Conoce los pilares de la PNL
Tabla de contenidos
¿Qué es la PNL?
Bandler y Grinder son sus creadores. El primero de ellos tras estudiar informática i psicología decide aunar ambas ciencias para tratar de entender, explicar y optimizar el comportamiento humano. El objetivo es por tanto encontrar la manera de dar lo mejor de uno mismo, con la mayor frecuencia. La PNL será, en consecuencia, una herramienta útil en la resolución de problemas y conflictos, buscando los caminos para, partiendo de una situación presente (no deseada) llegar a una situación futura mejor (deseada).
Existen diversas definiciones pero para tener una visión clara diremos que se trata de la disciplina que estudia la experiencia subjetiva humana. Desde esta perspectiva tenemos que entender que no se trata de una teoría, más bien hablamos de un modelo que trata de explicar cómo funcionamos los seres humanos, como llevamos a cabo procesos de resolución de problemas, toma de decisiones y demás comportamientos de nuestro día a día. De ahí que algunos utilicen la metáfora del “software del cerebro” para referirse a la PNL, ya que trata de describir y comprender como pensamos, sentimos y actuamos para poder hacerlo mejor y con más éxito.
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Veamos de dónde le viene el nombre PNL:
- Programación: utilizando la analogía del ordenador, se refiere a las diferentes maneras que tenemos de organizar nuestras informaciones y del modo en que estas organizaciones nos afectan en los diferentes resultados deseados.
- Neuro: La presunción por parte de PNL de que todo comportamiento es el resultado de los diferentes procesos neurológicos que se ponen en funcionamiento a través de nuestro organismo.
- Lingüística: Hace referencia a toda la expresión comunicativa de la persona, tanto consigo misma como con lo que la rodea. Además, si consideramos el organismo como un todo, debemos entender como lenguaje toda expresión fisiológica, de ahí la premisa de que “no es posible no comunicar”
Los principios de la PNL
Veamos cuales son algunos de los supuestos de los que parte dicha disciplina:
- Las personas pueden cambiar.
- Las personas tienen todos los recursos que necesitan para cambiar.
- Todos los comportamientos tienen siempre una intención positiva (no somos autodestructivos)
- Las personas siempre realizan la mejor elección posible en el momento de su decisión y para ello se basan en los recursos entonces disponibles
- Nuestra representación interna del mundo, no es el mundo mismo, sino únicamente una aproximación reducida.
- Nuestras representaciones del mundo son realizadas a través de la información captada por los canales sensoriales
- No hay nada bueno ni malo intrínsecamente, es el pensamiento el que lo hace tal.
- En la comunicación no hay fracasos, solo información. No hay errores, solo resultados
- El 93% del impacto de nuestra comunicación es no verbal.
- Las personas tenemos dos niveles de comunicación: consciente e inconsciente.
- La flexibilidad es indispensable.
- Si continuas haciendo lo que siempre has hecho, no irás más allá de dónde has llegado.
- El cuerpo y la mente son un solo sistema.
Los sentidos y la percepción
Teniendo en cuenta todo lo anterior, vamos a lo que a mí me parece la clave. Según la PNL los seres humanos percibimos la realidad a través de la interpretación que nuestro cerebro hace de la información que captan nuestros sentidos. Es decir, constantemente, ya sea de modo consciente o inconsciente, procesamos información a través de Vista, olfato, tacto, gusto y oído, además de las percepciones internas, que denominamos propioceptivas. Esta información pasa por el “filtro” de nuestra experiencia para poder ser interpretada y almacenada, para de este modo ir configurando una idea del mundo que nos rodea. A esta idea personal del mundo nos referiremos como “mapa mental”. Estos mapas mentales aunque parecidos, pueden albergar importantes diferencias interpersonales, de ahí que a menudo cada cual tenga “su verdad” respecto a acontecimientos o sucesos vitales.
Los mapas mentales
Así pues vemos como la PNL utiliza como concepto nuclear el de mapa mental para referirse a la visión del mundo y de las cosas que hace cada persona basándose en su experiencia, cultura, generación, lugar de origen y cualquier otro filtro por el que pasan nuestras percepciones de la realidad. De ahí que una frase muy utilizada de la PNL es que “el mapa no es el territorio”, precisamente para diferenciar «lo que es» de “lo que cada uno interpreta que es”.
Cuando trabajamos desde esta perspectiva será fundamental entender el mapa mental de nuestro interlocutor para tratar de adaptarnos y generar una comunicación fluida.
Así pues para la PNL la buena comunicación no solo es comprender el mapa del otro, sino que el otro comprenda que lo hemos comprendido. A esto desde la PNL le llamamos generar rapport. Esto es fundamental en la comunicación de nuestro día a día pero especialmente cuando a través de nuestra comunicación pretendemos conseguir un objetivo.
¿Qué formas tenemos de generar rapport?
Para poder hacer que el otro se sienta comprendido lo primero es hacer una buena observación (a lo que la PNL denomina calibrar). A partir de ahí disponemos de técnicas verbales y no verbales para acompañar. Así, serán muy importantes nuestros gestos, tratando de adoptar el mismo estilo que el de nuestro interlocutor, como la utilización de reformulaciones, silencios estratégicos, preguntas etc…
Solo cuando logramos esta sintonía con nuestro interlocutor, ya sea un cliente, compañero o paciente, podremos dar un paso más, consensuar el problema a resolver y esbozar las distintas alternativas de solución.
Desde la PNL abordamos los distintos impedimentos que bloquean el cambio con estrategias que tratan de incidir en nuestra forma de ver el mundo para que en consecuencia, cambie nuestra forma de actuar. Como hemos dicho al principio, para la PNL solo actuando de modo diferente al habitual podemos recoger diferentes resultados. Finalmente pues, la PNL se alza como una herramienta al alcance de todos, que nos ayuda a cultivar nuestra creatividad en la resolución de problemas.