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Consejos para tratar la relajación y la meditación en yoga

Consejos para tratar la relajación y la meditación en yoga

Escrito por Joan Bertran

¿Son lo mismo la relajación y la meditación? ¿Son dos pasos de un mismo proceso? Es bastante común, sobre todo cuando empezamos a practicar yoga, equiparar los conceptos de relajación y meditación usándolos indistintamente. Sin embargo, aunque tengan algún aspecto en común son cuestiones tan distintas como respirar y caminar. Sí, pueden coincidir en el tiempo, una es necesaria para realizar la otra, pero no son la misma cosa.

Empezamos por la relajación en yoga

La relajación es un proceso por el cual se llega a un estado de aflojamiento o distensión corporal y calma mental en el que experimentamos una sensación de ausencia de tensiones, o como mínimo una reducción de las mismas. La duración de este proceso puede variar en función del propio proceso, del estado de cada persona y del contexto.

En las sesiones de yoga se suele utilizar Savasana (postura estirada boca arriba con brazos y piernas separados) entre 5 y 10 minutos al final de la clase para integrar el trabajo realizado. Asimismo, durante la sesión se realizan muchas microrrelajaciones entre asana y asana; son espacios cortos durante los cuales el practicante afloja completamente su cuerpo y descansa. Esa es para muchos la principal función de la relajación en el yoga, reponer la energía después del esfuerzo de la asana. A otro nivel, la relajación es para el practicante de yoga como el principio de la interiorización, de la abstracción sensorial, y una forma de purificar los condicionamientos mentales.

Para los yoguis, como para el resto de personas, un ambiente agradable es algo positivo, pero en el yoga la paz siempre se busca en el interior de uno mismo y no depende de factores externos. Por tanto, sin despreciar la armonía externa, el proceso de relajación yóguica ha de proceder de la interiorización y no de estímulos sensoriales.

Además, hay que advertir un error muy común que es considerar la relajación como una herramienta para inducir el sueño. La relajación no es lo mismo que dormir, cuando el sujeto solo tiene activo el subconsciente. En la relajación, el practicante ha de permanecer despierto, de manera que tanto el consciente como el subconsciente están actuando a la vez.

Requisitos básicos para la relajación

Existen algunos requisitos fundamentales a la hora de llevar a buen puerto la relajación, que también se pueden aplicar a la práctica de la meditación:

  1. Postura correcta, que por un lado permita la distensión de todos los músculos, tanto superficiales como profundos, y por otro lado que favorezca el aislamiento sensorial.
  2. Tranquilizar la mente y las emociones, mediante el flujo rítmico de la respiración.
  3.  Atención consciente, del cuerpo y del proceso respiratorio.
  4.  Un lugar tranquilo, limpio, ventilado, pero sin corrientes de aire, con una temperatura agradable, preferiblemente sobre una manta o esterilla en el suelo.
  5. Ropa cómoda, sin compresiones de cinturones, faja o sujetadores.
  6. Por último, respecto a la duración se ha comprobado que tanto en la relajación como en la meditación aparecen cambios fisiológicos favorables importantes relacionados con la práctica a partir de los 20 minutos de sesión. Por tanto, lo mejor es trabajar como mínimo 20 minutos, especialmente si se practica la relajación al margen de la sesión de asanas.

Consejos para la meditación en yoga

La meditación no es un acto mágico ni que surja espontáneamente sino el resultado de la práctica regular de ejercicios de interiorización y concentración.  A través de esta práctica continuada, la meditación deviene un proceso que activa o pasivamente nos lleva a desandar lo andado, a demoler el edificio sobre el que hemos construido nuestra realidad. Existe una frase muy famosa de Buda cuando alcanza el estado de iluminación: «ahora he visto la viga maestra donde se sustentaba el edificio, ya nunca más volverá a elevarse sobre ella». Por tanto, aquello que podemos llamar meditación inevitablemente ha de producir importantes transformaciones a nivel interior.

La meditación también nos lleva a desarrollar una sinergia dinámica entre la capacidad activa-creativa con la capacidad serena y receptiva, desbloqueando los hábitos que limitan nuestro potencial, lo que aumenta la capacidad creativa y la inteligencia en general, y además nos conecta con los otros aumentando nuestra empatía. Dicho de otro modo, la meditación actúa como armonizador, no solo sobre uno mismo sino también en relación con el entorno.

Para andar este camino es importante contar con el acompañamiento de una persona experimentada que pueda indicarnos qué técnicas de interiorización y concentración son las más adecuadas para nuestras características personales.

En definitiva, tanto la relajación como la meditación, para que sean efectivas y beneficiosas requieren, como todo en la vida, esfuerzo y constancia. Muchas personas practican un día y se desaniman porque no notan nada o porqué lo único que consiguen es ponerse más nerviosas. De aquí la importancia de contar con alguien que nos guía y sobretodo con nuestra constancia y fuerza de voluntad.

¿Practicas yoga habitualmente? ¿Cuál es tu experiencia con los ejercicios de relajación y meditación?

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