Modelo GROW en coaching: en qué consiste
Las metodologías y herramientas utilizadas en el campo del coaching son diversas. En este blog queremos mostrarte el uso del modelo GROW para estructurar el proceso de coaching. Quédate a leer y descubre en qué consiste esta mecánica, su utilidad y los beneficios que aporta. ¡Vamos allá!
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Tabla de contenidos
Qué es el modelo GROW en coaching y para qué sirve
El primer paso para utilizar el modelo GROW para estructurar el proceso de coaching es comprender en qué consiste esta metodología. Hablamos de una mecánica creada hacia los años noventa por John Whitmore, que estaba dirigida inicialmente a los procesos de negocio aunque, posteriormente, se utilizó en coaching organizacional. Atendiendo a los principios de esta herramienta, el proceso de coaching se estructura en cuatro etapas bien diferenciadas, que le dan nombre al propio modelo. ¡Las vemos!
- G (goal). Definición del objetivo o meta que se quiere alcanzar. En esta fase definimos lo que queremos conseguir, el qué. Trabajamos para establecer una buena definición de los objetivos, para que sean concretos, medibles, alcanzables, propios y realizables en el tiempo. No podremos pasar a la siguiente fase si no tenemos esta bien resuelta. No obstante, debemos también tener en cuenta que los objetivos pueden cambiar durante un proceso de coaching, los existentes pueden agrandarse o hacerse pequeños y desaparecer.
- R (reality). Exploración de la realidad actual. Tan importante como el objetivo es el dónde se encuentra uno en el momento de empezar. Y es que un GPS no nos puede llevar a ninguna parte si no se sabe desde dónde. Aquí se trabaja en detalle cómo está el coachee, a qué distancia, qué siente que le ha impedido o le impide conseguir lo que persigue.
- O (options). Creación de opciones. Aquí exploramos los posibles caminos o el cómo. Se deben explorar las alternativas, pues posiblemente las conocidas son las que presentan más resistencias y ¿acaso no hacemos mejor una actividad cuanto más disfrutamos haciéndola? Veremos cuáles son las alternativas preferidas y las posibles ayudas para cada una. Esta fase se determina en el plan de acción.
- W (will). Establecimiento de un plan de acción. Aquí trabajamos el cuándo, cuáles van a ser los primeros pasos o las alternativas si no se cumplen, entre otras cosas. Los pasos para trabajar en este punto podrían ser los siguientes:
- Crear un marco de relación y establecer el encuadre de cómo se trabajará.
- Crear un clima de confianza.
- Elaborar un acuerdo y un contrato en el que se especificará qué tipo de coaching se usará y cuáles serán los objetivos y las normas que regirán todo el proceso.
- Trabajar las razones y necesidades (por qué y para qué) que llevan a iniciar un proceso de coaching.
- Especificar los objetivos (qué quiero) y los metaobjetivos (qué más quiero) que se quieren alcanzar, así como los posibles obstáculos que se podrían encontrar en el camino.
- Trazar un plan de acción. Cuando se han establecido los objetivos y las estrategias, el coach y su coachee empiezan a trabajar sobre el terreno, en la vida real.
- Realizar un seguimiento.
Así pues, a través de sus cuatro fases, el modelo GROW se utiliza para que las personas —a título individual o en equipo— alcancen sus propósitos personales y laborales. Es decir, se trata de un sistema que favorece la eliminación de obstáculos y la consecución de objetivos de forma mucho más ágil, contribuyendo al desarrollo en cualquier ámbito de la vida.
El modelo GROW nos permite tener un marco de trabajo en el que nos es fácil memorizar los principales puntos importantes mientras viajamos con el coachee en su proceso hacia lo que quiere conseguir.
Beneficios del GROW coaching: cuáles son
Existen múltiples técnicas de coaching, pero en estas líneas queremos hablarte de los beneficios de utilizar el modelo GROW para estructurar el proceso de coaching. ¿Quieres echarle un vistazo a algunos de los más destacados? En los siguientes puntos desgranamos las ventajas que le aportará al coachee esta herramienta. ¡Toma nota!
- Definir metas de forma más concisa. Seguro que en alguna ocasión te habrán dicho, “no sabes lo que quieres”, y lo cierto es que, en la vida, no es tan sencillo establecer unos objetivos. Gracias al modelo GROW tendrás una meta clara a la que dirigir tus esfuerzos.
- Mayor motivación. Contar con pequeños objetivos te ayudará a mantenerte motivado/a de principio a fin, con el propósito de cumplirlos todos y alcanzar tu máximo potencial.
- Evolución atendiendo a las necesidades del cliente. Otra de las ventajas de utilizar esta herramienta es su adaptabilidad a cada persona o equipo, determinando objetivos nuevos o eliminando otros en función de la evolución en el proceso.
- Facilita la autoeficiencia. Los coachees se dotan de conocimientos que les permitirán, en un futuro, enfrentarse a otro tipo de situaciones contando con las herramientas adecuadas para actuar ante ellas de la mejor manera posible.
¿Cómo empezar con el GROW coaching?
Si quieres utilizar el modelo GROW para estructurar el proceso de coaching, ¡te damos los consejos para empezar! En la primera sesión podríamos establecer el encuadre general del proceso y también los detalles: explicar los fundamentos del coaching, determinar los acuerdos necesarios (compromiso, temas logísticos, honorarios…), explicar el código deontológico por el que se rige el coaching y los puntos más importantes relacionados con la confidencialidad y la protección de datos.
Es necesario tener presente que uno de los objetivos de esta sesión es establecer una relación de confianza, básica para el desarrollo del proceso.
También deberemos explorar la demanda con la que viene el coachee y hacer una prospección inicial del estado actual y el estado deseado. Para ello, nos focalizaremos en las motivaciones, las necesidades y los estados emocionales con los que el coachee se identifica. Es muy importante conocer lo motivado y comprometido que está el coachee y hacerle ver que este proceso implicará cambios personales que debe asumir voluntariamente y con conciencia si quiere que el cambio se produzca y el objetivo se consiga. ¡Este puede ser un buen punto de partida para comenzar a aplicar esta técnica!
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Bibliografía
- Bécart, A. (2016) Coaching y fomento del emprendimiento: nuevas perspectivas para la educación superior. Revista Perspectiva Socioeconómica.