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Pasar a la acción en Coaching

Pasar a la acción en Coaching

Escrito por Joan Bertran

Elaborar un plan de acción para coaching con preguntas poderosas

¿Qué acciones vamos a implementar para lograr cada uno de los objetivos o subobjetivos? Pasamos de lo genérico a lo concreto, de lo abstracto a lo tangible. Pasamos del objetivo a la acción. El proceso global de coaching, en resumen, consiste en buscar un objetivo personal, identificando el metaobjetivo latente, marcándonos la visión, así como los diferentes subobjetivos en los que podemos dividir nuestro objetivo principal y, por último, concretarlo en el plan de acción.

Una de las herramientas clave del coaching para acompañar al coachee durante todo el proceso son las preguntas poderosas. Por preguntas poderosas entendemos aquellas que estimulan la reflexión y generan consciencia, animan a encontrar la solución ideal en nuestro interior, se orientan en el objetivo y no en el problema. También son aquellas preguntas que se centran en el presente y se orientan al futuro, que identifican creencias, motivan pensamientos nuevos, nuevas respuestas… En definitiva, las preguntas poderosas generan energía e interés por explorar y conducen a la acción. A la hora de elaborar el plan de acción, como es lógico nos centraremos en aquellas preguntas que facilitan que el coachee pueda poner consciencia y centrarse en la concreción de sus objetivos y las acciones que deberá realizar para lograr alcanzarlos.

Estas son algunas cuestiones que nos ayudarán a ir hacia el establecimiento del objetivo:

  • ¿Qué es lo que vas a cambiar?
  • ¿Lo quieres? ¿Lo deseas? ¿Lo necesitas?
  • ¿Podríamos comenzar a trabajar en tu meta ahora mismo o tendríamos que esperar algo
  • ¿Cuál es tu motivación principal para alcanzarlo?
  • ¿Cómo vamos a saber cuándo alcanzarás la meta? ¿Qué plazo quieres darte para alcanzarla?
  • ¿Te interesa que te cuente algo de cómo alcanzar metas más fácilmente?
  • ¿Cómo podríamos concretar eso que me estás diciendo y expresar lo que quieres alcanzar en lugar de lo que quieres dejar atrás?
  • ¿Cómo sería formular en positivo lo que quieres alcanzar?

 

Hay que recordar que, aunque en todo momento estamos exponiendo que los objetivos se deben formular de una forma determinada, y deberían ser en positivo, medibles, alcanzables, etc., ocurre con frecuencia que el coachee no es capaz de encontrar esa formulación desde el principio. No hay problema. Deja que todo fluya y acompáñalo para ir encontrando las respuestas e ir puliendo el resultado.

¿Cómo pasar de la intención a la acción en coaching?

Una vez hayamos podido establecer el objetivo, deberíamos ya ir pensando en cómo pasar de la intención que expresa al objetivo a la práctica que se manifiesta a través de acciones concretas. A modo de ejemplo, las siguientes preguntas nos permitirán que podamos ir definiendo y diseñando el plan de acción.: 

  • ¿Con qué cosas cuentas para alcanzar tu meta en este momento?
  • ¿Cuáles te están haciendo falta?
  • ¿Cuál podría ser un primer paso?
  • ¿Qué habría que hacer para descubrir el primer paso?
  • ¿Quién te podría dar luces en este asunto?
  • ¿Con quién te podrías juntar que estuviera en la misma onda?
  • ¿Quién se podría burlar o sabotearte?
  • Eventualmente, ¿qué obstáculos podrías encontrar en el camino?
  • ¿Cómo podrías evitarlos?
  • ¿Cómo podríamos poner tus talentos a trabajar por tu meta?
  • ¿Qué podríamos hacer si tus formas de auto sabotaje aparecieran en el camino?

 

A la hora de definir las acciones concretas y el plan en general, no deberíamos olvidar que el proceso de coaching siempre implica cambio, aprendizaje y acción. Por ello su campo está en las acciones relacionadas con las cuestiones prácticas y de la vida real, lo que llega a posibilitar el aprendizaje transformador.

El aprendizaje, en las sesiones de coaching, supone incrementar o disponer de nuevas capacidades para aumentar el nivel de acción efectiva, puesto que realmente se aprende cuando se pueden practicar nuevas acciones o se hacen más efectivas las que se vienen realizando, y con ello se logran resultados que antes estaban fuera de las posibilidades.

Aquí se da un aprendizaje que va más allá de transmitir información y conocimiento, y se vincula al aprendizaje con acción, y esta acción, en sí, es un aprender a actuar. El coaching sigue procesos sistemáticos que facilitan el aprendizaje y promueve cambios cognitivos, emocionales y conductuales que, a su vez, expanden la capacidad de acción para conseguir las metas propuestas, centrándose más en”ayudar a aprender”, que es un proceso diferente al de meramente enseñar. No podemos pretender alcanzar un objetivo sin cambiar nada. Hay que adquirir nuevas capacidades y quizás cambiar aspectos de nuestro día a día.

¿Qué piensas que es lo más importante a la hora de elaborar un plan de acción? ¿Quién piensas que debe definirlo principalmente: el profesional o el cliente?