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Ejercicios de rehabilitación en agua

Ejercicios de rehabilitación en agua

Escrito por Gerardo Urbano

En la entrada de este mes, vamos a ver qué ejercicios se pueden realizar en una piscina para poder recuperar una lesión. El agua es un medio muy recomendable para recuperar la movilidad después de un periodo de inactividad o para empezar a recuperar la fuerza.

Este tipo de rehabilitación está recomendado para la recuperación de lesiones traumatológicas (esguinces, fracturas, desgarros musculares), periodos post-cirugía, reumatismos…

El agua y la rehabilitación

El ejercicio físico dentro del agua aporta un gran número de beneficios a nuestro cuerpo. El principal es la reducción del peso corporal, facilitando la movilidad y permitiendo al paciente poder realizar movimientos que fuera del agua no se podrían realizar.

También a medida que introducimos más parte corporal dentro del agua, se reduce el impacto sobre las articulaciones, sobretodo en extremidades inferiores, como rodillas y tobillos. A nivel de columna lumbar también se produce una importante descarga.

De manera indirecta, mientras se realiza ejercicio dentro del agua, también se trabaja el sistema cardio-respiratorio.

Si que hay que recordar que no para todas las personas puede estar recomendado la rehabilitación en el agua. Es muy importante que el paciente domine el medio acuático, por lo que las personas que no sepan nadar, deberán tener supervisión en todo momento. Tampoco está recomendado para personas que tengan cicatrices recientes o problemas dérmicos, entre otros.

Ejercicios de rehabilitación

Caminar en piscina profunda.- En este ejercicio colocaremos un churro entre las piernas (como si fuéramos a caballito) o entre las axilas (algunos centros disponen de cinturones de flotación, que también son útiles para este tipo de ejercicios) e intentaremos simular que vamos caminando. Hay que mover las piernas como si se dieran pasos.

En este ejercicio, gracias a la profundidad de la piscina se elimina el impacto por completo, y adeás el paciente, gracias a los elementos de flotación,  puede adapatar la amplitud de movimiento y velocidad en función de su estado.

Caminar en piscina poco profunda.- Consiste en desplazarse caminando dentro de una piscina poco profunda. Lo ideal es que el agua  quede entre el pecho y los hombros, asi conseguiremos mayor efecto de descarga sobre las articulaciones. Este ejercicio se asemeja a la manera de caminar de los astronautas debido a la baja gravedad dentro del agua. Si el paciente se siente seguro y con fuerza, puede intentar empezar a ampliar la zancada dando pequeños saltos para aumentar la intensidad del ejercicio.

Una vez se puede caminar dentro del agua sin problema, si la piscina lo permite, sería aconsejable ampliar el peso sobre las articulaciones que se están rehabilitando de manera gradual, por ejemplo bajando el nivel del agua a la altura de la cadera.

Bicicleta estática en piscina poco profunda.- Una vez se ha ganado movilidad y algo de fuerza, podemos subirnos a una bicicleta estática acuática. En este ejercicio conseguimos aumentar la fuerza de las piernas ya los cambios de ritmo nos permitirán aumentar o disminuir la fuerza de las pedaladas, al mismo tiempo limitamos el esfuerzo de las articulaciones al estar sumergidos dentro del agua. Hoy en día en algunos centros deportivos, disponen de este tipo de materiales.

Correr en piscina poco profunda.- En este ejercicio se aumenta el impacto sobre las articulaciones. Se trata de correr con la mayoría del cuerpo sumergido, a ser posible que el agua nos llegue al pecho, de este modo minimizamos el esfuerzo de las articulaciones, en especial de la rodilla. Podemos empezar caminando y poco a poco aumentar la velocidad del desplazamiento o, si es posible,  buscar partes de la piscina que cubran menos para aumentar la intensidad del ejercicio sobre nuestros músculos (si esto no es posible, se puede aumentar la resistencia llevando bañadores hasta la rodilla o, incluso pantalones de deporte largos. Este ejercicio se puede realizar en fases previas a realizar bicicleta y/o carrera fuera del agua.

Para las extremidades superiores, los ejercicios se realizaran, preferiblemente, en piscina poco profunda, para que el paciente este más cómodo. El agua debe llegar a la altura del cuello, por lo que es posible que haya que adaptar alguna posición. Se puede usar algun cubo o elemento para que el paciente quede sentado, por ejemplo.

Flexo- extensión de hombro.- En la posición descrita anteriormente, el paciente debe elevar los brazo hasta la superficie y volver a bajarlos, llevando los brazos siempre rectos. Las palmas de las manos pueden servir como resistencia si es necesario.

Flexo-extensión de codo.- Misma posición anterior, esta vez se elevaran las manos, llevándolas a la altura de los hombro.

Pronación- supinación.- Con los brazos estirados, paralelos al cuerpo, mover los antebrazos, llevando las palmas de las manos hacia atrás y hacia adelante.

Estos ejercicios siempre se pueden realizar en progresiones, utilizando material auxiliar que aumente la resistencia para producir nuevos estímulos durante la rehabilitación. Para finalizar, siempre hacer referencia a la necesidad de seguir las indicaciones de vuestro terapeuta y respetar los tiempos de recuperacion.

¿Has realizado alguno de estos ejercicios? ¡Explícanoslo!

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