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Aplicación de la programación neurolingüística en la vida diaria

Aplicación de la programación neurolingüística en la vida diaria

Escrito por Joan Bertran

La Programación Neurolingüística o PNL nació ligada al campo de la comunicación y ha ido evolucionando para aplicarse principalmente en los ámbitos organizacionales y de recursos humanos. Pero sus principios son enteramente válidos para aplicarlos en cualquier aspecto de nuestra vida diaria que queramos mejorar.

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Establecer una meta en PNL

Inicialmente tendemos a orientarnos hacia las diferentes estrategias y técnicas que nos ofrece la PNL, así como el mejor modo de diseñarlas para alcanzar una meta exitosa. Pero antes de nada existe un paso importante en este proceso: el establecimiento de metas. Si una persona no sabe cuál es su meta, es bastante difícil llegar a conseguirla. Cuanto más conozca sus metas y cuanto más consciente sea de ellas, más fácil será conseguirlas.

Definir una meta claramente es muy importante, ya que si los fines están bien establecidos, se hace patente si se trata de una meta satisfactoria, realizable y que vale la pena conseguir. El primer paso del proceso es hallar una meta importante en su vida, aunque hace falta ponerse en movimiento y actuar para lograrla.

Las personas exitosas no sólo tienen metas, sino también una misión, es decir, una vocación o meta vital. Una misión puede ser una meta vital religiosa o humanitaria como en el caso de la madre Teresa de Calcuta; una de tipo artístico como la del director Steven Spielberg o la del pintor Pablo Picasso; o una de tipo tecnológico como la de Bill Gates, entre otras. Estas personas no tienen por qué ser forzosamente más capaces, talentosas, inteligentes, voluntariosas o haber tenido más suerte que otras. Lo que han hecho ha sido aunar todas sus fuerzas en la dirección de la meta, y justamente es eso lo que define una misión. Por tanto, podríamos decir que una misión es la conjunción de todos los valores, convicciones, intereses, deseos y metas de una persona, dicho de otra forma, una misión es el camino principal hacia el éxito.

Buscar una motivación

El paso que sigue al establecimiento de la meta es conectarla con una motivación. Y aquí nos daremos cuenta que básicamente existen dos tipos de motivaciones:

Motivación de huida: aquélla que nos empuja a alejarnos de algo, y es de gran importancia, ya que sin ella, muchas especies se habrían extinguido. El ejemplo más típico es el dolor, aunque sirve para cualquier estado que se vuelve excesivamente desagradable para la persona. El inconveniente más importante es que la motivación de huida actúa de forma no dirigida, es decir, le concede a una persona la fuerza para huir de la situación desagradable pero no le indica el camino hacia ninguna meta concreta. Existe otro inconveniente asociado a este tipo de motivación: se presta demasiada atención a lo que resulta desagradable, con lo que restamos recursos para dedicarlos a las metas positivas.

Motivación hacia la meta: una meta promete la realización de los valores personales y actúa como un imán. La motivación hacia la meta presupone un cierto grado de conciencia y previsión. Generalmente, esta motivación funciona mejor que la anterior, ya que es más positivo centrarse en una meta concreta y orientar los esfuerzos hacia ella que emplear energía sin ninguna dirección. Si desea abandonar una costumbre que le molesta o cambiar una situación incómoda, conecte su propósito con una meta positiva, esto fortalece y mantiene la motivación.

Reforzar la confianza y la autoestima

Para terminar, para establecer una meta y mantener de manera sostenida la motivación, deberemos trabajar la confianza y la autoestima. La autoestima parte del respeto hacia la propia persona con sus fuerzas, sus debilidades y sus capacidades. La autoconfianza también es importante. Quien puede confiar en sí mismo, está satisfecho con su vida y es feliz. Algunas personas se quejan de falta de autoconfianza, autoestima, sentimiento de valía y de seguridad.

Desde la PNL se considera que cada persona dispone de las fuerzas que necesita, que subyacen en sus experiencias. Así, hay personas que piensan que no tienen suficiente paciencia, pero ¿quién puede decir que nunca, en ningún momento, y durante ningún segundo, ha dispuesto de tal recurso? Cada persona lleva consigo los recursos, lo que sucede es que no los percibe. Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez cómo en una situación extrema o bajo una gran presión ha tenido fuerzas y capacidades desconocidas.

De lo que se trata ahora, a partir del trabajo desarrollado con las técnicas y estrategias de la Programación Neurolingüística, es poder aprovechar al máximo los recursos personales sin esperar a que aparezcan estas situaciones límite. Es decir, entrenarse para que de manera natural, en situaciones del día a día, podamos ser consciente de nuestro potencial y aprovecharlo.

¿A qué aspectos de tu vida diaria consideras que podrías aplicar la PNL? ¿Qué oportunidades ves en la PNL respecto a otros sistemas?