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Cuáles son la actitud y conducta de un buen coach

Cuáles son la actitud y conducta de un buen coach

Escrito por Joan Bertran

Un coach es una persona que, debido a lo que ha estudiado, ha tenido que replantearse su manera de observar la vida, el trabajo y a los demás. Por lo tanto, se distingue por una serie de actitudes con la que afronta cada una de las distintas circunstancias que se va encontrando en la vida.

Actitudes clave en el coaching

Un coach tiende a desarrollar una actitud de escucha. Se oye con los oídos, pero los seres humanos, más que oír, escuchamos. Al escuchar, agregamos a lo que oímos, y en automático, toda una interpretación. Cuando escuchamos un ruido, no decimos “hubo un ruido”, decimos “se cayó un plato” o “sonó el timbre”. Muchas veces acertamos, otras muchas nuestra interpretación no coincide exactamente con lo que sucedió. Un coach presta mucha atención a esta habilidad. No solo para darse cuenta de cómo él mismo escucha a su coachee, sino también para mostrarle al coachee cómo escucha a los demás.

Por otro lado, el coach no juzga lo que le ocurre o lo que le cuenta su cliente. Imagínate que un coach piensa que su coachee nunca va a conseguir aquello que se propone. Si es así, no podrá acompañarlo en su proceso de una manera efectiva. Así mismo, entiende que lo que vemos está siempre teñido por nuestras percepciones y debe, por todos los medios, intentar que el coachee también entienda este hecho. Imagina a un coachee cuyo jefe le corrige aquello que hace mal y él lo interpreta como crítica. ¿Qué acción nueva y diferente puede encontrar cuando lo que escucha es crítica en vez de contribución desde un punto de vista diferente?

El coach está abierto a acompañar a su cliente para que encuentre su propio “qué” y, posteriormente, su propio “cómo”. Mucha gente solo se compromete con aquello para lo que tiene un cómo hacerlo. Cuando en realidad, lo importante es qué se quiere como resultado. Maneras de hacerlo hay muchísimas, tantas como capacidad de inventiva tenga la gente. Y también sabe buscar y estar, en la medida de lo posible, siempre en su centro. Lo llamamos también actitud de estar centrado. Pase lo que pase en las sesiones con el coachee, debe estar conectado y mantener ese centro. Para conseguirlo, debe tener en cuenta que esta actitud se trabaja cada día, en cada momento.

La conducta del coach

Para que los valores citados sean operacionales, debes traducirlos en conductas específicas. Unas conductas que se plasmarán si somos capaces de desarrollar las siguientes habilidades:

  • Mantener la atención. Este término se refiere a lo que hacen los coaches para transmitir que están pendientes, interesados en lo que el coachee dice. Hay aspectos verbales y no verbales en esta actividad. Los aspectos no verbales incluyen conductas como dar la cara a la otra persona; mantener el contacto visual; gesticular como muestra de asentimiento; evitar conductas distractoras, tales como mirar papeles, interrumpir,… Los aspectos verbales incluyen palabras y expresiones de asentimiento. La habilidad principal que subyace es la de escuchar sin evaluar inmediatamente lo que la otra persona está planteando. Significa tratar de comprender lo que la otra persona está comunicando en vez de evaluar si lo que dice es correcto o incorrecto o de si estás de acuerdo o no. Cuando se hace un juicio prematuro, se interrumpe el desarrollo de la información y se comunica una falta de respeto por la otra persona, lo cual destruye la naturaleza de una conversación de coaching.
  • Indagar. Una herramienta clave para el coach es la de ser capaz de desarrollar la suficiente información como para lograr resultados positivos. Los coaches pueden ayudar a los demás a resolver sus problemas si saben la interpretación que les dan a esos problemas, las medidas que han tomado para solucionarlos y en qué otras alternativas piensan para resolverlos.
  • Reflejar. Una tercera conducta que ayuda al coach a obtener información es reflejar. De esta forma comunica que está escuchando, que comprende lo que la otra persona dice o siente, que no está juzgando y que desea que la otra persona proporcione información que considere importante. Reflejar significa expresar lo que se cree que el otro dice y comunicar los sentimientos que la otra persona ha expresado.
  • Afirmar. Esta herramienta expresa el deseo del coach de que la gente sea competente y refuerza el sentido de logro del coachee. Se focaliza en el resultado final del coaching; en la mejora continua conseguida a través del aprendizaje.
  • Tener disciplina. La última herramienta crítica es la disciplina, que consiste en la habilidad para utilizar las otras cuatro habilidades a fin de crear las características esenciales de una reunión de coach. Esto significa asumir la responsabilidad por su propia conducta y por el resultado de la interacción. Es decir: “si resulto, tuve responsabilidad en ello”.

Dicho de otro modo, tener disciplina y estar comprometido con crear las condiciones esenciales de coaching durante cada interacción como coach, y comprender y estar comprometido con desarrollar la forma básica de conversación durante cada sesión de coach.

¿Cuáles crees que son las actitudes más importantes que debe tener presente un coach? ¿Qué habilidades crees que le ayudarán a desarrollarlas?