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¿Qué sensaciones tendremos al iniciarnos en el taichí?

¿Qué sensaciones tendremos al iniciarnos en el taichí?

Escrito por Joan Bertran

La transformación a la que lleva el taichí

El proceso de introducción al taichí le llevará de ser una persona normal y corriente a transformarse en un ser con mucha más vitalidad y energía, con un cuerpo sano y equilibrado, con una mente lúcida y despierta, con unas emociones amables y beneficiosas y con un espíritu libre.

Pero antes de llegar a ese estado sufrirá un proceso que consta de diferentes fases en las que puede llegar a sentir diferentes síntomas, lo cual no es preocupante, pues habrán sido causadas por la constante adaptación de su cuerpo a su nueva condición físico-energética.

Hay que tener siempre en cuenta que, cuando se avanza en la práctica, primero se fortalece el cuerpo físico, sanando las enfermedades que se padezcan, liberando tensiones, fortaleciendo los órganos internos y mejorando sus funciones. A continuación, se empiezan a abrir los pasos de la energía y esta empieza a circular por todo el cuerpo, aumentando su vitalidad y generando un estado placentero que se extiende más allá del cuerpo físico, eliminando así las emociones negativas y las limitaciones autoimpuestas. Y, al mismo tiempo, aumenta de forma gradual el nivel de vibración energética haciendo el cuerpo más sutil y menos denso y desarrollando así la parte espiritual.

Pasar por todo este proceso puede producir ciertas reacciones en el cuerpo físico y en su estructura energética, y puede tener consecuencias personales, pues cambia también la forma de ser y actuar en las relaciones privadas, laborales y sociales. La práctica de estos ejercicios impulsa a solucionar situaciones para poder sanar por dentro y mejorar por fuera, pues la finalidad más importante es aportar salud, paz interior y felicidad, y eso debe abarcar todos los ámbitos en los que la persona se desenvuelve.

Reacciones adversas ante las que actuar

Si el nuevo practicante detecta alguna de las reacciones descritas a continuación, debe comunicárselo a su profesor y seguir sus indicaciones y recomendaciones.

  • Incomodidad y dolor ligero, pero constante, en las partes del cuerpo más débiles que aún no han sido fortalecidas por la práctica.

 

  • Dolor en tobillos y rodillas, así como tensión en distintos músculos al ir tomando conciencia de los grupos musculares y de la tensión en ellos acumulada, y sensaciones que, aunque molestas, son necesarias para dirigir hacia ellos la atención y poder relajarlos.

 

  • Pequeñas contracciones musculares y temblores, debido a la expansión del qi en la zona que, al empezar a circular con mayor fuerza y cantidad e ir deshaciendo los bloqueos habituales, produce estos temblores.

 

  • En los primeros meses de práctica se empieza a sentir frío en las extremidades, ya que, al centrar la atención en el dantien, la circulación sanguínea se ralentiza en las extremidades.

 

  • Después la sensación de frío se transforma en calor, al empezar a surgir la energía que estaba bloqueada y estancada en los diversos puntos, y esta liberación del qi provoca sudoración en manos y pies, señal de que la práctica está funcionando.

 

  • Meses más tarde, esa sensación de calor y sudoración se convierte en un calor agradable y el cuerpo regula muy bien su propia temperatura corporal, adaptando la interior a la exterior.

 

  • Sensación de hambre e incremento de la secreción salivar, que se debe tragar hacia el dantien.

 

  • También se pueden experimentar desahogos emocionales y cambios en la actitud mental del practicante al ir liberando a los diferentes órganos internos de las emociones negativas que en ellos se asientan.

 

Algunas contraindicaciones

Los ejercicios de taichí chuan y chikung deben adaptarse siempre a las características especiales de cada persona, al medio ambiente en que se practica, al clima y a las circunstancias especiales de cada lugar, pues la práctica es algo en constante cambio y evolución que debe fluir cada nuevo día siguiendo los principios del yin y el yang y las leyes universales.

En todo caso, no deberán practicar taichí chuan y chikung las personas que se encuentren en las circunstancias siguientes:

  • Las mujeres durante la menstruación y el embarazo pueden practicar ejercicios muy suaves, como el calentamiento, los auto masajes, las “ocho joyas” o los “cinco animales”.

 

  • Quienes padezcan enfermedades agudas, inflamatorias o de índole invasiva a causa de infecciones víricas en las primeras fases de la enfermedad, con el fin de evitar su propagación a través de la sangre.

 

  • Las personas con problemas mentales graves o en tratamiento psicológico no deben practicar ejercicios de trabajo interno, pero sí pueden hacer taichí chuan y chikung de forma muy suave como el calentamiento, los auto masajes, las “ocho joyas” o los “cinco animales”.

El taichí no es la única terapia manual que puede tener contraindicaciones. En el caso de la terapia alternativa de la reflexología, la cual tiene muchos beneficios, cuenta también con alguna parte negativa. De todos modos, podemos decir que sin terapias que merece la pena probar debido a su balanza positiva en términos generales.

¿Cuáles han sido tus sensaciones al iniciarte en el taichí? ¿Qué cambios has notado?