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Diferencias de envejecimiento entre hombre y mujeres

Diferencias de envejecimiento entre hombre y mujeres

Escrito por Montserrat Capdevila

En unos tiempos (los nuestros) en los que se habla mucho de la igualdad o la desigualdad de género, en geriatría nos planteamos si también si durante el período del envejecimiento existe la desigualdad de género y, sin ninguna duda, la respuesta es que sí. En el envejecimiento entre hombres y mujeres hay muchas diferencias, tanto a nivel físico y biológico como a nivel social y cultural. Seguramente, con las nuevas generaciones, las diferencias a nivel social y cultural puedan irse reduciendo progresivamente (y es por lo que deberíamos luchar), pero evidentemente no se reducirán a nivel biológico, puesto que, obviamente, hombres y mujeres son físicamente diferentes.

Veamos pues a continuación, las diferencias que hay entre los hombres y las mujeres cuando envejecen en los dos niveles que hemos comentado en el apartado anterior:

 

Diferencias de envejecimiento a nivel social y cultural:

La primera diferencia, que es la que marca también muchas de las otras diferencias que van a seguir a continuación, es la esperanza de vida. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2019, la esperanza de vida en los hombres se sitúa alrededor de los 80 años, mientras que en las mujeres es de unos 86 años. La vejez, por lo tanto, es femenina. Esto implica que, en general, las mujeres pasarán muchos más años de soledad que sus compañeros.

En general, en las generaciones actuales, las mujeres presentan un nivel de instrucción (educación) menor que los hombres, con mayores tasas de analfabetismo. Y este hecho se ha asociado a más morbilidad (es decir, a más enfermedades)

En la vejez, las mujeres suelen tener menos ingresos económicos que los hombres, debido a que muchas de ellas no han cotizado tanto como los hombres (menos años trabajados, salarios más bajos…).  Esto hace que tengan menos facilidades para adaptar su vivienda y su vida en general a las necesidades de la vejez.

En los primeros años de la vejez, las mujeres suelen tener muchas ganas de hacer cosas nuevas puesto que suelen liberarse del hecho de tener que cuidar a los hijos, mientras que los hombres van perdiendo su faceta competitiva a medida que van haciéndose mayores, con lo que se vuelven más “caseros”.

Las mujeres presentan más autonomía que los hombres en esta etapa, por lo que es frecuente ver a muchas mujeres viudas, mientras que ellos tienden a volver a emparejarse.

En etapas más avanzadas de la vejez, las mujeres presentan mayores tasas de depresión que los hombres, debido a los mayores períodos de soledad, a los bajos ingresos, a los menores niveles de educación, etc.

 

Diferencias de envejecimiento a nivel físico:

Seguramente sea en este apartado en dónde haya las diferencias más evidentes, y en donde podríamos encontrar infinidad de ellas, pero vamos a dar una muestra:

Seguramente, una de las diferencias más evidentes, se encuentra en la capacidad reproductiva. Como sabemos, los hombres pueden tener hijos sin límite de edad, y aunque sí que es cierto que su capacidad reproductiva disminuye con la edad, esta no desaparece.

La piel del hombre es más gruesa, tiene más colágeno y también más grasa, y eso hace que tarde más en arrugarse. Ahora bien, debido a estas mismas características de la piel, cuando se arruga, sus surcos son también más profundos.

Debido a factores hormonales y genéticos, los hombres pierden más pelo que las mujeres. Y, además, lo empiezan a perder mucho antes que ellas.

Después de la menopausia, se produce una disminución importante de los estrógenos (que son las hormonas femeninas). Esta disminución de estrógenos produce una pérdida de la masa ósea y como consecuencia, una mayor fragilidad ósea en las mujeres (enfermedad llamada osteoporosis). Eso hace que las fracturas óseas sean mucho más habituales en las mujeres que en los hombres en la vejez (se estima que ellas tienen un riesgo 3 veces mayor que ellos de sufrir fracturas óseas por osteoporosis). Así mismo, también son mucho más frecuentes en ellas enfermedades osteoarticulares tales como la artritis, la artrosis o las lumbalgias.

Los cartílagos de la nariz y las orejas crecen de forma continuada en los hombres, lo que hace que a los hombres les sigan creciendo la nariz y las orejas durante la vejez.

Según parece ser, algunos estudios apuntan que el cerebro de la mujer envejece más lentamente que el de los hombres, esto haría que el deterioro cognitivo en las mujeres fuera también más lento que en los hombres.

 

Hemos visto pues, algunas de las diferencias a la hora de envejecer, entre hombre y mujeres, pero obviamente hay muchas más, tanto a nivel fisiológico, como psicológico y social.  ¿Qué otras diferencias se te ocurren o has observado? ¿O por el contrario, crees que no existen demasiadas diferencias entre la vejez de un hombre y la de una mujer?