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Primeros pasos para la reflexología podal

Primeros pasos para la reflexología podal

Escrito por Belén Rallo

Es necesario conocer la anatomía del pie, para que puedas comprender las estructuras que manipularás con el masaje reflexológico. También se necesitan tener referencias anatómicas de los pies para que puedas situar adecuadamente los puntos y las zonas reflexológicas.  Debes aprender cómo valorar tanto lo que estás viendo como aquello que palpes, algo que es sumamente importante para un reflexólogo. Así mismo, tienes que tener las herramientas necesarias para que puedas localizar cada punto o zona. Estudiar las formas más adecuadas de manipulación y secuencias estándares para los distintos sistemas del organismo. Y, finalmente, saber realizar los tratamientos específicos para cada patología.

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Reflexología: ¿qué es y en qué consiste?

Antes de nada es imprescindible saber qué es la reflexología, conocer sus fundamentos, los tipos de reflexología, la relación y valores en el trato reflexólogo-paciente, la adecuación del espacio-ambiente de trabajo, y las indicaciones y contraindicaciones de la terapia. Temas que se tratan en otros post ya publicados.

Morfología del pie

La morfología aplicada a la reflexología es la rama de la disciplina que se ocupa de estudiar, describir y enumerar las formas del cuerpo o de una parte del mismo, en este caso del pie.

Se debe estudiar la anatomía del pie, su estructura ósea, las articulaciones que lo componen, la musculatura, las fascias y las vainas. También debes saber las principales referencias anatómicas para poder situar adecuadamente los puntos, llamados zonas clave en reflexología, y poder valorar correctamente los signos que puedas encontrar en el pie. Y también tienes que tener clara y de manera exhaustiva la guía de los signos que puedes encontrar en un pie, tanto si lo estás valorando mediante la observación como si lo haces por la palpación. Es imprescindible llegar a reconocer las patologías del pie y aprender la localización más consensuada de cada punto y zona refleja del pie.

Manipulaciones y secuencias

Primero debes estudiar los diferentes tipos de manipulaciones y unos conceptos previos que debes aprender antes de aplicarlas: qué utilizar para realizar el masaje reflexológico, ritmo, intensidad, tiempo y frecuencia habituales para dicha aplicación. También debes saber cómo llevar a cabo las manipulaciones que se aplican en cada fase. Finalmente, estudiar cómo realizar la secuencia general y secuencias para cada aparato o sistema, aplicando las manipulaciones correspondientes y sus variantes.

Es esencial, y seguro que ya lo sabrás, que en la aplicación reflexológica, las manos se convierten en la herramienta fundamental para llevarla a cabo.

Tratamientos y recomendaciones

Finalmente, debes aprender:

  • Cómo realizar un tratamiento:

Desde que el paciente llega hasta que se va, y cómo se siente cuando recibe una reflexología podal. El objetivo del reflexólogo debe ser siempre que la sesión que tenga el paciente sea un éxito en todos los aspectos. Y para ello lo primero que se ha de conseguir es que el paciente se sienta realmente a gusto. El tiempo que esté en la sesión debe aportarle relajación, bienestar y liberación, y es responsabilidad del reflexólogo conseguirlo mediante el ambiente y su dinámica de trabajo.

  • Cómo tratar las patologías mediante reflexología y las reacciones más habituales durante y después del masaje reflexológico:

Éstas reacciones evidencian que está pasando alguna cosa en el paciente. Pueden poner de relieve la tolerancia a la aplicación del paciente, lo que nos ayuda corregir la intensidad, la rapidez y el tiempo de duración. También hay reacciones que pueden expresar la necesidad de hablar del paciente, para contarnos algo que le está preocupando o causando alguna aflicción. Sea como fuere, el mensaje es que deberemos cambiar lo que estemos haciendo, incluso parar, y preguntar a la persona cómo se siente y cómo percibe el masaje.

  • Cómo aplicar la reflexología a diferentes colectivos:

Como pueden ser los niños, adolescentes, la tercera edad, embarazadas, personas con discapacidades y diabéticos.

Recomendaciones importantes:

  • Andar descalzo, especialmente en superficies irregulares, aporta al pie un estímulo en cada pisada que acaba activando todos los puntos reflejos que se encuentran en la planta del pie. Además, el cuerpo humano es un conductor natural y precisa el contacto con la tierra, algo que los zapatos impiden; sin embargo, necesitamos liberarnos de nuestro exceso de electrones de carga positiva y permitir que penetre en nosotros el flujo de electrones libres, con carga negativa, que proporciona la tierra; por tanto, necesitamos estar conectados a la Tierra. Andar descalzo en la naturaleza unos 20 minutos, activa el sistema parasimpático, es decir, produce una gran sensación de relajación y favorece la salud.
  • Combinar la reflexología podal con otras terapias, como pueden ser la fitoterapia, hidroterapia, homeopatía, Flores de Bach, medicina alopática, ejercicio, Yoga, dieta, geopatías y factores de estrés.

Higiene de pies, es fundamental.

  • Calzado, un elemento muy importante que pueden afectar tanto a la estructura del pie como a otras articulaciones del cuerpo. Por ello, es importante buscar un calzado adecuado que proteja los pies, pero que no los comprima.

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Los primeros pasos en la reflexología podal nos llevan a descubrir un fascinante mundo de equilibrio y bienestar a través de nuestros pies. Esta antigua práctica terapéutica ofrece una vía única para promover la salud y el alivio del estrés, y con la dedicación y el aprendizaje adecuados, podemos dar paso a una vida más armoniosa a través de la atención amorosa que brindamos a nuestros pies. ¡Empieza tu viaje hacia una mejor salud y vitalidad explorando la reflexología podal hoy mismo!

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