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Sendas clásicas del yoga

Sendas clásicas del yoga

Escrito por Joan Bertran

Los caminos del yoga confluyen

Estos senderos llevan al mismo punto, como los ríos que desembocan en un mismo océano. En cierto punto los ríos aparecen separados y son conocidos por nombres diferentes, pero al progresar comienzan a unirse hasta finalmente terminar todos juntos desembocando en el mismo lugar. Estos ríos pueden tener características específicas o incluso parecer que se entrecruzan, pero al final sus diferencias se desvanecen. Todos los senderos del yoga incorporan los mismos tres objetivos: salud física, paz mental y consciencia.

Independientemente de la rama que se siga, llega un momento en que todas las sendas confluyen y se integran. El verdadero yogui, aunque su práctica y experiencia se haya dirigido hacia una senda en concreto, llega a realizar el Yoga de Síntesis, que es la fusión de todas las ramas o sendas.

 

Karma yoga, el camino de la acción

El Yoga de la acción se focaliza en la realización de nuestro trabajo diario con consciencia constante y al mismo tiempo sin ninguna expectativa de obtener algo a cambio. Es el hecho de vivir en el presente lo que permite acciones más eficaces y efectivas, con mayor alcance. Al encontrar nuestro ser completamente absorto en el trabajo desinteresado es cuando podemos ver como mengua el peso del ego.

Ayuda a crear en la mente un estado de tranquilidad y paz en cualquier circunstancia, que puede conducir con mayor facilidad a la meditación. El enfoque del Karma Yoga se adapta especialmente a personas activas e inquietas, pero al fin y al cabo no se puede separar de las otras vertientes del yoga, ya que establece coherencia entre nuestra vida interior y exterior. Cuando se prioriza otra rama del yoga, la actitud de servicio y desapego forman parte del proceso de crecimiento.

 

Bhakti yoga, el camino de la devoción

Este sendero se centra en la correcta transformación de las emociones en devoción, la energía se dirige en dirección de un gurú, una deidad o un objeto adecuado. De esta manera las emociones encuentran una forma de expresarse, en lugar de suprimirlas o de disiparlas en diversas direcciones. El bhakta (o discípulo) se disuelve completamente en su objeto de devoción, dejando de centrarse en su ego, para llegar a la comprensión de la unidad de todas las cosas.

Se transforman las emociones en un amor incondicional (que no espera nada a cambio). Al enfocar todas las energías en una dirección se desarrolla la capacidad de concentración y una actitud de entrega. Una de sus manifestaciones son los rituales, de los cuales es imprescindible recordar siempre su propósito y sentido. Por todo ello, este sendero llamará más a personas de carácter emocional que no eminentemente racionales.

 

Jñana yoga, el camino del conocimiento

Es una búsqueda a través del conocimiento y la investigación. No es, como muchas personas le llaman, el camino del intelecto. Por el contrario, se busca trascender las limitaciones del intelecto o las facultades lógicas de cada individuo, accediendo a nuestro potencial intuitivo.

En este camino uno investiga sobre la esencia de la existencia y de su naturaleza verdadera, auto formulándose continuamente la pregunta “¿Quién soy yo?”.  Aunque está abierto para cualquier persona, pocas personas están realmente listas para Jñana Yoga. Muchos tenemos tensiones y conflictos mentales que no permiten relajarnos, dispersamos las energías mentales en una gran cantidad de cosas y carecemos de la intensidad de la intención para responder a los cuestionamientos. Por lo tanto, la mayoría de la gente debe seguir formas alternas de yoga para depurar sus mentes y desarrollar el poder de la concentración. Después de progresar en el camino del yoga, podemos dirigirnos hacia el Jñana Yoga.

 

Raja yoga, el camino de la introspección

Literalmente Raja Yoga significa Yoga Regio. También se le denomina Yoga mental porque es una senda en la que se intenta explorar los diversos aspectos de la mente: consciente, subconsciente, inconsciente y más allá. El propósito es ser cada vez más conscientes de los diferentes planos del ser. Procura progresivamente trascender el mundo externo y el cuerpo físico, para dirigir el conocimiento hacia el mundo interno. Parte de la premisa que todas las personas tienen una consciencia, que puede dirigirse hacia dentro o hacia fuera. Tenemos la opción de ser conscientes únicamente de las circunstancias externas o podemos ser también conscientes del mundo interno.

La atención debe tener alguna dirección y si la enfocamos hacia dentro, descubrimos nuestra existencia interna y comenzamos a auto-explorarnos. Normalmente vemos solamente la superficie del océano de la mente; no vemos qué es lo que yace debajo. Si nos zambullimos en las profundidades del mar veríamos los aspectos más desconocidos de la mente que se ocultan normalmente en nosotros. Esta es la dirección en la cual se dirige el Raja Yoga, que a su vez puede tomar diversas variantes: Kundalini Yoga, Kriya Yoga, Mantra Yoga o Dhyana Yoga. Además, el Raja Yoga se asocia con el sistema formulado en los Yoga Sutras de Patanjali.

 

Hatha yoga, el camino físico

Para avanzar en cualquiera de los caminos del yoga, la salud física, psíquica y mental que proporciona el Hatha Yoga son esenciales. De hecho, frecuentemente se considerada como la primera parte del Raja Yoga, que sin la práctica preliminar del Hatha Yoga es difícilmente alcanzable.

No debemos caer en el error de creer que el objetivo del Hatha Yoga es traer solamente salud mental y física, como una mera gimnasia o terapia. No hay ningún inconveniente en que las personas reticentes al enfoque espiritual practiquen el Hatha Yoga por razones de salud, pero al mismo tiempo debemos ser conscientes que se dejan de lado los ideales más elevados de este sendero. El objetivo primordial del Hatha Yoga es armonizar el cuerpo y la mente para alcanzar estados superiores de consciencia.

 

¿Con cuál de estas sendas sientes mayor afinidad? Explícanos por qué.