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Valoración previa de un practicante de Pilates

Valoración previa de un practicante de Pilates

Escrito por Joan Bertran

Organizar los grupos de Pilates

Es muy importante realizar una valoración previa, que permita, por un lado, adaptar las distintas técnicas al practicante en cuestión y, por otro, agrupar a los practicantes con necesidades parecidas en una misma clase adaptada para estas necesidades. De esta forma, por ejemplo, una persona de 60 años que empieza su práctica de Pilates, que podría ser considerada a priori un candidato para formar parte de la clase destinada a los jubilados, a pesar de su edad y falta de experiencia, por los motivos que sea, puede encontrarse en un estado suficientemente óptimo para seguir una clase con practicantes de un nivel concreto, tan solo adaptando algunos ejercicios o utilizando variantes de estos.

Con este ejemplo queremos expresar la idea de que la ordenación de los grupos debe hacerse en función de las capacidades reales de cada individuo, tras a un examen y valoración. Por tanto, la tipología del practicante desde una perspectiva del análisis previo está relacionada con su aptitud en relación con los diferentes niveles de las clases o la adaptación concreta de cada grupo.

Una vez que se han homogeneizado los distintos grupos, en la máxima medida posible, se procederá a la elaboración de programas ajustados al perfil de cada grupo. Todo lo anterior revela la importancia de obtener datos correctos antes incluso de que el futuro practicante empiece las distintas clases.

La recogida de datos

Existen muchas formas de recoger datos para entender más adecuadamente la tipología de cada practicante, lo cual dependerá en gran medida del propio perfil y estilo de las clases que se realicen. Así, por ejemplo, si estamos hablando de un centro dedicado exclusivamente a personas de la tercera edad, será innecesario e ilógico recoger datos sobre capacidades deportivas de alto nivel, mientras que, si estamos impartiendo clases en un gimnasio para deportistas de alto nivel, valorar adecuadamente determinadas capacidades puede ser muy importante para establecer los distintos grupos y que cada practicante pueda obtener el máximo beneficio.

La herramienta más útil y más utilizada para recoger los primeros datos del practicante es una entrevista personal, que puede ser básica o ir ampliándola con distintas valoraciones físicas y psíquicas, y con cuestionarios más o menos elaborados en función de los datos que se pretenda obtener. La entrevista personal siempre irá relacionada con el nivel de trabajo de cada centro o clase.

El análisis postural

La práctica de Pilates requiere un estado de salud músculo-esquelético y articular adecuado para que no resulte perjudicial para la persona. Por ello, es útil realizar un análisis postural para descartar cualquier afectación o disfunción que pueda agudizar o provocar una lesión.

Mantener una postura correcta significa ser capaz de mantener un equilibrio dinámico en todo momento, y para ello es necesario gozar de buena salud. La buena postura permite que los órganos internos funcionen correctamente y reducir al mínimo el gasto de energía, tanto en el movimiento como en las funciones vitales. Por eso no es extraño observar que en personas con deformaciones posturales resulte afectada su capacidad física y también la intelectual.

Para evaluar la postura es imprescindible un examen objetivo, observando a la persona en ropa interior en los tres planos: anterior, posterior y laterales. Es importante entender que la postura no es una estructura estática y rígida, sino que el cuerpo está continuamente buscando un equilibrio entre el individuo y el entorno. Evidentemente, siempre se opta por la postura más eficiente con el mínimo gasto energético.

En la postura se puede apreciar cómo se organizan y controlan las cadenas musculares. Todas las cadenas musculares se originan en los pies, lo que nos indica su importancia para la postura a la hora de enviar información propioceptiva al sistema nervioso central.

Durante la bipedestación, la columna presenta una serie de curvas normales o fisiológicas y los huesos de las extremidades se encuentran alineados. Esto permite un buen reparto del peso de todos los segmentos del cuerpo. Además, la pelvis se encuentra en posición neutra y la cabeza está erguida en posición de equilibrio.

Con los datos obtenidos del practicante debemos poder realizar una valoración adecuada para establecer cuáles son sus déficits y necesidades, así como preparar las adaptaciones necesarias de la sesión de Pilates. Con este tipo de valoración podemos incluso detectar algunas afecciones, como es el caso de la escoliosis, o advertir situaciones como una lesión que todavía está en proceso de recuperación.

¿Te habías planteado la necesidad de recoger datos sobre el practicante? ¿Qué otros aspectos crees que sería necesario tener en cuenta para hacer una valoración completa de los estudiantes y los grupos?