Claves del éxito en el coaching
La meta central de un proceso de coaching es contribuir a desarrollar el crecimiento personal del cliente a través de sus propios cambios. La manera de conseguirlo puede seguir caminos diversos y dependerá de la experiencia de cada profesional, pero trataremos de enumerar algunas claves.
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Tabla de contenidos
El éxito de la relación profesional-cliente en coaching
Cuando llevamos a cabo un proceso de coaching, sea como coach o como coachee, buscamos alcanzar unos resultados. Como coach buscamos el éxito en nuestro desempeño profesional, que no es otro que el éxito de nuestro cliente. El logro del coachee es nuestro propio logro. Lo que él alcance tendrá, en parte, nuestro sello como acompañantes.
Hay dos aspectos clave, relacionados con la relación entre el coach y el coachee, para que el proceso funcione exitosamente:
- La relación de confianza que logremos crear con el coachee. Esto muchas veces se subestima y es una de las claves del proceso. Si el coachee no se encuentra en un espacio seguro no va a poder abrirse al coach ni a él mismo, para llegar a ver qué necesita, dónde se encuentra, dónde quiere ir.
- El apadrinamiento que le pueda dar el coach al coachee. Hay que partir de la premisa de que el coachee inicialmente no está seguro de conseguir lo que quiere sin nuestro acompañamiento; si fuera así, en la mayoría de los casos no vendría y, por lo tanto, el que nosotros confiemos en él, que le acompañemos sin juicio, hará que él también crea, aunque sea de manera inconsciente, en sus posibilidades de conseguirlo. El apadrinamiento va mucho más allá de una acción de motivación cognitiva.
El éxito del proceso de cambio
Hay cinco aspectos clave relacionados con el proceso en sí mismo para que el proceso de cambio del cliente sea exitoso y también lo sea nuestra misión como coaches:
- Toma de conciencia: nuestro cliente tomará conciencia de dónde se encuentra (el estado actual), adónde quiere llegar (el estado deseado) y los obstáculos que le impiden lograr su objetivo. Esa toma de conciencia lo desautomatizará y lo preparará para afrontar el desafío del cambio.
- Motivación: coach y coachee trabajaremos para lograr la mejor motivación posible con actitud abierta, curiosa, interesada y deseosa de progresar.
- Planificación: ambos diseñaremos un plan de acción para alcanzar un objetivo y, en caso de que existan, los subobjetivos que lo acercarán al objetivo principal, así como las evidencias concretas, es decir, comportamientos que muestren que se acerca al estado deseado.
- Acción: en lugar de conversar, discutir, debatir y quedarse en las palabras, el coachee, en cuanto tenga el plan, pasará a la acción. Este paso es una clave esencial para que el procesa tenga éxito. Sin acción no hay resultados.
- Cambio: el coachee, una vez que ha tomado conciencia de los obstáculos, que se ha automotivado, que ha diseñado un plan y se ha puesto en acción, debe estar abierto a los cambios que trae aparejado el logro de un resultado concreto. Cuando haces, cambias. Cada vez que haces, cambias.
Entender bien la figura del coach
Por último, aunque parezca algo obvio, será básico que tanto el profesional como el cliente entiendan bien cuál es la figura, la función y las atribuciones del coach y el coachee.
El coachee es una persona que contrata a un profesional para que lo acompañe en su búsqueda por lograr un objetivo. Es el principal protagonista del proceso de coaching. Hay que entender que, si la persona que quiere contratar los servicios de coaching no tuviera un problema para conseguir esos objetivos y todo fluyera con normalidad, nunca vendría a buscarnos. Por lo tanto, cualquier objetivo siempre esconde debajo un problema que deberemos trabajar. En el proceso de coaching, la figura más importante es la persona que decide que ha llegado el momento de contratarte como coach para lograr un resultado determinado, pues es la que experimenta el cambio.
El coach es un profesional que utiliza una serie de técnicas y herramientas diseñadas para que sus clientes desarrollen todo su potencial y alcancen los hacerlo inicialmente. Se presenta a sí mismo como un acompañante en un proceso y es dueño de una fuerte vocación para ser útil a los demás. Se implica al máximo con sus clientes y establece con ellos una relación de confianza mutua y firme. ¿Cómo logra un coach que su coachee desarrolle todo su potencial? ¿De qué materiales se vale? Pues bien, como coach tomamos como punto de partida las ideas del coachee, a las que les damos forma, claridad y un enfoque definido. Luego, trabajamos sobre la comunicación interna, las habilidades interpersonales, las creencias limitadoras y la motivación de nuestro cliente.
Evidentemente no existe una receta mágica que nos garantice el éxito del proceso de coaching, pero sí que nos ayudará tener claras las bases y partir de lo que les ha funcionado a las personas con más experiencia.
¿Cuál crees que es la clave más importante del coaching? ¿Qué elementos consideras que debemos tener presentes desde el inicio del proceso?
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