El drenaje linfático manual tras la cirugía mamaria
Los vasos linfáticos recorren casi todo el organismo y transcurren próximos a las venas, pero no son visibles a simple vista como estas. Su misión principal es contribuir a reabsorber el exceso de líquido (edema) que se forma en los tejidos. El líquido que se encuentra dentro del sistema linfático se denomina linfa. El sistema linfático también tiene una importantísima función inmunitaria.
¿Qué es el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual (DLM) es una técnica de masaje que mediante suaves y repetitivas maniobras sobre la piel, logra acelerar e incluso redirigir la circulación linfática superficial. Su aplicación acelera la reabsorción del edema y por tanto disminuye la hinchazón del tejido. El drenaje linfático manual como su propio nombre indica se realiza con las manos del terapeuta, no con aparatos o máquinas. Es una técnica suave, las maniobras son siempre superficiales y agradables, no es una técnica agresiva, los amasamientos o las manipulaciones fuertes de masaje no forman parte del drenaje linfático manual. Se realiza sin cremas, ni aceites. Al ser el drenaje linfático una técnica manual que mejora la circulación linfática, su utilización va a ayudar a eliminar antes todos los edemas post-quirúrgicos. Gracias al DLM mejoramos la cicatrización del tejido, eliminamos o disminuimos las molestias post-operatorias y aceleramos la recuperación. El drenaje linfático manual está especialmente indicado en las siguientes intervenciones quirúrgicas mamarias:
- En la mamoplastia de aumento (aumento de pecho) el DLM disminuye la inflamación del seno, su correcta aplicación demuestra su eficacia desde el primer día.
- La mamoplastia de reducción (reducción de los senos).
- Mastopexia (elevación del pecho).
- En la reconstrucción de mama, independientemente de las técnicas reconstructivas utilizadas (con implantes y expansores mamarios o con tejido autólogo), el drenaje linfático es muy útil en todas las fases del proceso reconstructivo. La posible linfadenoctomia axilar (extirpación de los ganglios linfáticos de la axila), puede obligar al terapeuta a efectuar el drenaje linfático buscando vías alternativas de drenaje. El drenaje linfático manual es imprescindible en el tratamiento o prevención del linfedema postmastectomia.
Al ser una técnica de masaje suave, que no traumatiza el tejido, y favorece la desinflamación del mismo, se puede comenzar a utilizar según la operación realizada, desde las 24 o 48 horas siguientes a la intervención.