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¿Qué hacer para aliviar el dolor de cervicales?

¿Qué hacer para aliviar el dolor de cervicales?

Escrito por Belén Rallo

Si en alguna ocasión has sufrido dolor en las cervicales seguramente sepas de qué se trata y los problemas que conlleva. A continuación verás los síntomas generales del dolor cervical que seguramente muchos coincidan con los tuyos y cómo puedes aliviarlos. En caso que nunca hayas padecido de dolor cervical aprenderás sus síntomas y unas herramientas para llegar a aliviarlo en caso de que te suceda.

El dolor cervical es la segunda causa más frecuente de consulta, después del dolor lumbar. Lo sufren el 71% de las personas alguna vez en su vida.

¿Qué síntomas tiene el dolor cervical?

Por un mal gesto, por una mala posición, por posturas mantenidas, por sobrecargas, por llevar peso, una almohada incorrecta, por estrés, por tensión, por problemas laborales, familiares o sociales, por un accidente de tráfico, por una alteración degenerativa, etc. Muchos son los motivos que acaban desencadenando dolor en las cervicales.

La cervicalgia no es una alteración en sí misma, sino que se refiere al dolor cervical que puede acompañarse de limitación de los movimientos del cuello y, a veces, irradiación a la extremidad superior.

  • Los síntomas son variables dependiendo del origen:

  • Dolor de la región posterior del cuello, nuca, y hacia hombros.

 

  • Dolor suboccipital.

 

  • Dolor de cabeza.

 

  • Limitación del movimiento de la columna cervical.

 

  • Mareos, vértigo, náuseas, vómito, etc.

 

  • Taponamiento de oídos.

 

  • Dolor irradiado por la extremidad superior.

 

  • Alteraciones tempormandibulares

 

¿Cuánto tiempo puede durar un dolor de cervical?

El dolor cervical puede ser muy variable en cuanto a duración. Depende de muchos factores como la causa, el origen, la edad, situación personal de cada individuo, el estado emocional, de estrés y la actitud ante el dolor de cada persona. Todo influye en el tiempo de remisión del dolor.

  • Según la duración del dolor de cervicales la cervicalgia puede ser:

  • Aguda si dura menos de 7 días.

 

  • Sub aguda si va de 7 hasta 7 semanas

 

  • Crónica si la duración es de más de 7 semanas.

 

Por supuesto, el realizar un correcto diagnóstico diferencial y realizar el tratamiento más adecuado para cada caso reducen los tiempos de dolor.

¿Qué hacer para aliviar el dolor de cervicales?

Lo primero y más importante es acudir a un profesional de la salud que pueda realizar un diagnóstico correcto y pueda decidir si con unas pautas es suficiente o bien necesitas de un tratamiento realizado por un profesional.

En muchas ocasiones, con las pautas que te voy a indicar en este post es suficiente para aliviar las molestias causadas por una cervicalgia:

  • Calor

La gran mayoría de dolores cervicales se acompañan de contracturas musculares. Las aplicaciones cortas y superficiales de calor aumentan la circulación de la parte del cuerpo que las recibe y pueden ser efectivas para disminuir la inflamación. Su efecto es aumentar el umbral de la sensibilidad dolorosa y la vascularización de la zona para intentar disminuir la contractura muscular.  La aplicación puede realizarse con bolsas de agua caliente, con hotpack (compresa de calor) o saquitos de huesos de cereza.

  • Automasaje

La realización de un automasaje con tus propias manos o con material, como una pelota de espuma o un palo de superficie lisa (preferiblemente madera), nos ayuda a relajar las tensiones acumuladas sobre todo en los músculos trapecios, angulares de las escápulas y romboides, los cuales están frecuentemente implicados en los dolores de la zona cervical. Este automasaje es apropiado realizarlo antes de un trabajo de estiramientos y de ejercicios cervicales, ya que ayuda a que la musculatura esté más relajada facilitando, así, la relajación del tejido muscular y fascial.

  • Estiramientos

Los estiramientos pretenden colocar en trayectoria externa máxima la estructura músculotendinosa con el fin de estirar los componentes contráctiles, extensibles o los componentes no contráctiles, poco o nada extensibles para lograr extensibilidad o interrumpir una disfunción neuromuscular.

Se deben respetar ciertos principios en la aplicación de los estiramientos: preparar el tejido a movilizar, respetar la amplitud articular, no causar dolor, no intervenir en más de una articulación y respetar los tiempos del estiramiento, que son los tiempos de establecimiento del estiramiento, de mantenimiento, de relajación y de reposo.

Es por esto que los estiramientos deben ser enseñados por un profesional cualificado como un fisioterapeuta.

  • Higiene postural

Es de vital importancia reconocer las posiciones incorrectas que adoptamos en el día a día y, sobre todo, en nuestra actividad laboral y aprender a corregirlas para no recaer. Es importante saber las correctas posturas de descanso, tanto sentados como tumbados en la cama, aprender a realizar los movimientos con la mayor eficacia posible y hacer hincapié en la ergonomía en el hogar y en el puesto de trabajo, es decir, acondicionar y adaptar el lugar a las características físicas de la persona.

  • Ejercicios de corrección postural

Es habitual que una mala postura haya causado el dolor o que por el dolor acabemos adoptando una postura compensatoria. Para poder tener una buena higiene postural, reconocer los malos hábitos posturales y poder aprender a corregirlos y mantenerlos no es suficiente con explicarlos, el cuerpo debe sentirlos, asimilar las correcciones y automatizarlas para no volver a cometer los mismos errores. Para ellos necesitamos unos ejercicios concretos. Estos ejercicios van encaminados a aumentar la conciencia corporal, la propiocepción (sentido que informa al organismo de la posición de los músculos y las articulaciones, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas), a reequilibrar los músculos descompensados, a mejorar la postura y a trabajar sobre la coordinación muscular para restablecer el equilibrio y la estabilidad cervical y evitar así recaídas.

  • Cinesiterapia activa

Estos ejercicios van encaminados a recuperar el tono muscular, aumentar la potencia muscular, incrementar la resistencia o fondo disminuyendo el tiempo de aparición de la fatiga, recuperar el máximo recorrido articular y muscular, mejorar la coordinación y aumentar la destreza y la velocidad del movimiento.

  • Fisioterapia

En caso de persistir las molestias, de que el motivo de los dolores cervicales no sea una simple sobrecarga o que el profesional facultativo lo haya indicado, debes acudir a un fisioterapeuta, el cual realizará el tratamiento más indicado para cada caso después de una buena valoración y diagnóstico diferencial. El tratamiento fisioterapéutico para un dolor cervical, dependiendo del tipo de cervicalgia, puede incluir multitud de técnicas y terapias como masoterapia, tratamiento de puntos gatillos, movilizaciones, técnicas miofasciales, estiramientos pasivos o incluso osteopatía para la liberación de la base del cráneo y rearmonización vertebral, manipulaciones de la articulación temporomandibular, entre otras, todo ello con la combinación de electroterapia y termoterapia.

Has visto cómo aliviar el dolor de cervicales. Seguro que ante cualquier síntoma ya no sentirás la preocupación de pensar “¿ahora qué hago?”. Saber cómo puedes disminuir esas molestias es esencial para tratarlo desde el primer momento o complementar un tratamiento de fisioterapia y evitar que se prolongue en el tiempo. Pues la importancia de que un tratamiento sea efectivo es la buena actitud, saber qué hacer y hacerse responsable del problema para poder darle una solución, ya que si uno mismo tiene ganas de mejorar, y usa las herramientas adecuadas, la evolución será mucho más favorable y rápida.

¿Qué te ha parecido? ¿Has padecido de dolor cervical en alguna ocasión? ¿Conocías alguna de las herramientas para aliviarlo que aquí te hemos comentado? Explícanos.