¿Cómo tomar homeopatía enfocada al parto?

Todas las mujeres que hemos vivido un embarazo y el correspondiente parto sabemos que es normal experimentar ciertas dolencias que, sin ser graves, pueden hacértelo pasar mal en esa recta final interminable de la gestación. Además, hay que destacar que el manejo de dichas molestias suele ser difícil con medicación tradicional, ya que la mayoría está contraindicada o simplemente no se disponen de estudios de seguridad durante el embarazo. Es ahí donde la homeopatía gana terreno y nos puede ser una herramienta muy útil tanto para esas últimas semanas de embarazo como para el parto y el posparto.
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Molestias más habituales del embarazo que pueden tratarse con la homeopatía
Ansiedad e insomnio
Ya sobre la semana 37 del embarazo, cuando vamos viendo que se aproxima la fecha teórica del parto, van apareciendo los nervios y los despertares nocturnos, bien por malestar postural, como por acidez o por miedo. Para ello, la homeopatía nos ofrece el medicamento Sedatif PC en comprimidos que puede administrarse en tomas de 2 comprimidos 3 veces al día y ayuda tanto a conciliar el sueño como a relajarse durante el día.
Dilatación
Para ayudar en el proceso de dilatación y el ablandamiento del cuello del útero, también desde la semana 37, se pueden utilizar Actaea racemosa 9CH (5 gránulos por la mañana) y Caulophyllum thalictroides 9CH (5 gránulos por la noche). A medida que se acerca la fecha del parto, se va aumentando la frecuencia de toma hasta llegar a tomar ambos remedios cada hora.
Dolor
Pueden ayudar a controlar el dolor leve a moderado remedios como Coffea cruda 9CH, Coffea tosta 9CH. Reservamos la Magnesia phosforica 9CH para los casos en los que el dolor mejora al acurrucarse y usaremos Dioscorea villosa 9CH cuando el dolor sea insoportable. Todos estos remedios en tomas de 5 gránulos separadas de las comidas.
Reparación de tejidos dañados
Los remedios estrella para este caso son la Arnica 15CH y la Staphysagria 9CH, ya que ayudan a cicatrizar las heridas del parto así como reducir el sangrado propio del posparto. Se empieza por una posología de 5 gránulos de cada uno de ellos 3 veces al día los 3 primeros días tras el parto y se sigue con una toma matutina de 5 gránulos de Arnica 15CH durante el resto de la convalecencia.
Cansancio
La homeopatía también dispone de un eficaz tratamiento para la fatiga del posparto, tanto física como emocional, ya que puede evitar llegar a sufrir la temida depresión posparto. El remedio de elección es Acidum phosphoricum composé en dosis de 5 gránulos 3 veces al día los 3 primeros días tras el parto y reducir a 2 tomas diarias de 5 gránulos el resto del período de recuperación.
Cicatrización de heridas
Sea como sea que suceda el parto, tanto el de tipo vaginal como en caso de cesárea, es raro librarse de algún punto de sutura en la zona. La homeopatía también en este caso nos puede ofrecer alivio eficaz mediante un gel a base de caléndula para aplicar sobre los puntos de la epistomía o bien en los de la cesárea. Su uso puede alargarse tanto como sea necesario hasta la completa cicatrización de la herida.
Posparto
Tras el parto hay mujeres que experimentamos los temido cólicos uterinos, especialmente si éste ha sido largo y laborioso. Para mitigar su intensidad, la homeopatía nos ofrece remedios como la Magnesia phosphorica 9CH en tomas de 5 gránulos cada vez que aparezca el fuerte dolor.
Otra molestia más propia de los días posteriores al parto es el edema vulvar, que la homeopatía aborda con unas 6 tomas de 5 gránulos a cada hora de Apis mellifica 9CH que finalizan con la reabsorción del edema.
Para el dolor perineal se toman 5 gránulos de Arnica montana 9CH mañana y noche durante una semana.
Si aparece dolor mamario, se aconseja abordarlo con Apis mellifica 9CH y Bryonia alba 9CH, ambos remedios en dosis de 5 gránulos tomados 4 veces al día hasta que desaparezca la molestia.
La incontinencia urinaria también es muy habitual y altamente incómoda durante el posparto. La homeopatía la aborda con Calcarea fluorica 7CH en una toma diaria de 5 gránulos a la vez que se realizan ejercicios de rehabilitación de los músculos perineales y del suelo pélvico.
Como habéis podido comprobar todas ellas son dolencias menores que incluso sin tratamiento suelen desaparecer solas sin dejarnos secuelas, pero ¿qué necesidad hay de sufrirlas si existe un tratamiento eficaz para aliviarlas? Su abordaje con homeopatía nos alivia a la vez que ofrece la tranquilidad a las recién estrenadas mamás de que no vamos a tener efectos secundarios ni problemas de compatibilizar la lactancia materna.
¿Qué te ha parecido? ¿Estás dispuesta a probarla? ¿Conoces algún otro síntoma posparto que hayas aliviado con homeopatía? ¡Explícanos tus experiencias!
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