¿Cómo hacer una entrevista personal en el ámbito del Pilates?
Los diferentes perfiles, las distintas motivaciones, el diferente estado físico de cada individuo, los problemas de salud, las experiencias previas, las distintas expectativas y las diferentes ideas previas determinan que cada día más centros donde se imparte Pilates realicen una entrevista previa para poder valorar adecuadamente las necesidades y las limitaciones de los futuros practicantes de Pilates.
Tabla de contenidos
El objetivo de la entrevista en Pilates
La entrevista tiene como objeto principal recoger la información necesaria del futuro practicante con dos fines fundamentales: el primero es prevenir cualquier riesgo debido a alguna contraindicación que pueda presentar a la hora de realizar la práctica del Pilates, y el segundo es orientarlo adecuadamente, para solucionar sus dudas, informarle de los requisitos y normativa del centro, y explicarle la metodología o estilos que se realizan en el centro.
En relación con el método Pilates, el ámbito de aplicación de la entrevista guarda relación especialmente con los siguientes factores:
- Motivación del futuro practicante.
- Estado general de salud.
- Expectativas.
- Experiencias con respecto al método Pilates.
La entrevista se utiliza o se aplica para recabar información y comprobar si disponemos de las posibilidades para satisfacer las necesidades del aspirante. Existen muchos modelos y formatos de cuestionarios de entrevista, y todos dependerán específicamente del tipo de trabajo que nosotros mismos estemos realizando.
Técnicas de entrevista personal
Las técnicas de entrevista son un tema muy amplio que por sí solo merecería varios volúmenes. Explicaremos aquí de forma sucinta tres tipos de entrevista centrados en el formato de respuestas: cerrado, abierto y mixto. Describiremos las ventajas de cada sistema, sus inconvenientes y herramientas propias.
- Entrevista con preguntas cerradas:
En este tipo de entrevista se suele usar un test o cuestionario en el cual el entrevistado responde normalmente algunas preguntas concretas con un sí o un no, o a lo sumo con varias posibilidades, de tipo muy interesante, bastante interesante, interesante, poco interesante y nada interesante. La ventaja fundamental de este tipo de entrevista es justamente la maniobrabilidad de los datos obtenidos, que nos permite observar rápidamente correlaciones entre los sujetos entrevistados. Como defecto, suele tener como sesgo la limitación de la espontaneidad del entrevistado y, en consecuencia, pueden obviarse datos relevantes, que no preguntamos.
- Entrevista con preguntas abiertas:
En esta entrevista se formulan unas preguntas de tal forma que el entrevistado puede contestarla ampliamente. Aquí el entrevistador debe tener mucha más experiencia. Es preciso tener muy claros los objetivos de la entrevista y construir un guion adecuado para que el entrevistado responda los puntos de interés de la entrevista. La herramienta fundamental para conseguirlo es justamente la entrevista basada en este guion. La ventaja fundamental de este tipo de entrevistas es que el entrevistado suele descubrir facetas que en una entrevista de preguntas cerradas difícilmente están contempladas. El inconveniente principal es que se precisa personal cualificado tanto para realizar la entrevista como para el análisis de las respuestas.
- Entrevista mixta:
La entrevista mixta es aquella en la que se utilizan preguntas abiertas y cerradas. En este caso también se precisa de una persona cualificada para realizarla y para analizar los resultados. De todas formas, es el tipo de entrevista más conveniente para el campo que nos ocupa, dado que debemos realizar una serie de preguntas necesarias, que se han expuesto en la ficha, pero debemos plantear también algunas preguntas para informarnos de manera particular de las características concretas del practicante entrevistado.
Relación entre el entrevistador y el entrevistado
La relación entre entrevistador y entrevistado tiene que basarse en la confianza, el respeto y la comprensión. Además, el entrevistador debe esforzarse en generar una retroalimentación positiva.
Para que funcione adecuadamente, es preciso que el entrevistador esté preparado para realizar adecuadamente la entrevista. Ha de explicar previamente al entrevistado en qué consistirá, más o menos, la entrevista, para que este se haga una idea, es decir, para que no se sorprenda.
Es importante que el entrevistador tenga siempre presente que el objetivo fundamental es escuchar y, por tanto, hay que dar la palabra, en la medida de lo posible, al entrevistado, que es en realidad el protagonista.
Cuando la entrevista está bien encauzada, parecerá más una conversación amigable en la que se comparten intereses mutuos. Cuando la entrevista resulta forzada, tensa, el entrevistador no está aceptando la dinámica del entrevistado. Esto puede responder en ocasiones a cierta impaciencia por parte del entrevistador, por motivos diversos.
Es menester que a la hora de realizar una entrevista no se calcule un tiempo demasiado ajustado, dado que hay que entender que lo que una persona puede responder en poco más de dos minutos a otra puede suponerle una verdadera dificultad. Esto ocurre especialmente si la entrevista permite preguntas abiertas, que, como ya hemos dicho, son de mucho interés para valorar adecuadamente al entrevistado.
La responsabilidad de la fluidez de la entrevista corre completamente a cargo del entrevistador, mientras que el peso, la información, tiene que proporcionarlo el entrevistado, lo que se conseguirá con más facilidad si este se siente cómodo, en un ambiente distendido.