¿Cuáles son los tipos de discapacidad más comunes?
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¿Qué entendemos por discapacidad?
El concepto de Discapacidad se define como la condición que impide o limita a la persona en su vida diaria. Es un concepto muy amplio, y actualmente hay cierta tendencia a utilizar el término diversidad funcional en lugar de discapacidad.
Más de mil millones de personas, o sea, un 15% de la población mundial, padece alguna forma de discapacidad. Se prevee que en los años siguientes la discapacidad vaya en aumento, ya que la población está envejeciendo y el riesgo de discapacidad es superior en los adultos y en aquellos con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares o trastornos mentales.
¿De dónde viene la discapacidad?
Para que haya una discapacidad antes tiene que haber una deficiencia. Una deficiencia es toda pérdida o anormalidad, permanente o temporal, de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.
La deficiencia supone un trastorno orgánico, que produce una limitación funcional que se manifiesta objetivamente en la vida diaria. Deficiencia se relaciona con déficit o “falta de algo”. Es una limitación funcional, consecuencia de una deficiencia, que se manifiesta en la vida cotidiana. La discapacidad se tiene. La persona “no es” discapacitada, sino que “está” discapacitada. La discapacidad, al igual que la deficiencia, puede ser congénita o adquirida, temporal o irreversible y, además, progresiva o regresiva.
Tipos de discapacidad
- Discapacidad física: es la disminución o ausencia de las funciones motoras o físicas. Las causas de la discapacidad física muchas veces son congénitas o de nacimiento. Se considera que una persona tiene deficiencia física cuando padece problemas en el aparato locomotor o las extremidades, así como parálisis, paraplejías y tetraplejías, y trastornos de coordinación de los movimientos. En todos estos casos el problema puede ser la autonomía personal, sobre todo en la accesibilidad.
- Discapacidad psíquica: son trastornos que llevan a la persona a no adaptarse completamente a la sociedad. Puede ser debido a otro tipo de enfermedades mentales como la depresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar o el autismo, entre otras.
- Discapacidad sensorial: son los trastornos en los órganos de los sentidos. Incluye los trastornos relacionados con la vista, el oído y el lenguaje. Son patologías muy importantes de considerar dado que conllevan graves efectos psico-sociales. Producen problemas de comunicación del paciente con su entorno. Si la discapacidad es visual hablaremos de baja visión o ceguera. Si es auditiva, hablaremos de hipoacusia o sordera. Estos dos casos pueden llevar a una discapacidad del lenguaje, como pueden ser las personas sordomudas, que precisan de otro instrumento de comunicación, el lenguaje sordomudo.
- Discapacidad intelectual o mental: es un término utilizado cuando una persona no tiene la capacidad de aprender a niveles esperados y funcionar normalmente en la vida cotidiana. La discapacidad intelectual se expresa cuando una persona con limitaciones significativas interactúa con el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene el entorno. Según sea un entorno más o menos facilitador, la discapacidad se expresará de manera diferente. A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender, comprender y comunicarse. La discapacidad intelectual generalmente es permanente, es decir, para toda la vida, y tiene un impacto importante en la vida de la persona y de su familia. La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental.
Por otra parte, también hay niveles de discapacidad: leve, moderada o severa. Según el tipo de discapacidad podemos evaluar qué nivel presenta. Estos niveles no son siempre fijos. Una persona puede evolucionar o involucionar, y pasar de un nivel severo a leve, o de moderado a severo (también dependiendo del tipo de discapacidad que hablemos).
El concepto hoy en día
El 22 de mayo de 2001, la OMS (Organización Mundial de la Salud), actualizó estos conceptos y creó una nueva ‘Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud‘, con las siglas CIF.
La clasificación habla de funcionamiento (como término genérico para designar todas las funciones y estructuras corporales, la capacidad de desarrollar actividades y la posibilidad de participación social del ser humano), discapacidad (de igual manera, como término genérico que recoge las deficiencias en las funciones y estructuras corporales, las limitaciones en la capacidad de llevar a cabo actividades y las restricciones en la participación social del ser humano) y salud (como el elemento clave que relaciona a los dos anteriores). La nueva conceptualización que la CIF hace del término ‘discapacidad‘ también es fundamental.
Discapacidad es asumida como un término genérico que abarca las distintas dimensiones:
- Deficiencias de función y deficiencias de estructura (antes deficiencias)
- Limitaciones en las actividades (antes discapacidades)
- Limitaciones en la participación (antes minusvalías)
Afortunadamente, la sociedad de hoy día está muy implicada en favorecer la integración de personas con discapacidades. Lo que antes podía ser un rechazo, hoy son las ganas de que todos podamos tener las mismas oportunidades, independientemente de limitaciones o deficiencias.
Nosotros debemos ser un punto de esa sociedad que lucha por una igualdad. Porque todos tenemos limitaciones de otros muchos tipos, y lo importante es aprender de ellos y vivir plenamente.
Bibliografía
- Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED). (2016). Nivel de estudios y discapacidad. Recuperado de https://www.observatoriodeladiscapacidad.info/nivel-de-estudios-discapacidad/
- Casen, E. (2006). Discapacidad. Recuperado de: https://www.ciudadaccesible.cl/wp-content/uploads/2011/08/Casen-Discapacidad-2009.pdf