¿Qué es la ergonomía en la oficina?

El Consejo de la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA), el año 2000 llego a la conclusión que Ergonomía (o factores humanos) es la disciplina científica relacionada con la comprensión de las interacciones entre los seres humanos y los elementos de un sistema, y la profesión que aplica teoría, principios, datos y métodos de diseño para optimizar el bienestar humano y todo el desempeño del sistema.
La ergonomía pretende mejorar el nivel de seguridad, bienestar y eficacia de trabajadores o clientes, incrementando la calidad de vida a la par que mejoran la productividad.
Asimismo, también son su objetivo el control del entorno, el de optimizar el ajuste de las características del puesto o producto a las necesidades de la persona y detectar y solucionar amenazas a su bienestar.
En definitiva, busca producir un ambiente de trabajo sano y motivante que favorezca la satisfacción del empleado y que permita el correcto desempeño de sus funciones, estar lo más cómodo posible en nuestro trabajo.
Uno de los diferentes tipos de ergonomía, es la ergonomía física, que es la que se encarga de valorar el material de trabajo, la postura corporal o los espacios de cara a evitar la aparición de problemas físicos o facilitar el desempeño en el trabajo, teniendo especialmente en cuenta el factor fisiológico/mecánico.
Imaginaros, una oficina, que no tenga ventanas, que la mesa de trabajo este a una altura baja y que tengas que estar en una postura inadecuada, y además donde el material de trabajo es antiguo, aquí en donde diríamos que la ergonomía en nuestro puesto de trabajo es deficitaria.
Según la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, alrededor de un 25 % de los trabajadores acusan dolores de espalda relacionados con su actividad laboral en una oficina.
El Journal of Medical Economics ha sacado a la luz las elevadas las tasas de absentismo laboral, que se disparan hasta llegar a multiplicarse por 16, ante la aparición de molestias y/o dolor crónico en el trabajo, muchas veces a consecuencia de las malas posturas en el desarrollo de nuestra actividad profesional.
Es de vital importancia, La configuración de su estación de trabajo, cómo está sentado y cuánto tiempo pasa en la misma postura, así como hacemos una tarea determinada, los tipos de movimientos que hace y si hace los mismos movimientos una y otra vez.
Su área de trabajo debe tener una buena iluminación, escaso ruido y una temperatura adecuada.
Y Las herramientas que utiliza para hacer su trabajo deben de estar configuradas para adaptarse a sus necesidades.
Tabla de contenidos
Las posturas ergonómicas más seguras en la oficina son
Trabajo de pie
- Alternar esta postura con otras que faciliten el movimiento.
- Adaptar la altura del puesto de trabajo a la tipología de esfuerzo que se realiza.
- Cambiar frecuentemente la posición de los pies y repartir el peso de las cargas.
- Utilizar un reposapiés.
Trabajo en oficinas
- Mantener la espalda recta y apoyada al respaldo de la silla.
- Nivelar la mesa a la altura de los codos.
- Adecuar la altura de la silla al tipo de actividad.
- Cambiar de posición y alternarla con otras posturas.
- Asegurarse de que el monitor este al mismo nivel de sus ojos para evitar tensar el cuello excesivamente.
- Situar el teclado al mismo nivel de los codos y levemente inclinado para mantener relajadas las muñecas.
- Mantén los objetos más importantes, como el teléfono, la grapadora o los materiales impresos, cerca de tu cuerpo para que tengas que esforzarte lo menos posible para cogerlos. Si tienes que coger algo que no puedes alcanzar cómodamente mientras estás sentado, ponte de pie
- Elige una silla que brinde soporte a las curvas de la columna vertebral. Ajusta la altura de tu silla de manera que los pies descansen planos sobre el piso o sobre un reposapiés y tus muslos estén paralelos al piso. Ajusta los reposabrazos de modo que tus brazos descansen suavemente sobre ellos con los hombros relajados.
- Coloca el ratón al alcance de la mano y sobre la misma superficie que el teclado. Mientras escribes o usas el ratón, mantén las muñecas rectas, la parte superior de los brazos cerca del cuerpo y las manos a la altura o ligeramente por debajo del nivel de los codos. Utiliza atajos del teclado para reducir el uso extendido del ratón. Si es posible, ajusta la sensibilidad del ratón para que puedas utilizarlo con un ligero toque. Alterna la mano que usas para operar el ratón moviendo el ratón al otro lado del teclado.
- Si hablas por teléfono con frecuencia y escribes al mismo tiempo, coloca el teléfono en altavoz o utiliza un auricular en lugar de colocar el teléfono entre la cabeza y el cuello.
- Si tu silla es demasiado alta para que puedas apoyar tus pies en el suelo (o la altura de tu escritorio requiere que levantes la altura de tu silla), usa un reposapiés. Si no hay un reposapiés disponible, trata de usar un taburete pequeño o una pila de libros resistentes en su lugar.
- Debajo del escritorio, asegúrate de que haya espacio para las rodillas, los muslos y los pies. Si el escritorio está demasiado bajo y no se puede ajustar, coloca tablas o bloques resistentes debajo de las patas del escritorio. Si el escritorio está demasiado alto y no se puede ajustar, levanta la silla. Usa un reposapiés para apoyar los pies según sea necesario. Si tu escritorio tiene un borde duro, acolcha el borde o usa un reposamuñecas. No guardes artículos debajo de tu escritorio.
- Coloca el monitor directamente delante de ti, a una distancia aproximada de un brazo. La parte superior de la pantalla debe estar a la altura o ligeramente por debajo del nivel de los ojos. El monitor debe estar directamente detrás del teclado. Si usas bifocales, baja el monitor de 1 a 2 pulgadas (2,5 cm a 5 cm) adicionales para una tener visión más cómoda. Coloca tu monitor de modo que la fuente de luz más brillante quede de costado.
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