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¿Qué es el envejecimiento activo?

¿Qué es el envejecimiento activo?

Escrito por Alicia Pardo Crego

Según las Naciones Unidas, la senectud comienza a partir de los 60 años. Y, en 2030, esa será la edad de una de cada seis personas. Trabajar por darles una vejez con el mejor estado físico, mental y emocional posible es una cuestión que no admite esperas. En este artículo, te contamos lo que es el envejecimiento activo y cómo se puede introducir en la vida de los/as mayores para que continúen participando en la sociedad. ¡Toma nota!

¿En qué consiste el envejecimiento activo?

¿Qué es el envejecimiento activo? Se trata de un proceso orientado a que los/as ancianos/as estén en las mejores condiciones, conservando el máximo de sus capacidades y cultivando sus intereses para tener un papel vivo en su entorno. Incluye todas las áreas relacionadas con el bienestar, desde la salud hasta el ocio, los vínculos emocionales y la protección que necesitan; y se incorpora como un elemento más de los planes asistenciales.

El área geriátrica es una de las que más lo impulsa, incluyendo, por ejemplo, actividades en las residencias de mayores o fomentando su autonomía en la atención domiciliaria. Si te interesa introducirte en este sector profesional o estás en contacto con personas mayores, nuestro Curso de Geriatría y Gerontología contiene todo un módulo sobre el envejecimiento activo, lo que es y sus procedimientos básicos; de manera que puedas ofrecerles cuidados que enriquezcan su vida.

Recomendaciones para un envejecimiento activo

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acuñó el término en los años 90, se han establecido distintas recomendaciones para fomentar la vejez saludable. Y no es extraño, ya que existe un gran número de actividades para la tercera edad que benefician la salud.

Su objetivo es prevenir el deterioro físico y cognitivo al que se es más proclive en esta etapa, luchar contra la soledad de los/as mayores y despertar en ellos/as aficiones que les/as motiven. La independencia, el respeto y la seguridad de este segmento de la ciudadanía son otras de las bases que conforman lo que es el envejecimiento activo. ¡Veamos cómo ponerlo en práctica!

  • Salud física: en la tercera edad, se aconseja abandonar los hábitos perjudiciales (fumar, beber alcohol…) y realizar actividad física regular de bajo impacto. Por ejemplo, dar paseos, practicar yoga, hacer aquagym o apuntarse a pilates. Los ayuntamientos de la mayoría de las ciudades también han instalado parques biosaludables con maquinaria para que los/as mayores se ejerciten.
  • Salud psicológica: cualquier actividad que suponga un reto mental será una buena elección. Aunque hay aplicaciones para personas mayores, puzles o juegos de memoria, lo mejor es optar por actividades en grupo. También hay quien se anima en esta etapa a adquirir nuevos conocimientos con cursos o carreras.
  • Participación en la sociedad: que las personas mayores se unan a clubs o a grupos de voluntariado ayuda a que establezcan vínculos emocionales.
  • Aficiones: la motivación y la ilusión son fundamentales en el envejecimiento activo. Lo que es importante es escoger una actividad que entusiasme al/la mayor, ya sea la lectura, el bordado, la jardinería, la pintura…
  • Seguridad: estar, si es posible, en barrios seguros y tranquilos, y en casas amigables a nivel arquitectónico con la tercera edad contribuye a que los/as mayores vivan plenamente. Lo mismo ocurre con la seguridad que les supone saber que recibirán asistencia si lo necesitan.

Beneficios del envejecimiento activo

Al llegar a la tercera edad, las características de las personas cambian. Ya no son tan ágiles, descansan peor y disminuye su conexión con el entorno.

También es posible que desarrollen una menor autoestima y que necesiten asistencia continuada. Pero lo que propone el envejecimiento activo es maximizar la calidad de vida al margen de cualquier enfermedad física o mental, tratando de optimizar los aspectos que redundan en el bienestar del/la mayor.

Para ello, cada ámbito del envejecimiento activo contribuye desde su disciplina. A continuación, explicaremos los beneficios que aportan y su impacto en la tercera edad.

Aumento del bienestar físico

Los beneficios de la actividad física en personas mayores están más que comprobados. Lo que el envejecimiento activo consigue a este nivel es, principalmente, una mayor esperanza de vida, ya que las patologías asociadas a la edad se reducen.

El ejercicio regular frena el deterioro del organismo y, en consecuencia, también disminuye la probabilidad de sufrir accidentes tan comunes como las caídas. Hay incontables investigaciones sobre el asunto, como este estudio sobre los Beneficios de la actividad física para la promoción de un envejecimiento activo en personas mayores: revisión bibliográfica.

Menor índice de trastornos mentales

Los cambios que conlleva la entrada en la senectud favorecen el surgimiento de trastornos mentales, que causan dependencia en la tercera edad en un gran número de ocasiones. Como el envejecimiento activo impulsa la socialización del/la mayor, los factores que los desencadenan se debilitan. Hablamos de cuestiones como la soledad o la falta de propósito.

Replanteamiento del rol social

Mantenerse activo da vitalidad, y eso cambia el papel que las personas mayores tienen. Abandonan su rol pasivo, aportan socialmente y ganan en autonomía para sentirse útiles, necesarios y valiosos.

¿Cómo se prevé el futuro del envejecimiento activo?

La ya citada Organización Mundial de la Salud ha elabora una estrategia centrada en los/as mayores. Parte de su definición de lo que es el envejecimiento activo para establecer un plan a diez años vista, en el que se integran los principales organismos públicos y privados del país.

El documento de la OMS, conocido como Década de Envejecimiento Saludable 2020-2030, pretende “añadir vida a los años” y años a la vida mediante alianzas institucionales e intergeneracionales, así como con las “inversiones apropiadas para fomentar un envejecimiento saludable”. Todas estas acciones dibujan el que será el futuro del active aging, fundamental para afrontar el aumento de la población envejecida.

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En 2050, el 22% del planeta será sénior. De hecho, ya hay más ancianos/as que menores de cinco años, y los efectos se están dejando ver en el mercado laboral.

La atención geriátrica ha experimentado un fuerte crecimiento en su demanda, lo que favorece las perspectivas profesionales de los/as especialistas. Con el Curso de Geriatría y Gerontología, te convertirás en uno/a con un programa flexible y completo, que te proporcionará un título propio de Deusto Salud y un diploma universitario de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). ¡Fórmate e impulsa el bienestar de nuestros/as mayores!