Cada vez más utilizado en el ámbito deportivo y el alto rendimiento el método pilates nos ofrece la solución a la readaptación precoz y rehabilitación del deportista tras sufrir una lesión.
El método Pilates consiste sistema de ejercicios que busca construir la fuerza, resistencia, flexibilidad y coordinación del cuerpo. Pilates, aumenta la fuerza sin necesidad de crear músculos voluminosos. Se basa en la fusión de diferentes disciplinas, como el yoga y las artes marciales chinas para crear las técnicas de movimiento.
Es un entrenamiento corporal donde se trabaja el cuerpo como un todo. Se practican una serie de movimientos que te hacen ganar autoconciencia y te capacitan para controlar tu cuerpo y tu vida.
El objetivo de los movimientos es la precisión en su ejecución, consiguiéndose más con menos. Efectuando los movimientos con más lentitud se consigue más efectividad y precisión y por tanto menor número de repeticiones. La respiración coordinada con el movimiento, la concentración, el control del movimiento, la alineación, la fluidez son otros conceptos claves del método. En pocas palabras Pilates entrena todas las partes de nuestro cuerpo para que trabajen al unísono, en sinergia.
¡Rotundamente si! Los ejercicios de Pilates pueden servir como una técnica de rehabilitación. De hecho, el público que se interesa por Pilates lo puede hacer con el objetivo de conseguir un cuerpo escultural o por recomendación de su médico o fisioterapeuta como forma de tratar lesiones de espalda o alteraciones posturales.
Recordemos que el método Pilates como rehabilitación es una excelente opción sin olvidar que también son una técnica preventiva que fortalece el cuerpo frente a lesiones potenciales.
¿Cómo nos puede ayudar el método en la readaptación o recuperación de lesiones?
Cuando utilizamos el método pilates para mejorar la recuperación de lesiones deportivas estamos buscando un desarrollo y reequilibrio de la fuerza y la elasticidad muscular sin acortamientos ni tensiones en los músculos, con nada de impacto, es decir, sin golpes o movimientos bruscos, ya que se hace controlando de forma consciente el movimiento, la fuerza y la postura.
El principal objetivo de la aplicación del Método Pilates en rehabilitación de problemas músculo esqueléticos es lograr la alineación corporal correcta, el tono muscular idóneo, estabilidad articular y el control motor para obtener así el movimiento normal.
La progresiva estabilización de las articulaciones, que significa devolver a las articulaciones su posición y alineación normal, así como normalizar hasta donde sea posible la relación de las estructuras articulares entre sí, es uno de los pilares de la rehabilitación basada en el Método Pilates.
Los movimientos y ejercicios se realizan de forma armónica y sincrónica con un importante trabajo de respiración, para lo cual también es fundamental un alto grado de concentración. La participación de la respiración, controlada de forma consciente, el movimiento y la fuerza muscular, no sólo determina niveles óptimos de oxigenación hacia el cuerpo y los músculos, sino además permite alcanzar un alto grado de relajación mental.
Cualquier proceso de rehabilitación basado en el Método Pilates, comienza por el trabajo de estabilización y fortalecimiento de la región lumbar, y desde ahí se va abordando la estabilidad, alineación y fortalecimiento equilibrado de los otros segmentos corporales, lográndose finalmente la corrección postural y la estabilidad del sistema músculo-esquelético en su totalidad.
Porque pilates al concebir el cuerpo como un todo que se mueve desde el powerhouse, no se focaliza en los músculos afectados por la lesión, sino que se centra en los movimientos que integran la parte lesionada con todo el cuerpo. Recordando sus principios, pilates es: alineación postural, fuerza del centro, estabilidad y movilidad periférica.
El Método permite que los movimientos puedan empezar con simples ejercicios de respiración profunda tumbados en el suelo, dependiendo de la gravedad de la lesión (el hecho de centrar la mente en lo que el cuerpo está haciendo, otorga grandes beneficios de propiocepción) y desde ahí, poco a poco, sesión a sesión, ir sintiendo la mejoría desde la zona lesionada hasta el resto del cuerpo.
Algunos ejemplos de lesiones en los que pilates puede ser un gran aliado:
Cada una de estas lesiones tendrá unos ejercicios concretos para su rehabilitación. Es importante saber que a pesar de la lesión el cuerpo sigue funcionando y a través de los ejercicios globales, conscientes y precisos que nos ofrece el método pilates podemos recuperarnos muy satisfactoriamente a la vez que solucionar y tratar “vicios” posturales en los movimientos causantes de la lesión.
¿Conocías las aplicaciones del método Pilates desde el punto de vista de la rehabilitación? La utilidad de sus ejercicios es realmente sorprendente
Seguiremos contándote cosas, de momento, puedes dejarnos tus comentarios. Nos interesa tu opinión.
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