Importancia de la inteligencia emocional en el trabajo
La presencia de la inteligencia emocional en el trabajo es fundamental para crear un entorno respetuoso, sano, donde reine el compañerismo. Un espacio en el que cada persona pueda realizar sus labores con la motivación que se necesita.
Manejar situaciones estresantes debido a plazos de entrega o climas de tensión ante un imprevisto que ha desbaratado los planes iniciales no es sencillo, y en muchas ocasiones requiere de especialistas formados en el Curso de Coaching e Inteligencia Emocional.
Tabla de contenidos
¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el trabajo?
Si un día tiene 24 horas, de todas ellas nos pasamos, de media, unas 8 trabajando. Un porcentaje muy elevado de nuestro tiempo que puede complicarse si no prestamos atención a la inteligencia emocional (IE) en el trabajo.
En un mercado laboral en el que se valoran cada vez más las competencias que van más allá de lo académico, contar con una habilidad como la inteligencia emocional puede determinar el acceso a un determinado puesto. Y es que una compañía que cuente con una plantilla con este tipo de capacidades, gozará de un mayor bienestar, lo que repercutirá positivamente en la productividad.
La IE es una característica propia de una buena o un buen líder, que deben comprender al 100% las necesidades de su equipo, así como saber comunicarse de forma asertiva con sus componentes. Esta conexión ayudará a sobrellevar los momentos complicados que puedan surgir a lo largo de la jornada y a gestionarlos, reduciendo en la medida de lo posible el estrés que provoquen.
Un buen líder necesita contar con habilidades de inteligencia emocional para guiar y motivar al equipo
Sigue leyendo para conocer cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo y conseguir configurar un lugar más estable. ¡Apunta!
Cómo saber si tengo inteligencia emocional con mis compañeros: checklist
La inteligencia emocional (IE) se refiere a la capacidad de comprender, manejar y expresar eficazmente nuestras propias emociones, así como también la capacidad de entender y relacionarse con las emociones de los demás.
Aquí tienes una checklist que puedes utilizar para autoevaluar tu inteligencia emocional en relación con tus compañeros: ¡es la hora de medir tu IE de manera sistemática!
- Autoconciencia: ¿eres capaz de reconocer y comprender tus propias emociones?
- Templanza: ¿eres consciente de cómo tus emociones afectan a tu comportamiento y decisiones?
- Autorregulación: ¿puedes controlar y gestionar tus emociones en situaciones desafiantes?
- Determinación: ¿eres capaz de tomar decisiones pensadas, incluso trabajando bajo presión?
- Motivación: ¿te sientes motivado y comprometido con tus tareas y metas?
- Positivismo: ¿eres una persona capaz de mantener la actitud a pesar de los obstáculos?
- Empatía: ¿eres capaz de comprender las emociones y sentimientos de tus compañeros? (Incluso cuando difieren de los tuyos).
- Habilidades sociales: ¿eres una persona capaz de relacionarse con los demás?
- Escucha activa: ¿eres una persona capaz de escuchar y comprender a tus compañeros?
- Resolución de conflictos: ¿abordas los conflictos laborales con un diálogo efectivos y buscas soluciones al desacuerdo?
- Colaboración: ¿eres capaz de trabajar en equipo en un ambiente colaborativo?
- Adaptabilidad: ¿afrontas los cambios en un entorno laboral con una actitud positiva y flexible?
- Liderazgo: ¿influyes positivamente en el estado emocional de los trabajadores/compañeros?
- Comprensión: ¿eres capaz de comprender el estado de tus compañeros?
Saca tú mismo/a las conclusiones. Evaluar tu inteligencia emocional puede ayudarte a identificar áreas de mejora y a fortalecer tus habilidades sociales en el entorno laboral.
Cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo y crecer personal y profesionalmente
¿Para qué sirve la inteligencia emocional y cómo puede ayudar a nuestra salud mental? Esta habilidad nos ayuda a autorregularnos, conocernos a nosotros/as mismos/as y a entrenar nuestra capacidad para controlar las emociones frente a determinadas situaciones. Aplicar sus técnicas en el entorno laboral es la clave para garantizar el éxito.
En las siguientes líneas te acercamos a algunas prácticas que pueden ser de gran ayuda en tu trabajo. Anótalas y ponlas en marcha para comenzar a disfrutar de los beneficios de la inteligencia emocional.
Presta atención al lenguaje corporal
Una mirada o un gesto pueden significar mucho más que una palabra. El cuerpo no miente, tanto es así, que muchas veces nuestro lenguaje físico desvela nuestros pensamientos. Fíjate en estas conductas una vez compartas cierta información con algún compañero/a, jefe/a o subordinado/a. Sus reacciones te ayudarán a entender si están o no en sintonía contigo.
Inteligencia emocional en el trabajo: toma ejemplo
Tener compañeros/as que te inspiren en el ámbito de la inteligencia emocional es muy importante. Nadie ha enseñado al ser humano a reaccionar ante determinados estímulos, sino que este lo hace atendiendo a sus propias vivencias y a su modo de ver el contexto para adaptarse a este.
Por este mismo motivo, observar como otros se adaptan y amoldan a diferentes procesos, se sobreponen a crisis o gestionan algún error puede ayudar a incrementar la IE de uno mismo.
Asumir los errores
Asumir cuando uno se equivoca fortalece vínculos y ofrece un mensaje muy positivo para el resto de trabajadores/as: nadie es perfecto, todas las personas pueden cometer alguna equivocación. Aceptarlo y asumirlo es clara señal de una buena inteligencia emocional.
No dejes que tus emociones te sobrepasen
Tomar el control de tus emociones es fundamental para que no te desborden. Cuando te sientas frustrado o enfadado por algún motivo relacionado con el trabajo, tómate unos minutos para reflexionar y analizar la situación. Una vez en frío, toma la decisión que estimes más oportuna.
Conseguir esto no es tarea sencilla, y por este motivo, en muchas ocasiones se requiere de un coach de inteligencia emocional que ayude a mejorar a los diferentes empleados/as de una empresa sus habilidades de control de las emociones.
En Deusto Salud te ofrecemos el Curso de Coaching e Inteligencia Emocional, una formación que te permitirá especializarte en el desarrollo profesional y crecimiento personal. Facilita las relaciones laborales y aumenta la productividad de las empresas en un ambiente relajado y empático.
Comunicarse de forma respetuosa
Utilizar las habilidades que facilita la inteligencia emocional pasa por comunicarse de forma asertiva. Transmite tus ideas y una vez hayas explicado todo, escucha atentamente el feedback que den tus compañeros/as, superiores o subordinados/as. Para entenderse hay que escucharse, puede parecer algo evidente, pero no se tiene en cuenta en muchas ocasiones.
Expresarte y dejar que los demás te den su feedback, escuchando de forma activa, es fundamental para una buena comunicación
Además, una buena comunicación es clave también para la resolución de posibles conflictos, tanto dentro como fuera de la compañía. Saber empatizar y ponerse en el lugar del otro te ayudará en este sentido.
Mantener la motivación con pequeñas metas
Marcarse objetivos diarios que sean asumibles va a ayudarte a conservar siempre activa tu motivación. Busca pequeñas metas que puedas cumplir, sé optimista, pero realista. Define propósitos con cierta lógica, teniendo claras tus posibilidades para no generarte estrés o frustración.
Beneficios de aplicar la inteligencia emocional en el trabajo
La aplicación de la inteligencia emocional en el trabajo puede tener una serie de beneficios significativos tanto para los individuos como para las organizaciones. Aquí hay algunos de los beneficios clave:
- Mejora de las relaciones interpersonales: crea un ambiente laboral saludable en la empresa.
- Comunicación efectiva: se facilita la comunicación clara en el entorno laboral.
- Trabajo en equipo: la colaboración mejora la eficacia del trabajo.
- Resolución de conflictos: abordar los problemas de una manera constructiva facilita las soluciones y la gestión.
- Liderazgo efectivo: permite motivar a los trabajadores y los equipos.
- Toma de decisiones racionales: la autorregulación permite informarnos, minimizando la influencia de las emociones.
- Adaptabilidad: adaptarse a cambios y situaciones desesperadas es el mercado más dinámico de la historia.
- Clima laboral positivo:la inteligencia emocional aumenta la satisfacción de los empleados, lo que reduce el estrés y los malos rollos en trabajo.
- Bienestar personal y laboral: hilando con el punto anterior, esto contribuye a la motivación, aumento de la productividad y el rendimiento de los empleados.
- Incremento de la productividad: la inteligencia emocional mejora el rendimiento individual y grupal.
- Retención de talentos: las empresas pueden retener a los trabajadores porque se sienten valorados y conectados con la organización.
En conclusión, la inteligencia emocional beneficia al trabajador y a la empresa, mejorando el rendimiento de la organización.
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De esta formación salen expertos/as que comprenden la naturaleza de las emociones y que están capacitados para ayudar a los trabajadores/as de una empresa a controlar y gestionar sus impulsos con el objetivo de mejorar la comunicación y, por lo tanto, facilitar un ambiente más productivo y donde todo fluya.
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