas con discapacidades han constituido un grupo tremendamente rechazado y menospreciado por la sociedad, que las consideraba no aptas. Sin embargo, hoy día somos más conscientes de todas estas limitaciones y han surgido métodos, técnicas y dispositivos que pueden facilitar a este tipo de personas su integración total en la sociedad.

Los apoyos que pueden prestarse a las personas con alguna discapacidad son muy variados. Pueden ir desde el apoyo individual hasta el apoyo ofrecido por varias personas que trabajen en equipo, pasando por el apoyo tecnológico y el que pueden prestar los diferentes servicios e instituciones.

Gracias a este tipo de apoyos, pueden llevar a cabo acciones que en principio no quedaban a su alcance y, a la larga, alcanzar un mayor nivel de autonomía. Un ejemplo serían las sillas de ruedas para discapacidades motoras, los audífonos para la discapacidad física de la sordera, o sistemas de enseñanza para discapacidades intelectuales. Además, Las personas discapacitadas y sus familiares han propiciado una serie de asociaciones que resultan de gran ayuda.

En ellas los discapacitados pueden obtener asesoramiento, empleo y facilidades asistenciales. Un ejemplo sería la ONCE. Cada uno de nosotros podemos aportar un granito de arena en esta integración apoyando a este tipo de personas y colectivos.

Debemos escuchar sus necesidades y ayudarles en la medida de lo posible, tratando con respeto y evitando diferencias o discriminación.

La igualdad consiste en saber que, aunque todos somos diferentes, nos debemos tratar como iguales.

Bibliografía

Escrito por Marina Acera
Enfermera desde hace más de 7 años. Estuvo trabajando como enfermera asistencial en el Reino Unido durante un tiempo. Cuando regresó descubrió que su vocación era la enfermería geriátrica, en la cual se especializó con el postgrado en Gerontología. Actualmente trabaja en el campo de la gestión sanitaria compaginándolo con su labor como profesora en cursos de Atención Sociosanitaria a Personas dependientes.