10 consejos para desarrollar inteligencia emocional

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Ser capaces de reconocer nuestras emociones es una buena definición de lo que es la inteligencia emocional. En ocasiones, para identificarlas, reconocerlas y aprender a trabajarlas, necesitamos un poco de ayuda. Es en este momento cuando muchas personas acuden a coaches para obtener la motivación y claridad mental necesaria que requieren sus objetivos. En Deusto Salud disponemos de un Curso de Coaching e Inteligencia Emocional que te preparará para prestar este servicio tan valioso, aprendiendo a su vez cómo mejorar tu propia inteligencia emocional.
Incluso aunque no te interese la instrucción, saber cómo mejorar la inteligencia emocional tendrá efectos muy positivos en tu modo de relacionarte contigo y con aquellos que te rodean. Para empezar, conseguirás un conocimiento más profundo y realista de tu persona, así como un mayor equilibrio psicológico.
Veamos ahora cómo los componentes de la inteligencia emocional son fundamentales para trabajar en su desarrollo:
1. Conócete a ti mismo: autoconocimiento
Ya lo decía el filósofo griego Sócrates: el autoconocimiento es imprescindible para alcanzar el bienestar. Además, aporta la información necesaria para trazar estrategias con las que regular las emociones. Requiere bastante introspección, pero, si te preguntas cómo mejorar tu inteligencia emocional, este debe ser sin duda el primer paso a acometer.
2. Autorregulación
Dispones de varias vías para ponerte en marcha. Una de las más efectivas es el mindfulness, que persigue la atención plena a través de prácticas como la meditación. También puedes investigar cuáles son tus detonantes, por ejemplo, empezando un diario de emociones. Una vez conozcas a fondo tu modo de reaccionar, te proponemos que busques los “remedios” que mejor funcionen contigo: pasear para despejarse, charlar con un amigo, tomar distancia del problema…
3. Automotivación: un cambio de perspectiva
Las personas suelen pensar que su visión de las cosas es la acertada, dando pie a muchos malentendidos. Por eso, al plantearte cómo mejorar tu inteligencia emocional en este ámbito, te recomendamos que cultives la curiosidad e intentes observar las cosas desde una perspectiva diferente.
4. Cultiva la empatía
No te quedes con la primera suposición que hayas hecho e intenta ponerte en los zapatos del otro teniendo en cuenta sus circunstancias. En el caso de que tengas dudas, el camino más fácil será el correcto: pregunta directamente qué ocurre.
Esfuérzate por comprender los sentimientos y perspectivas de los demás. Escucha de manera activa y valida las emociones de las personas con frases como «entiendo cómo te sientes».
5. Da las gracias y sé expresivo: trabaja la comunicación
Las reacciones más comunes ante las críticas son dos: enfadarse o disculparse. Pero los expertos aconsejan una tercera para mejorar tu inteligencia emocional, tan simple como decir “gracias”.
Agradece el comentario de la otra persona, y que haya puesto atención en el asunto del que te ha avisado. Si sueles pecar de hermetismo, esta también puede ser una buena oportunidad para soltarte a la hora de expresar tus emociones. Comunica tu afecto y, cuando algo te moleste, recurre a la asertividad.
6. Escucha: desarrolla tu capacidad empática
La empatía tiene mucho de escucha, porque se basa en comprender al otro, y eso no puede lograrse sin prestar atención a lo que tiene que decir. Las conversaciones son la ocasión perfecta para descubrir el contexto, las ideas y el modo de ser de alguien, así que no le pises ni tengas prisa en tomar tú la palabra. Y piensa bien cada una antes de decirla.
7. Responsabilízate de tus acciones: sé el responsable de tus actos
Hay una frase muy popular que reza lo siguiente: “soy responsable de lo que digo, no de lo que los demás entiendan”. Eso es cierto solo en parte, porque el modo en el que dices algo y el momento que escoges para ello tienen mucho que ver con lo que el resto puede llegar a captar.
8. Practica la comunicación asertiva
Esfuérzate por qué la otra persona se sienta respetada y no te escudes en cosas como la honestidad malentendida (es decir, la cruel) o el “toma y daca”. Si alguien hace gala de una inteligencia emocional más bien pobre, no es motivo para que tú le pagues con la misma moneda: hazte cargo de tu conducta.
Expresa tus pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa. Utiliza frases como «Yo siento… cuando ocurre… porque…» para comunicar tus necesidades sin confrontaciones.
9. Identifica y cambia patrones de pensamiento negativos
Aprende a reconocer los pensamientos automáticos negativos y reemplázalos por perspectivas más equilibradas y constructivas.
Identificar y corregir pensamientos negativos es una parte esencial del desarrollo de la inteligencia emocional. A continuación, te presento un enfoque práctico para lograrlo:
- Reconoce los pensamientos negativos. Presta atención a tus emociones: Identifica cuándo te sientes ansioso, frustrado o triste, ya que estas emociones suelen estar relacionadas con pensamientos negativos.
- Observa patrones: pregúntate: ¿Hay situaciones recurrentes donde surgen estos pensamientos? ¿Qué eventos los disparan?
- Lleva un diario emocional: anota las situaciones, tus pensamientos y las emociones asociadas para detectarlos más fácilmente.
La clave está en usar la inteligencia emocional para detectar, comprender y reestructurar tus pensamientos. Esto te permitirá gestionar tus emociones de manera más positiva y efectiva, incluso en momentos de máxima dificultad.
10. Cómo mejorar la inteligencia emocional en el trabajo
Escogemos el trabajo porque es uno de los sitios en los que pasamos mucho tiempo. Y en los que conocer, trabajar y poner en práctica la inteligencia emocional mejorará tu salud laboral y cómo afrontas la jornada de trabajo, además de poder ayudarte a escalar profesionalmente.
Para ello, visualiza cómo tus tareas diarias mejoran la productividad general de tu entorno laboral. Expertos aseguran que de esta forma comprobarás cómo tus funciones tienen un objetivo claro dentro de los objetivos generales de la empresa, y así verás el valor y sentido que tienen tus funciones.
La inteligencia emocional en el trabajo te permitirá mejorar tus habilidades comunicativas y, en caso de tener funciones de responsabilidades, observar mejor las necesidades del equipo bajo tu supervisión. La escucha activa, el respeto, la flexibilidad o no dejar que tus emociones te sobrepasen son mejoras de la inteligencia emocional que te permitirán mejorar el clima laboral.
¡Descubre cómo mejorar tu inteligencia emocional!
Como ves, la empatía es un gran aliado para tener una vida social y laboral más plena. Te ayuda a entender mejor tanto a los demás como a ti mismo, y a recorrer el camino que te conviene para alcanzar tus propósitos personales.
Si quieres conocer cómo mejorar tu inteligencia emocional y cómo apoyar a otros en su propia hoja de ruta, nuestro Curso de Coaching e Inteligencia Emocional te espera. Aprenderás de forma flexible con multitud de recursos tecnológicos y tendrás a tu disposición a los mejores profesionales.
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