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3 técnicas básicas de movilización de personas con dependencia

Puntos clave

Puntos clave

  • Mover con cuidado, explicando cada paso, es tan importante como la maniobra en sí.
  • Girar al individuo en la cama, desplazarlo lateralmente y sentarlo al borde son maniobras esenciales para evitar complicaciones.
  • Mantener la postura correcta del cuidador y usar apoyos seguros protege la salud de ambos.

Escrito por Marina Acera

Cuando tratamos con una persona con dependencia hemos de tener en cuenta las técnicas básicas de movilización. Repasamos algunas de ellas.

¿Qué es la movilización?

Hablamos de movilización cuando hablamos de movimientos que se realizan en una misma superficie y que implican cambios de posición o de situación. Debemos distinguir movilización de transferencia. En la transferencia el movimiento se realiza de una superficie a otra. Conlleva por tanto más riesgo ya que implica un cambio de plano y de la superficie de apoyo.

Las movilizaciones pueden ser de dos tipos: activas y pasivas. Las movilizaciones activas son las que realiza el propio individuo. Pueden realizarse de manera autónoma o bajo la supervisión de alguien. Todos nosotros hacemos muchas movilizaciones activas a lo largo del día, aunque no nos estemos dando cuenta. Por ejemplo: girarse en la cama cuando dormimos, es una movilización activa. Las movilizaciones pasivas, en cambio, son aquellas realizadas por otra persona que no es el propio individuo. Este tipo de movilizaciones se suelen dar en personas o pacientes que requieren de ayuda para realizarlo, ya que de manera autónoma no pueden.

Ahora vamos a centrarnos en las técnicas básicas de movilización en el contexto de una movilización pasiva, es decir, en la que nosotros, como profesionales, debemos llevar a cabo para ayudar a la persona que no puede realizarla por sí misma.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de realizar una técnica de movilización? 3 técnicas básicas de movilización de personas con dependencia

  • Explicar a la persona qué es lo que vamos a hacer y cómo, y si es posible, hacerla colaborar en el movimiento.
  • Los movimientos deben ser seguros para la persona y para nosotros. Tenemos que evitar riesgos y posibles lesiones para ambos.
  • El movimiento se debe planificar. Debemos ver qué será lo más adecuado en cada caso.
  • Si encontramos algún obstáculo en el entorno, intentar que no nos interfiera en la maniobra.
  • Tendremos también que valorar si lo podemos hacer nosotros mismos o necesitamos ayuda (otra persona o algún dispositivo técnico).

Técnicas básicas de movilización de personas con dependencia

Como hemos visto antes, las técnicas de movilización de personas con dependencia se van a realizar en un mismo plano.  Así que las más frecuentes serán las movilizaciones que hagamos en la cama del individuo. Éstas son las que veremos a continuación:

1. Girar a la persona hacia un lado en la cama

Esta técnica de movilización nos sirve para mover al paciente de decúbito supino (boca arriba) a decúbito lateral (de lado). Nos tendremos que situar en el lado hacia el que vamos a girar a la persona. El brazo que está más próximo lo extendemos, para que no quede atrapado al girar. Doblamos la rodilla de la pierna más alejada. Ponemos una mano en la rodilla más alejada de nosotros (que está doblada) y en el hombro también más alejado, y con un movimiento giramos a la persona hacia nosotros.

2. Mover a la persona hacia el lateral de la cama

Esta técnica la haremos en tres pasos. Nos colocamos en el lado de la cama hacia el cual vamos a mover al paciente. Primero moveremos el tronco, y para ello colocaremos los brazos por debajo de las axilas. Una vez movido, pasaremos a mover la pelvis, colocando los brazos por debajo de los glúteos. Y para terminar, moveremos las piernas con un brazo por debajo de las rodillas y otro por debajo de los gemelos.

3. Sentar a la persona en el borde de la cama

Lo más recomendable es que para esta técnica de movilización,  el individuo esté en decúbito lateral. Así que si está boca arriba, lo primero que haremos será el movimiento explicado en el punto 1. Una vez que el paciente ya está de lado en la cama, nos colocamos en el lado donde el paciente se va a sentar. Pasamos un brazo nuestro por debajo de la nuca del paciente para sujetar con firmeza la espalda, a la altura de la escápula. Con el otro brazo abarcamos las rodillas del paciente. En un sólo movimiento firme, elevamos el tronco del paciente y, a la vez, rotamos las piernas de manera que queden colgando en el borde de la cama. Dado que esta posición es inestable tendremos que tomar precauciones para que el paciente no se caiga.

Riesgos de las movilizaciones

En primer lugar es muy aconsejable que, antes de realizar cualquier técnica de movilización recibamos formación de un profesional que nos enseñe cómo hacerlo, y si es necesario que nos supervise para comprobar que la técnica es correcta y segura, tanto para el paciente como para nosotros.

En cualquier técnica de movilización básica puede haber factores de riesgo, que pueden dar lugar a un daño. Existen riesgos derivados del entorno: superficies inadecuadas, resbalones o caídas, obstáculos. Existen otros riesgos propios de la tarea, como el esfuerzo físico que requiere, la repetición de movimientos, posiciones inadecuadas. También hay riesgos derivados del paciente: como la falta de colaboración, el peso o la voluminosidad de la persona.

Por todos estos motivos, cualquier técnica de movilización puede llegar a ser basante compleja, ya que requiere de conocimiento previo y de asertividad a la hora de realizarlo.

¿Te habías parado a pensar alguna vez en todos estos detalles? ¿Has tenido la oportunidad de que te enseñaran de manera profesional técnicas de movilización? ¿Has realizado alguna de estas técnicas?  ¿Conoces alguna otra?  

Curso relacionado: Curso Superior de Auxiliar de Rehabilitación y Curso de Teleasistencia y Dependencia

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