Reiki: síntomas que se experimentan después de una sesión

Muchas personas dudan antes de adentrarse en el ámbito de las terapias manuales, por temor a experimentar signos o sensaciones que puedan resultar desagradables. Sin embargo, quienes han probado diferentes disciplinas confirman que, si se realizan por profesionales especialistas, los resultados son muy positivos. En el artículo de hoy vamos a profundizar en los síntomas después de una sesión de Reiki: cuáles son, qué puedes esperar y qué beneficios ofrecen para la salud. ¿Te interesa? Entonces, ¡continúa leyendo!

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Los efectos del Reiki después de una sesión: cuáles son

¿Qué voy a sentir durante una sesión de Reiki? ¿Notaré algo en las primeras sesiones? ¿Cuáles son las repercusiones a largo plazo? Estas son algunas de las dudas más frecuentes entre las personas que se inician en el camino de esta disciplina ancestral. 

Explicar cuáles son los síntomas después de una sesión de Reiki, y también los que se experimentan durante la misma, puede resultar complejo. Esto se debe a que la experiencia de cada persona es diferente —ya que se parte de diferentes estados físicos y emocionales— y, dependiendo de la corriente que se practique, pueden apreciarse unos efectos u otros. No obstante, partiremos de la base de que sus efectos son muy positivos y los beneficios pueden apreciarse tanto a corto como a largo plazo, en la mayoría de casos.

A continuación, enumeraremos los síntomas después de una sesión de Reiki que se presentan con mayor frecuencia entre los/as clientes/as de esta terapia manual.

Síntomas físicos después de una sesión de Reiki

Desde quedarse dormido a sentirse mareado, los efectos que las sesiones de Reiki producen en el cuerpo pueden ser de lo más variopintos. Todo dependerá de las características de la persona y, aunque resulte sorprendente, de su actitud ante el tratamiento.

En algunos casos, el/la cliente/a experimenta uno o todos estos síntomas desde la primera sesión. En otros, la persona no llega a sentir nada diferente hasta pasados algunos meses y numerosas sesiones.

Los síntomas físicos más frecuentes son:

• Relajación muscular profunda.
• Alivio del dolor.
• Cansancio.
• Calor o frío.
• Aumento o pérdida de apetito.
• Cambios en el ritmo intestinal.
• Somnolencia.
• Sudor.
• Dolor de cabeza.

Síntomas emocionales después de una sesión de Reiki

Centrémonos ahora en los síntomas emocionales que surgen con mayor frecuencia durante y tras la sesión de Reiki. Como verás, también en este caso se producen efectos agradables y desagradables.

Esto ocurre porque el cuerpo está liberando toxinas y emociones acumuladas durante largo tiempo. El proceso de eliminación, en algunos casos, puede ser incómodo, pero siempre es necesario.

Veamos a continuación cuáles son los síntomas:

• Relajación profunda.
• Alegría.
• Paz interior.
• Optimismo.
• Emotividad.
• Miedo.
• Frustración.
• Ansiedad.

¿Qué beneficios tienen estos efectos en la salud?

Los beneficios del Reiki se han demostrado en clientes/as con características muy diferentes y dolencias de lo más variadas. Esto quiere decir también que, como ya hemos mencionado, cada experiencia es única y los beneficios varían de manera considerable entre unas personas y otras. 

En general, los síntomas después de una sesión de Reiki son, como ya hemos visto, positivos. Además, con el paso del tiempo, —una vez se ha completado todo el proceso y se ha alcanzado el equilibrio deseado—, los resultados se aprecian con más claridad. 

Beneficios frecuentes del Reiki

Estos son los beneficios más habituales derivados de las sesiones de Reiki:

• Reduce el estrés y la ansiedad.
• Mejora el ánimo en general.
• Fomenta el equilibrio emocional.
• Aumenta la concentración.
• Mejora la autoestima.
• Alivia dolencias físicas y síntomas de enfermedades.
• Refuerza el sistema inmunológico.
• Previene futuras dolencias.

Los efectos negativos del Reiki: ¿qué es una crisis de sanación?

Pese a los excelentes resultados que se alcanzan en las disciplinas pertenecientes a la categoría de terapias manuales, no todas las experiencias son positivas al 100%. Con esto nos referimos a que, en ocasiones, las personas experimentan durante las sesiones síntomas desagradables, como:

• Dolores de cabeza.
• Dolor muscular.
• Sensaciones de mareo o vértigo.
• Sentimientos de ira, temor o vergüenza. 

Es lo que se conoce como crisis de sanación o crisis curativas. Se producen debido al reequilibrio de las energías corporales que desencadena el Reiki y que, inevitablemente, siempre nos deja un poco «alterados/as». Aunque puedan molestar, no significa que la persona que las sufre esté enferma, sino que se está liberando de las vibraciones negativas que había estado acumulando, así como de otras toxinas perjudiciales.

¿Cómo actuar ante una crisis de sanación?

Sean cuales sean los efectos que ocasione, hay que entender una crisis de sanación como parte natural de la limpieza. Es decir, se debe mantener la calma y continuar con el proceso de Reiki hasta que el cuerpo haya eliminado todas las fuerzas nocivas que contiene.

Con todo, se pueden realizar determinadas acciones para mejorar la sintomatología y alcanzar antes el estado de bienestar. Algunos de los métodos recomendados para aliviar una crisis curativa son:

• Beber abundante agua.
• Meditar.
• Hacer ejercicio ligero si el cuerpo lo permite.
• Cuidar la dieta y añadir complementos naturales como infusiones de hierbas.
• Acelerar la sanación con más sesiones de Reiki o incluso hacerse Reiki a uno/a mismo/a si se dispone de la habilidad necesaria.

¿Son frecuentes las crisis curativas en Reiki?

Que se produzca o no una crisis curativa depende de la persona y de su carga energética. Sin embargo, conviene saber que puedes experimentar síntomas después de una sesión de Reiki tanto si te están imponiendo las manos a ti como si eres tú el/la que aplica la terapia.

Los efectos de la purificación son poderosos, pero te acabarán beneficiando incluso aunque tengas que lidiar con algún pequeño inconveniente. No son más que una manifestación del proceso interno que se está atravesando.

Lo importante en estos casos es recordar que se trata de síntomas pasajeros, que muy raramente se prolongan en el tiempo más allá de un día o dos tras la sesión de Reiki. Eso sí, hay determinadas circunstancias en las que está contraindicado y es mejor aplazar la sesión., así que debes saber cuándo no hacer Reiki para no producir efectos indeseados.

Como ocurre en la medicina tradicional, una pequeña molestia o incomodidad durante la terapia se traduce en que el cuerpo y la mente están sanando.

¿Qué es el síndrome de Herxheimer?

El síndrome de Herxheimer es la reacción que experimenta el cuerpo al sanar y que, en consecuencia, produce una crisis curativa. Sus fundamentos son científicos, ya que está demostrado que las emociones adversas liberan químicos en el organismo —cortisol, por ejemplo— y bajan las defensas cuando se regresa al equilibrio natural.

Puesto que el Reiki elimina esas malas vibraciones, el síndrome de Herxheimer es común tras acudir a una sesión, pero también ocurre en situaciones más cotidianas. ¿Te has puesto enfermo/a en vacaciones justo después de una etapa muy estresante? ¿La crema que tendría que revitalizar tu piel está haciendo que se te «pele» la cara? Entonces, ¡ya lo has experimentado en carne propia!

Por norma general, este síndrome no es preocupante, y se aconseja continuar con la sanación hasta completar la expulsión de las toxinas. Pero te recordamos que el Reiki no es un sustituto de ninguna especialidad médica: en el caso de que los síntomas empeoren o tus sensaciones sean intolerables, debes acudir a un/a sanitario.

¿Es seguro el Reiki? Lo que dice la ciencia

Ahora que hemos visto qué es el reiki y los posibles síntomas después de una sesión, es posible que te preguntes si es una práctica segura. Y la respuesta se encuentra tanto en la historia como en lo que la ciencia ha dicho hasta el momento.

Como terapia milenaria —se lleva aplicando desde hace dieciocho siglos—, el Reiki ha consolidado su fuerza curativa. Sus beneficios lo hicieron expandierse desde su cuna en el Tíbet hasta el resto del mundo, gracias especialmente a un monje natural de japón, Mikao Usui, que lo rescató del olvido en el siglo XIX.

A día de hoy, está reconocido como terapia alternativa y complementaria por el Consejo Federal de Enfermería, y hay multitud de sanitarios/as que lo integran como parte de la recuperación de los/as pacientes. Tanto los hospitales públicos como los privados lo han adoptado como un servicio terapéutico más, incluidos varios centros españoles. Por lo tanto, y en resumen:

• El Reiki lleva siglos contribuyendo al bienestar de las personas.
• El sistema sanitario lo considera un complemento de la atención médica.
• Numerosos/as profesionales se forman en Reiki para practicarlo en hospitales y centros de salud.
• ¡El Reiki es una práctica segura!

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Las terapias alternativas como el Reiki ganan cada vez más adeptos/as, ya que sus beneficios ayudan a las personas a mejorar su estado de salud física y emocional, sin tener que recurrir a tratamientos tradicionales o más invasivos. Por lo tanto, hay un mercado laboral muy optimista para profesionales que cuenten con una gran especialización en esta disciplina. 

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Bibliografía

1. Díaz-Rodríguez, L., Arroyo-Morales, M., Cantarero-Villanueva, I., Férnandez-Lao, C., Polley, M., & Fernández-de-las-Peñas, C. (2011). Una sesión de Reiki en enfermeras diagnosticadas con síndrome de Burnout tiene efectos beneficiosos sobre la concentración de IgA salival y la presión arterial. Revista Latino-Americana de Enfermagem. Recuperado de: https://www.scielo.br/j/rlae/a/xbBpxx4JLK4XJdVxSyphWdj/?lang=es&format=html
2. Fernández Cervilla, A. B. (2017). Eficacia del Reiki sobre la regularización de la tensión arterial en personas con hipertensión arterial. Recuperado de: https://diposit.ub.edu/dspace/handle/2445/118127