7 ejercicios de rehabilitación para la tendinitis en el hombro
Puntos clave
- La tendinitis en el hombro suele aparecer por movimientos repetitivos o malas posturas, afectando especialmente a quienes levantan los brazos con frecuencia.
- La recuperación tiene dos fases: trabajar la movilidad con ejercicios pasivos, activos y de Codman; y tonificar rotadores y musculatura para recuperar la fuerza.
- Para evitar recaídas, se recomienda mantener una rutina de refuerzo muscular y adaptar las actividades que provocaron la lesión.
En la entrada de este mes vamos a hablar sobre una de las patologías más frecuentes entre la población: la tendinitis. Siendo más exactos, veremos qué son las tendinitis en el hombro y conoceremos algunos ejercicios de rehabilitación para poder tratarlas.
Causas y síntomas de la tendinitis
Normalmente, la tendinitis viene provocada por el exceso actividad y por malas posiciones corporales que provocan un desequilibrio articular, muscular y compresión en los tendones: personas que levantan los brazos por encima de la cabeza en repetidas ocasiones (pintor), deportistas con movimientos repetitivos (nadadores, tenistas…).
Los síntomas que sufre una persona con tendinitis en los hombros suelen ser:
- Dolor leve-moderado. Suele aumentar con el movimiento y cede con el reposo. A veces se puede irradiar hacia la cara anterior del brazo.
- Dolor agudo debido al movimiento. Este tipo de dolor es puntual y provoca claudicación, es decir, imposibilidad para continuar con la acción.
- Impotencia funcional. A medida que avanza la tendinitis, se produce una limitación en la movilidad de la articulación y cada vez el hombro pierde capacidad para realizar movimientos necesarios para la vida diaria. Sobre todo afecta a movimientos de rotación (rascarse la espalda, por ejemplo) y elevación (peinarse).
- Debilidad muscular. La impotencia funcional hace que el hombro se mueva cada vez menos por culpa del dolor y esto provoca que haya una disminución de la masa muscular.
Antes de empezar con la rehabilitación es indispensable pasar por una exploración médica para confirmar el diagnóstico. A veces, otras patologías pueden dar una sintomatología parecida (bursitis, compresiones nerviosas) y complicar el proceso de rehabilitación. Es posible que el médico necesite alguna prueba diagnóstica como una ecografía o una resonancia (RMN) para confirmar el diagnóstico.
¿Cómo recuperarse de una tendinitis?
El primer paso, como en cualquier lesión, para recuperar una tendinitis, es reducir el dolor. Este periodo puede desarrollarse con un tiempo de reposo, sobre todo en fase aguda, donde será necesario evitar cualquier movimiento que provoque dolor. Es importante aclarar que reposo no es lo mismo que inmovilización, es decir, se tiene que llevar una vida normal limitando algunas acciones concretas.
En esta primera fase de rehabilitación se realizarán los siguientes ejercicios para recuperar la movilidad:
- Movilizaciones pasivas o auto pasivas. Estas movilizaciones serán realizas por el fisioterapeuta o por nosotros mismos. El rango de movimientos será el que nos permita el dolor. La idea de estos ejercicios es poder mantener la movilidad de la articulación y, si se puede, ir recuperando la que el dolor haya limitado.
- Movilizaciones activas. Una vez el dolor vaya disminuyendo, podemos empezar a realizar las movilizaciones de manera activa, siempre respetando la regla del no dolor.
- Ejercicios de Codman. Estos ejercicios ayudarán a descoaptar la articulación y mejorar también la movilidad. Con el cuerpo inclinado hacia adelante y con el brazo no afectado bien apoyado, dejaremos caer el brazo afectado y realizaremos movimientos pendulares, controlando el dolor.
Una vez el dolor ha desaparecido y la movilidad está recuperada o casi recuperada, se realizarán los siguientes ejercicios en esta segunda fase de rehabilitación para recuperar la fuerza:
- Tonificación de los rotadores internos y externos. Estos ejercicios se pueden hacer con gomas, en polea o con una resistencia muy suave. Gracias a ellos, el manguito de los rotadores (grupo de músculos que estabilizan la articulación del hombro), podrá garantizar la estabilidad del hombro, evitando compresiones y descompensaciones musculares. En algunos casos, es posible que haya que dar más importancia al trabajo de rotadores externos, ya que los internos suelen tener un tono muscular mucho mayor.
- Tonificación de la musculatura interescapular. La estabilización de la escápula también es muy importante para la salud del hombro, ya que una buena actividad de esta musculatura evitará que la escápula se desplace hacia adelante, alterando la posición natural del hombro. Se puede realizar con gomas, poleas o mancuernas (poco peso).
- Tonificacion de la musculatura flexora del codo. Esta musculatura también participa de la estabilidad del hombro, por lo que también será necesario tenerla en cuenta y tonificarla. Se puede trabajar con gomas, poleas o mancuernas.
- Estiramientos. Mantener una buena elasticidad en la musculatura es importante para poder tener unas articulaciones libres de tensiones y bien equilibrada.
Dentro de esta segunda fase, estos ejercicios se realizarán de dos maneras diferentes: Isométrica (resistencia sin movimiento) al inicio de la tonificación; y dinámica (con movimiento) una vez ya hayamos ganado un poco de fuerza.
Antes de finalizar, es importante, una vez acabado el proceso de rehabilitación, mantener una pauta de refuerzo muscular de manera regular. También es importante reformular las actividades, ya sean deportivas o laborales, que provocaron la tendinitis para evitar que vuelva a producirse una recidiva.
Siempre recordaros que hay que ponerse en manos de personal cualificado y siempre seguir sus indicaciones. ¿Has hecho rehabilitación por alguna tendinitis? ¡Explícanoslo!
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